Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Otra escuela que llora en silencio, con las puertas cerradas

El año pasado, un solo chico concurrió a clases a la Primaria Nº 7 Bernardo Graciarena. En marzo, las clases no comenzaron. La inspectora en jefe distrital de Villarino, Flavia Stalldecker, confirmó el cierre temporario por falta de matrícula potencial. 

   Las puertas y ventanas cerradas, aulas vacías, el silencio. No hay guardapolvos, ni risas, ni una bandera para izar. La Escuela Primaria Nº 7 Bernardo Graciarena, de Nicolás Levalle (población ubicada a 20 kilómetros de Médanos, en el distrito de Villarino) se quedó sin alumnos y la postal es desoladora.
   Las autoridades educativas esperaron varios meses antes de tomar la decisión de cerrarla temporalmente pero los alumnos no llegaron. 
   Esto habla de una realidad en la zona: en los campos de los alrededores solo queda gente grande y casi no hay empleados. En estos últimos años no se asentaron familias con niños que permitiesen proyectar una matrícula a corto plazo.
   La inspectora en jefa distrital de Villarino, Flavia Stalldecker, manifestó su pesar por una decisión que se tomó en conjunto en una Unidad Educativa de Gestión Distrital (en la que participan varios actores, como el Jefe Distrital, inspectores, gremios, etc) realizada a fines de mayo: si el 16 de junio la situación de la ausencia de matrícula continuaba, se dispondría el cierre.
   “Para nosotros es terrible, muy doloroso cerrar una escuela. No se cierra ninguna escuela que tenga alumnos. Se hacen todos los esfuerzos. Mientras tenga un alumno la sostenemos pero, en este caso, no nos quedó otra” dijo.
    “No podíamos seguir manteniendo a una persona con un cargo de director y un sueldo de director, sin alumnos. Tenemos que garantizar que los recursos se usen de forma adecuada, es nuestra carga pública”, evaluó.
   Reconoció que en el distrito hay varias escuelas en una situación similar que se sostienen por el arraigo, para que las familias no se vayan del campo y también porque tienen matrícula potencial.
   No era el caso de la EP Nº 7 Bernardo Graciarena , la cual funcionó hasta el año pasado con un solo alumno que se mudó con su familia a vivir a otra provincia, al sur. No había probabilidades de que pudieran retornar porque se mudaron por trabajo -el papá hacía changas- y no era una familia estable del lugar.
  “La matrícula se sostuvo en 2017 solo por este nene, pero en marzo no inició las clases”, contó.
   “Generalmente, cuando una escuela no tiene matrícula, esperamos un mes, o un poco más, antes de cerrarla, y vamos viendo. Esta vez esperamos mucho más tiempo”, contó.
    Antes de tomar una determinación de cierre se le solicitó a la directora del establecimiento que hiciera un relevamiento en toda la zona para saber si había matrícula potencial.
   “Es un cierre temporario. Se considera definitivo cuando viene convalidado desde el nivel central, mediante resolución o disposición”, dijo. 
   “En la zona sur,  a una escuela la esperamos casi un año y hoy funciona con tres alumnos. Estaba en un lugar en el que sabíamos que iba a recibir matrícula, pero en el norte la situación es diferente”, dijo.
   También se logró reabrir, en el distrito la escuela Nº 4, de Los Surgentes, que había sido cerrada temporalmente.
   La directora de la escuela -oriunda de Médanos y con más de una década en su función- no se quedó sin trabajo sino que la Secretaría de Asuntos Docentes le permitirá elegir entre las escuelas vacantes rurales y urbanas.
   Si bien en los campos aledaños vive gente,no hay chicos, solo un joven que acaba de pasar a la secundaria y se intenta que asista a alguna de las escuelas secundarias más cercanas.
   “Si llegara a haber chicos, intentaríamos reabrirla”, aseguró.
    Reconoció que en el distrito hay escuelas cerradas temporalmente desde hace más de cinco años y aún  no se declaró el cierre definitivo, por lo que hay esperanzas. 
   La Escuela Nº 7 será la próxima en cumplir 100 años en Villarino, en el año 2022.
   “Es una escuela hermosa. Ojalá podamos celebrar el centenario con una reapertura”, dijo.

   Mucha tristeza
   Antes del cierre temporal, la directora del establecimiento, Daniela Rivademar, hizo público un mensaje en su muro de Facebook: “Necesito de la ayuda de todos... la Escuela 7 de Nicolás Levalle, se encuentra sin matrícula... (aquí no voy a analizar las causas de la poca población rural). En menos de dos semanas se cierra y esto duele demasiado, a todos nos duele demasiado... Y aquí va el pedido de ayuda, que no es personal sino de toda una comunidad levallense, poca en el presente pero muy numerosa en un pasado no tan lejano”, dijo
   “Ya hice recorridos por los lugares cercanos y no tanto, dejé cartas en algunas tranqueras cerradas... pero el tiempo apremia... si alguien conoce o sabe de alguna familia con hijos en edad escolar, les pido encarecidamente den aviso. El cierre de una Escuela no es definitivo pero es muy muy muy difícil que se pueda volver a abrir ¿Qué más agregar? Que es una bella escuela dispuesta a brindar todo, como lo son todas las escuelas de educación pública”, concluyó.

   Éxodo. El hecho ratifica el éxodo rural que se ha venido registrando década tras década en la región, producto de la baja rentabilidad y de las desfavorables cosechas.

   Esplendor. La escuela tuvo su esplendor de la mano del creciente pueblo. En 1937 el establecimiento contaba con 69 alumnos. La escuela se fundó en 1922 (con 32 alumnos), aunque en un principio funcionaba en un galpón cercano. Ya en 1935 se levantó el actual edificio, ampliado en 1978. El mismo se encuentra, aún hoy, en muy buenas condiciones. 

   Matrícula. En 1986 concurrían 18 alumnos; en 1987, once y en 1993, seis. Así se llegó a 2001 con tres chicos y a 2003 y 2004 sólo con uno.

   Ubicación
   * A tres kilómetros de la ruta nacional 22, Nicolás Levalle está situado al norte del distrito de Villarino. Se denomina así en homenaje al general Nicolás Levalle (1840-1902), militar argentino que tuvo una destacada actuación en las batallas de Cepeda y Pavón y en la guerra del Paraguay. También fue ministro de Guerra y Marina entre 1886 y 1898.
   * En noviembre de 1908 la empresa Ferrocarril del Sud inauguró su estación, destinada a transportes de pasajeros y de carga.
   * Durante el transcurso de los años hubo distintos intentos poblacionales, con la inauguración de la Escuela Nº 7, la creación de los clubes Levallense y Salinas Chicas, además de la habilitación de comercios, como el almacén de ramos generales de Fermín Moreno y Cía., el Hotel Levalle de Manuel Cuestas y la tienda de Héctor Cabrera.