Ritondo: "El modelo de 911 que tomamos es de los mejores del mundo"
Por Juan Pablo Gorbal / [email protected]
“Ojalá que el paco no penetre en Bahía, porque con el paco penetra lo peor. Los narcotraficantes hoy se disputan el territorio. Después empiezan con el consumo”.
El deseo del ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo, apuntala una de las cruzadas más importantes de la gobernadora María Eugenia Vidal: desarticular el delito organizado.
En ese eje, neutralizar la corrupción policial es un desafío clave que avanza: más de 11 mil sumarios iniciados, casi 5 mil uniformados separados y otros 360 detenidos.
“Sabíamos los riesgos que corríamos desde el primer día, meterte con las mafias que enfrentamos no es gratis, pero la decisión está tomada. La gobernadora es muy valiente y es la única forma de cambiar”, advierte.
Luego de la entrega de más de 60 motos y patrulleros para Bahía Blanca, muchos con tecnología innovadora, el ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo, pasó por la Redacción de La Nueva. y respondió distintos temas de una problemática siempre vigente.
—Hoy, para la prevención urbana, funcionan unos 30 patrulleros. Quiere decir que esta entrega va a duplicar el número de vehículos en las calles de la ciudad.
—Son 20 motos y 41 patrulleros nuevos, varios de alta tecnología, con cámaras 360º, que no solamente sirven para tomar audios e imágenes de afuera, sino para una investigación, porque queda todo grabado. También trajimos una torre de vigilancia; es el cuarto o quinto municipio que la tiene, es como un centro de monitoreo, con cámara 360º, que puede tomar imágenes a 500 metros. Se puede ver desde el lugar o desde el Comando.
—Uno de los déficit es la falta de personal para ocupar los vehículos. ¿Con qué efectivos se cubrirán los nuevos móviles?
—Autorizamos a que la Policía Local pueda trabajar dentro de los patrulleros, porque, si bien tiene otro estatus y límite jurisdiccional, también es de la provincia de Buenos Aires. Más el personal del Comando. En los lugares más residenciales o céntricos, se utilizarán los patrulleros 360º, que serán ocupados por una sola persona.
—¿Este es el primer paso para que la Bonaerense absorba a la Local?
No. Se entiende que se puede hacer un trabajo en conjunto y, si hay una necesidad, como patrullar en forma en forma conjunta, hay que hacerlo. El único objetivo es ganarle a los delincuentes.
—¿El incremento de móviles permitirá ampliar las cuadrículas, que hace más de 10 años que no se modifican?
—Las cuadrículas no deben ser estáticas, son partes de confrontar con una realidad, con el mapa del calor. También hay cuadrículas que ahora se pueden hacer con 2 motos o hasta 3.
—En Bahía se escuchan muchas inquietudes y quejas por el traslado de la central de emergencias 911 a Mar del Plata.
—Lo que hemos hecho es tomar un modelo de 911 como existe en los mejores países del mundo. Hoy está tan avanzado como el de San Pablo, que fue el último que se desarrolló en Latinoamérica, tanto para el Mundial (de fútbol) como para los Juegos Olímpicos. Tenemos 3 centros, en Mar del Plata (donde reciben las comunicaciones de nuestra región), La Plata y Campana. A partir de esto, debemos pensar que pasamos de un sistema viejo, analógico, que no incorporaba tecnología desde 2005, a uno digital. Tenemos la geolocalización de las denuncias, la grabación de audio es distinta y está protocolizada por la Procuración. A veces dicen que no conocen la zona, que preguntan más de una vez entre qué calle y qué calle. Eso se hace por una cuestión de protocolo. En realidad, va a ser un gran avance, es un sistema comprobado en el mundo. Hemos invertido muchísimo dinero para tener esta tecnología.
—¿Al ministerio han llegado las quejas por algunas demoras o atención poco conveniente de parte del 911?
—Supongo que es parte del proceso de cambio. También hay mucha gente que estaba acostumbrada a llamar por cuestiones municipales y lo que hemos decidido con el intendente es que 12 de las personas que estaban acá se queden en la intendencia. Hay un punto a punto de Mar del Plata con Bahía: cuando se llama por esos temas, los recibe directamente el municipio.
Bahía y la división provincial
—Los diputados Emilio Monzó y Sergio Massa, por separado, aludieron al poder de Bahía Blanca para la región y reflotaron el tema de una eventual división de la provincia de Buenos Aires. ¿Esa medida podría servir desde el punto de vista operativo para la seguridad?
—Pensar en dividir o no, no tiene sentido. La seguridad hay que pensarla como la estamos encarando, con 135 partes que son los municipios y los intendentes. En el cambio que estamos haciendo, el intendente es fundamental en Seguridad, a partir del compromiso. Bahía Blanca es una ciudad importantísima, una de las más importantes de la provincia, que demanda tener medidas de seguridad particulares. De hecho, hoy es cabecera de todo el sector en políticas de seguridad.
—Muchos bahienses se preguntan qué tenemos que ver con el conurbano...
—Hay dos realidades distintas. Una cosa es el conurbano y La Plata y otra el interior de la provincia, pero la ciudad de Buenos Aires, una cosa es el norte y otra el sur. No es lo mismo Palermo que Liniers. No es son lo mismo algunos lugares de Tigre con otros lugares de Tigre y no habría que dividirlos. Nos hemos planteado una política que lleva tiempo, que no es de un día para el otro, no hay soluciones mágicas, sino uno las compraría y lo haría. Sí dijimos que necesitábamos una policía que tenía que ser recapacitada, reentrenada y cuidada.
—¿Cuáles son las medidas para “cuidar” a la fuerza?
—Entendimos que teníamos que separar lo bueno de lo malo y tomamos medidas que no se habían tomado nunca, como la declaración jurada. Estamos en casi 15 mil hombres de la policía. Lo otro que estamos haciendo es un examen toxicológico. Primero es una campaña de prevención, a cargo de la fundación de (el doctor Carlos) Damín, y la semana próxima empezaremos con los exámenes. Los primeros son el ministro y sus funcionarios y todo Asuntos Internos y Narcotráfico. Tenemos que tener credibilidad y compromiso en la lucha contra la droga. No es lo mismo que el comerciante de acá a la vuelta sea adicto a que un policía lo sea, porque va a comprar en el mismo lugar que tiene que allanar y cerrar. Si hay un policía que está enfermo, tiene tiempo para plantearlo, hacer el tratamiento que le ofrecemos y tener una segunda oportunidad.
Qué hacer con los detenidos
El ministro Ritondo también aludió a la situación de detenidos en comisarías, con situaciones límite que se generan, como en la seccional Primera de nuestra ciudad.
“El problema que estamos teniendo es que pasamos de tener una cantidad de detenidos a otra, porque hay una política de seguridad distinta. Hoy tenemos una superpoblación”, dijo.
Con el Fondo de Fortalecimiento, más el apoyo de Obras Públicas, se están realizando arreglos edilicios para obtener más plazas.
“Yo quiero que los detenidos estén tras las rejas, no quiero que salgan y vuelvan a delinquir porque están incómodos en un lugar. Hay una gran inversión y reforma encarada por (el ministro de Justicia) Gustavo Ferrari, como para que la cárcel termine sirviendo. El Servicio Penitenciario tiene que servir para resocializar. Si la cárcel es una carrera con escalones para ser un poquito más delincuente, va a ser muy difícil”, cerró.