Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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San Cayetano, un barrio que crece sin olvidarse de los más necesitados

Una sociedad de fomento que sueña con la sede propia, diez familias que viven en casas de chapa y productores agropecuarios de Bahía Blanca y Villarino. Tres caminos que se cruzan por un fin noble.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Federico Moreno / fmoreno@lanueva.com

   A veces una solución puede satisfacer muchas necesidades, y la sociedad de fomento del barrio San Cayetano parece haberla encontrado.

   Cómo lograr que los vecinos compren verdura más barata y de mejor calidad, que los productores eviten a los intermediarios y reciban más dinero por lo que cosechan, y que diez familias en riesgo de vulnerabilidad social incursionen en el trabajo formal, no es misión imposible.

   Desde diciembre del año pasado la sociedad de fomento del barrio San Cayetano, que dicho sea de paso está dando sus primeros pasos para contar con una sede en un terreno ubicado en Zapiola y Cuyo, organiza la distribución entre sus vecinos y todo aquel que quiera sumarse, de verdura que llega directo del productor, a menor precio y sin tantos pesticidas como es habitual.

   “Se trata de un programa del INTA, que se llama 'Del productor al consumidor', que en nuestra zona consiste en bolsones de varios kilos de cebolla, papa, zanahoria, zapallo y acelga que, como su nombre lo dice, no tienen intermediarios. Convocamos por WhatsApp, la gente se acerca a encargar la cantidad de bolsones que quiera, les hacemos el pedido colectivo a los productores –-de Bahía y Villarino-- y cuando nos traen las verduras, unas dos veces por mes, embolsamos y entregamos”, explicó Matilde Segura, presidenta de la sociedad de fomento de San Cayetano, una de las ocho instituciones locales que están llevando a cabo el programa.

   Y ahí es cuando entran en escena las diez familias de Villa Caracol II en riesgo de vulnerabilidad social. A la hora de embolsar los miles de kilos de verdura que bajan de las camionetas a la casa de Matilde -–provisoria sede de la sociedad de fomento--, jóvenes de dos de esas familias trabajan embolsando.

   Las restantes familias hacen lo propio en otras instituciones que reciben las verduras.

   “Cuando esto empezó en diciembre, en el primer pedido tomé 47 bolsones, ahora tomo unos 400, es decir 800 por mes. En mi casa ya no damos abasto, por lo que surgió la idea de construir un espacio en el terreno donde se levantará la sede propia para dedicarlo exclusivamente a esto, y que estos chicos en el futuro puedan llevar a cabo otro microemprendimiento, pensado como continuación del programa actual y coordinado por el Ministerio de Desarrollo Social”, agregó la fomentista.

   El éxito de la venta de los bolsones de verdura permitió levantar las paredes del espacio en el que además de armar los bolsones, los jóvenes en riesgo de vulnerabilidad social lavarán, pelarán, cortarán y envasarán al vacío fruta para vender.

   Pero todavía se necesitan el techo y las aberturas, por lo que Matilde Segura apela a la solidaridad de empresas o de los vecinos para juntar fondos.

   “Al principio eran pocos los productores que creían en esto, ahora que el programa no para de crecer se quieren asociar todos. Las máquinas para el segundo proyecto –-lavado, pelado, etc.-- nos las va a dar el Ministerio, y los chicos –-todos mayores de edad-- van a estar registrados con el monotributo social”.

   “Ellos ya saben muy bien que como van a ser sus propios jefes, si se pasan las horas tomando mate los únicos que van a perder son ellos, y si trabajan responsablemente, mejor, porque todo lo que ganen es para ellos”, opinó la vecina de Agustín Álvarez y Alberti.

   Respecto a las expectativas de crecimiento de la entidad barrial, Segura explicó que con materiales donados por la Municipalidad en los próximos días comenzará a levantarse una medianera, que a su vez será una de las paredes del SUM, y que los fondos destinados a la obra surgen de otras iniciativas.

   “Todo lo que se recauda con los bolsones de verdura es para construir el espacio de acopio y distribución y para el sueldo de estos jóvenes que pertenecen al hogar Casa Luján –-Moreno al 200--, así que en paralelo, para el sueño de nuestra sede vendemos rifas, organizamos eventos como el Día del Niño en el monumento a Milstein –-a metros del terreno de la entidad-- y en noviembre haremos una feria. Una vez que tengamos el SUM –-la idea es fines de 2019--podremos alquilarlo y así, de a poco, seguir creciendo”, explicó la mujer.

   Las sociedades de fomento e instituciones en general que toman pedidos de bolsones de verduras son las siguientes: San Cayetano (155-025244), San Roque, Villa Irupé, San Vicente, Giravida, Envión, Centro de Jubilados Vista Alegre y Centro de Jubilados Maldonado.