Bahía Blanca | Miércoles, 01 de mayo

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Fotografía entre las balas: la pasión al borde de la muerte

¿Qué lleva a un ser humano a exponerse de manera consciente a la muerte buscando la mejor foto? Analizamos el documental “Hondros” (Netflix, 2017) e imágenes bélicas junto a fotógrafos bahienses.

Chris Hondros en la segunda guerra civil de Liberia (2003). Foto: Nic Bothma.

Franco Pignol / fpignol@lanueva.com

   Chris Hondros atiende su teléfono.

   — Hola... (cuatro segundos en donde sólo se escuchan disparos). En media hora hablamos.

   Aunque parezca increíble, el fotógrafo respondió una llamada atrincherado detrás de una pequeña pared mientras llovían municiones. Estaba en el medio de la segunda guerra civil de Liberia.

   Corría el año 2003. El conflicto había comenzado cuatro años antes y parecía no tener fin. Sin embargo, el trabajo que hizo este fotoperiodista de Nueva York mostrando los detalles a centímetros de los enfrentamientos colaboró para que el mundo conozca el conflicto y en su posterior resolución.

   Hace poco más de un año fue editado y ya está en Netflix el documental sobre uno de los mejores fotógrafos de conflictos bélicos que dio el planeta. El largometraje se llama “Hondros” (2017), fue dirigido por Gregg Campbell, Todd Heisler y Christina Piaia. Comienza como este informe: con las imágenes insólitas de Hondros recibiendo una llamada en el medio de un feroz tiroteo.

   Una de sus fotos sobre un puente, en esa balacera, le sirvió para recibir la nominación a un Pulitzer. En ella hay un rebelde llamado Joseph saltando de felicidad con un lanzagranadas en el hombro, tras haber alcanzado su objetivo. Ocupó páginas de diarios de todo el mundo y luego fue reconocida como la imágen que comenzó a delinear el final de la guerra en aquel país del noroeste africano.


(Foto: Chris Hondros -Getty Images).

   Sus colegas no pueden creer que haya estado tan cerca de las balas.

   Dos años más tarde se realizaron elecciones en Liberia. Hondros volvió a viajar y se encontró con Joseph, quien quería comenzar una vida nueva.

   “¿Qué te gustaría hacer?”, preguntó el fotógrafo.

   “No quiero ir al ejército, quiero estudiar”, respondió el liberiano.

   Hondros pagó su matrícula y le compró uniformes y todo lo necesario.

   “Creo en vos, sé que lo vas a lograr”, fueron las últimas palabras que le dijo Hondros a Joseph.

   El fotógrafo participó de los conflictos en Kosovo, Angola, Sierra Leona, Irak, Liberia, Líbano, Afganistán, Cachemira y Cisjordania.

   Su última cobertura fue en 2011 en Libia, donde murió pocas horas después de recibir una descarga de mortero en la ciudad de Misrata. En la misma acción falleció el fotógrafo británico Tim Hetherington de manera instantanea.

Analizamos las imágenes bélicas más impactantes

   ¿Qué es lo que motiva a un hombre a exponerse a centímetros de la muerte para cumplir con su trabajo? ¿Cómo no tener miedo? ¿Cuál es el valor de esas imágenes?

   Varios fotoperiodistas bélicos han demostrado con valor, técnica e intuición para estar en el momento exacto pueden lograr hasta lo imposible: detener una guerra o cambiar su percepción ante la opinión pública. Sin dudas, se arriesgan para arrojar luz sobre el abismo. Sin pasión sería imposible.

   Una de las más conocidas es la de la niña vitnamita que, desesperada, corre sobre la carretera con su cuerpo quemado y desnudo, minutos después de que su aldea haya recibido desde el aire una descarga de Napalm (se puede ver la historia de esa foto en uno de los capítulos de “La guerra de Vietnam”, de Ken Burns y Lynn Novick (2017, Netflix).


(Foto: Nick Ut).

   El impacto de esa foto aceleró el fin de una guerra que parecía eterna. Esa foto fue el símbolo de la irracionalidad y el sinsentido del conflicto (aunque parezca absurdo que un conflicto bélico sea racional y tenga sentido).

   Guillermo Giagante es un fotógrafo bahiense que trabaja de manera independiente y presta servicios para la misma agencia que Hondros: Getty Image.

   Además de la foto vietnamita le preguntamos cuáles eran las imágenes más impactantes que él había analizado en distintos conflictos y nos nombró las siguientes.


(Foto: Kevin Carter).

   “La que más me impactó fue la que hizo Kevin Carter en 1993, en Sudán. Es la de un niño famélico con un buitre al acecho. Si bien el niño sobrevivió y falleció por fiebre en 2007, Carter se suicidó en 1994, a los 33 años, atormentado por los recuerdos de todo lo visto en esos duros años”, recordó Giagante.

   La más reciente que lo conmovió fue la que muestra a un niño sirio, de 3 años, muerto en la orilla de una playa de Turquía, en 2015.


(Foto: Nilufer Demir).

   “Tiene la potencia suficiente para mostrar en una sola imagen el drama de los refugiados, su búsqueda desesperada por huir de sus países y la indiferencia y rechazo de muchas de las naciones que, a su manera, han colaborado con los procesos de desintegración de sus naciones, de los que están escapando”, explica Giagante.

   --¿Qué tienen en común esas fotos desde el punto de vista técnico?

   --Las tres fotos tienen perfectamente resueltas las claves necesarias para que su impacto esté garantizado. El momento exacto, un manejo de la luz perfecto y una composición que ayuda a guiar la vista a lo verdaderamente importante, sin otros elementos que distraigan.

   “Todo esto logrado en un instante y en situaciones que harían paralizar a cualquier otra persona, pero no a estos profesionales que marcan su diferencia cuando las cosas son llevadas al límite”.

Uno de los mayores bancos de imágenes del mundo.

   Getty Images es uno de los mayores bancos de imágenes del mundo. Con sede en Estados Unidos, provee fotografías a clientes del mundo entero.
Contrata a fotógrafos de todo el planeta bajo distintas modalidades.

   "En mi caso, durante el año 2014 me contactaron a raíz de una serie de fotos hechas en la Antártida que había subido a mi página (www.guillegiagante.com). En Enero de 2015 firmé el contrato, incorporándome como Contributor (colaborador). Bajo esta figura, yo cedo parcialmente los derechos sobre algunas de mis fotos, para que ellos las comercialicen entre sus clientes globales, a cambio de una retribución preestablecida, en función del uso a darles a las mismas", aclara Giagante.

   —¿Qué le recomendarías a alguien que está empezando en el mundo de la fotografía?

   —Quienes se sienten atraídos por la fotografía como forma de expresión es importante reconocer que sacar una foto no es lo mismo que hacer una foto y que, si queremos que nuestras fotos transmitan determinadas sensaciones a los espectadores, hay muchos otros elementos que tendremos que tener en cuenta. Claramente no alcanza con levantar la cámara (o el teléfono) y registrar la imagen.

   "Hay aspectos técnicos y visuales que deberemos aprender y ejercitar hasta que estén incorporados en forma cuasi intuitiva en nuestras fotos.
Y ahí si, si a eso le sumamos la pasión, seguramente estaremos en condiciones de generar respuestas emocionales en quienes miren las miren, moviéndonos de la fotografía como mero documento o registro a la fotografía como medio de expresión".