Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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"No sé qué pensarán de mí", balbuceó el acusado de dejar a una piba muerta en el hospital

Nicolás Martínez (28 años, de Punta Alta) recuperó la libertad ayer.

Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Gustavo Pereyra

 

   A la casa de Nicolás Martínez no entra un hilo de luz. Persianas cerradísimas, vidrios tapados y un cartón en la cerradura del garaje.

   El timbre apenas suena y al tercero se asoma. Ensombrecido y desconfiado, la mandíbula atenazada.

   —Hola, ¿Nicolás?

   Ni sí ni no: 

   —¿Qué necesitás?

   Me presento pero no quiere hablar. Hace el gesto con las manos de no querer saber nada con preguntas sobre la causa que lo involucra: la muerte de Mariana Sol Bruna, de 15 años.

   Le pregunto sobre su situación procesal, si su abogado le recomendó callar o qué tiene que decir del caso. Pero la voz no le atraviesa los dientes apretados.

   Con los dedos índice y mayor de la mano izquierda se golpea la sien, como si su cabeza no diera más de pensar, como si no pudiera con toda la locura que se desató para él cuando dejó a Mariana Sol Bruna muerta en el Hospital Español.

   Le digo que anote mi teléfono por si quiere hablar más tarde y de adentro se viene con una calculadora en la que teclea mi número.

   "No sé qué pensará la gente de mí", balbucea al fin y pareciera que fuera lo único que le preocupara.

   Nicolás Martínez (28 años, de Punta Alta) era el único detenido tras la muerte de Mariana. Ayer quedó en libertad porque el juez de Garantías Guillermo Mércuri consideró que no se encuentra configurado el delito de abandono de persona, que era la acusación que sostenía el fiscal del caso Marcelo Romero Jardín.

   A Martínez lo detuvieron el sábado pasado en Punta Alta, luego de que dejara tirado el cuerpo de Mariana en el Hospital Español y huyera en un auto Volkswagen Gol blanco.

   Según las pericias, la adolescente de 15 años murió por una sobredósis y llegó al hospital sin vida.

   El caso también salpica al director de una escuela bahiense: Sebastián Rodríguez Maidana, que vive en la casa donde supuestamente se compró la droga que consumió Mariana. (Agencia Punta Alta-La Nueva.)