Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

“Quiero ayudar al equipo y dar mi mejor versión”, dijo Lucas Faggiano

Ante Estados Unidos, el bahiense afrontó su primer partido en la selección mayor. Habló de la emoción por el debut. ¿Por qué eligió la dorsal 21?. El secreto detrás de un tatuaje.

Lucas, durante la práctica de la Selección en La Rioja. Fotos: prensa CABB.

Por Ricardo Sbrana - rsbrana@lanueva.com

(Nota de la edición impresa)

   -¿Bajó la adrenalina ya?

   -Un poco, sí. Anoche (jueves) fue lindo, muy lindo. Se disfrutó. También algo hoy por la mañana (viernes), pero ya está... El deporte de alto rendimiento es así, no te permite quedarte en lo que pasó. Hay que disfrutarlo un ratito y dar vuelta la hoja. Tenemos la cabeza en México, otro partido muy difícil.

   Debut y clasificación. La satisfacción fue doble para Lucas Faggiano en su primer partido oficial con la selección argentina mayor (campeón Sudamericano U15 en 2005). Con los 10m42s de una planilla que se completó con 2 puntos (1-1 en t2 y 0-2 en t3), una asistencia, un recupero y 2 faltas personales, el bahiense cumplió el sueño albiceleste. Pero también celebró el sueño de un país con la clasificación argentina al Mundial de China 2019, luego del éxito ante EE.UU. 80-63.

   Faggiano y el resto del plantel seguirán en La Rioja porque mañana completarán la penúltima ventana FIBa ante México, 21.30, en el Superdomo.

   -¿Qué te dejó el debut?

   -Fue muy fuerte en lo personal. Tenía cierto nerviosismo en la previa porque era mi debut y lo era en un partido oficial, en un momento clave de las ventanas FIBa, con Argentina a un triunfo de clasificarse. Y el rival era ni más ni menos que Estados Unidos, que estaba en la misma ubicación. Un contexto importante. Y bueno fue, lejos, la emoción más grande que me tocó vivir. Festejar con la gente después del partido... Quedará para siempre como máximo punto emotivo de mi carrera.

   -A los 29 años, ¿Te veías con chances?

   -Cualquiera que juega al básquet tiene el sueño de jugar en la Selección. Pero van pasando los años, uno se vuelve realista y en mi caso era muy consciente de lo difícil que sería. Por el nivel de los que están y por la cantidad de jugadores en mi puesto. Pero cuando el año pasado salimos campeones con San Martín (Corrientes), tuve una gran actuación en ese torneo. Y ahí lo empecé a mirar distinto. Con ilusión. Que creció cuando en agosto me invitaron a entrenar con el equipo dos semanas en el Cenard. Después, cuando llegó al club la carta de citación a los 24 jugadores, hace algo más de un mes, la ilusión fue grande sinceramente.

   -En cuanto al juego, a este nivel pasa todo a otra velocidad.

   -Seguro, cuando más alto el nivel, mayor es la velocidad de juego, de ejecución, menor tiempo para pensar... Me lo imaginé así. También supe que no había tiempo de adaptación. Fueron 3 entrenamientos previos. Pero lo tenía en claro antes de venir a La Rioja. Tenía que involucrarme en el sistema de la mejor manera posible. Y ayudar, porque es una semana en la que quiero ayudar al equipo, ser yo y dar mi mejor versión. El objetivo que me propuse.

   -El sello “Faggiano”, algo que se ve en la foto en la que te tirás por arriba de un rival, para recuperar la pelota.

   -Por eso te digo, en esto de que no hay mucho tiempo de entrenamiento, me enfoqué en la esencia de lo que soy, de lo que hago mejor. Lo que me trajo hasta acá. Tengo que ser yo al cien por cien. Me tocó entrar y justo la primera pelota, medio dividida, quedé ahí. Y no lo dudé: esa es mía, dije. Me salió bien y a partir de ahí sumé confianza. Tal vez sirvió para inyectar energía y cambiar el panorama. Entramos casi juntos con Lucio (Redivo), que tuvo una ráfaga impresionante de 8 puntos seguidos y ahí cambió la dinámica del juego. Además, la defensa fue excelente.

   -¿Por qué el número 21?

   -Los que suelo usar, el 3 ahora o el 2 antes, estaban en uso. Busqué un juego entre el 3, el 2 más 1, al revés... Mí día de nacimiento, era por ahí.

   -¿Y con Lucio Redivo, cómo conectaste?

   -Nos pusimos al día, en cada almuerzo y cena estamos charlando mucho y me alegra la carrera que está haciendo. Se lo dije: me acordaba de él, cuando había quedado medio colgado en Pacífico y había pedido permiso para entrenar con la Liga (en Bahía Basket). Verlo hoy en el nivel que está en la ACB me alegra mucho, es una gran persona.

   -¿Saludos, llamados, felicitaciones?

   -Recibí llamados y mensajes como nunca... No me pongo el casete, pero siempre los más emotivos son los de la familia, la novia, los amigos... Saben todo lo que a uno le cuesta y se esfuerza.

   -El tatuaje en la parte posterior del brazo derecho. Un buda. ¿Tiene que ver con algo de lo que hemos hablado en esta entrevista?

   -Sí, tiene su significado... Tiempo atrás conocí la meditación y es una práctica que me ayuda mucho, a calmar la ansiedad, el estrés... Es algo que practico. No a diario, pero me ha servido mucho en los últimos años.