Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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¿Cómo es el fenómeno del BMX freestyle en Bahía Blanca?

La ciudad cuenta, hace dos semanas, con una campeona del mundo en la figura de Agustina Roth. ¿Cómo es la pista en la que entrena?, ¿cómo funciona la escuela a la que asiste?
Alegría es lo que irradia a su paso Agustina Roth, de 16 años. Más si se encuentra en la pista, su "segundo hogar".

Nicolás Batista

nbatista@lanueva.com

Extrovertida, la “Rusita” se mueve como pez en el agua en la pista de “BMX freestyle” (una modalidad extrema del bicicross --la otra es carrera--). Casi como comprobando en todo momento que ese es “su segundo hogar”.

Agustina Roth, “Rusita” como la llaman, un talento bahiense que hace dos semanas dejó de ser promesa para transformarse en realidad, tras consagrarse campeona en Junior, en el marco de la tercera fecha de la Copa del Mundo que se disputó en Edmonton (Canadá).

“Fue muy lindo. La verdad que no me lo esperaba, pero por suerte pude lograr lo que quería. El objetivo era ir y agarrar experiencia”, dijo Roth en referencia a su primera participación en este tipo de citas. Sí, ¡la primera!

Su talento, en parte innato, se forjó en las entrañas de nuestra ciudad, más precisamente en uno de las dos centros de entrenamientos de BMX freestyle que existen en Argentina, y que se encuentra en el interior del Parque de Mayo.

Allí funciona la Escuela Municipal de BMX, encabezada por Kevin Jerassi.

“Al ser un deporte individual, sólo hay un día de entrenamiento (ver aparte), porque por lo general los chicos después aprenden a entrenar solos. Es la enseñanza que damos acá. Sí obviamente luego existe el compromiso de los padres de que los traigan a practicar el resto de los días, bajo la supervisión mía”, afirmó Jerassi, quien destacó el papel de los padres: “La municipalidad nos da una gran ayuda, pero también está la colaboración de los papás, que es gigante, y son los que están continuamente acá”.

La pista, única en su estructura junto a una ubicada en Río Grande, está compuesta por “dirts” (montañas, en este caso de tierra), un “fompy” (pileta de colchones) y una “resi ramp” (rampa con caída de goma).

Roth, cuya familia le solventa sus viajes con muchísimo esfuerzo, conoce a la perfección todos esos sitios, sabiendo que desde una pista de Bahía se puede llegar a la cima del mundo, marcando un camino de sueños al que todos pueden sumarse.