Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Muerte por hepatitis C: el médico Oscar Casalini y otros 2 procesados irán a juicio oral

Lo decidió la jueza Stemphelet. Están acusados de homicidio culposo y lesiones.
Muerte por hepatitis C: el médico Oscar Casalini y otros 2 procesados irán a juicio oral. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

  Más allá del sobreseimiento total dictado en favor del médico Roberto Eduardo Baroni, por los seis casos de contagio de hepatitis C -uno fatal- en la clínica de su propiedad, ubicada en Gorriti 371, la jueza de Garantías N° 1, doctora Gilda Stemphelet, orde nó elevar la causa a juicio para los otros tres procesados.

   Se trata del doctor Oscar Gustavo Casalini, el anestesista José Luis Calió y la técnica radióloga Gladys Susana Rivadeo, quienes están acusados de homicidio culposo (un caso) y lesiones culposas (cinco hechos). Ahora la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal tendrá que sortear para saber cuál de los juzgados en lo Correccional llevará adelante el debate.

"Ante la circunstancia probada de los contagios y la aseveración de que ello pudo haberse producido por una contaminación de los fluidos administrados por vía endovenosa, es decir el pasaje del virus en el proceso de administración de fluidos, jeringas, agujas y llaves de tres vías, o a la contaminación de
equipos endoscópicos o pinzas de biopsias que pudieran transportar partículas virales de una persona a otra, de no mediar un proceso de esterilización eficaz (...) es dable afirmar, al menos con el grado de probabilidad que amerita esta etapa procesal, que durante los estudios hechos a las víctimas de autos no se cumplieron con las normas y protocolos que administran los estudios en cuestión", explicó la jueza en la resolución a la que accedió La Nueva.
De lo contrario -aseguró- "no se hubieran producido los contagios".
Todos los pacientes afectados fueron a la misma clínica, los días 5 y 10 de septiembre de 2012, se atendieron con el mismo gastroenterólogo y anestesista y con idéntico mecanismo de sedación, aunque realizaron diferentes tipos de endoscopía. En consecuencia, el patrón común son los médicos intervinientes y la anestesia utilizada.
Stemphelet tuvo en cuenta la declaración de las víctimas que tuvieron lesiones graves pero sobrevivieron (Gastón Piazza, Mariano Antonio Palma, Victoria Giaggiotti, Valeria Zappacosta y Mario Engraf), de las hijas de Mónica Graciela García Suárez -la mujer fallecida- y de otros pacientes que se atendieron en el instituto en esos dos días.
También atestiguaron funcionarios de Región Sanitaria y del Ministerio de Salud provincial y se destacó la pericia del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que concluyó que "la vía de trasmisión pudo ser por falla en algunos de los eslabones obligatorios para la desinfección de los endoscopios o por contaminación durante la manipulación y administración de anestésicos".
"Hombre prudente"
Entre los fundamentos para dictar el sobreseimiento total de Baroni, la jueza dijo que "hizo todo lo que un hombre prudente pudo haber hecho".
Sostuvo, en ese sentido, que emprendió la clínica en 2009, con varios consultorios, las habilitaciones correspondientes y el contrato de "profesionales capaces y probos que durante más de tres años desarrollaron sus distintas tareas profesionales de acuerdo a la división de tareas que a cada uno le correspondía".
Aseguró que no advierte cuál debería haber sido la conducta esperada en el caso de Baroni. "A no ser que la acusación pretendiera que el director estuviera en cada uno de los estudios que realizaba Casalini lo que, además de inhumano e irrazonable, hubiera sido imposible, toda vez que no podría estar atendiendo en su consultorio y a la vez controlando a su colega con el cual no tenía ninguna relación de subordinación", afirmó.
Stemphelet entendió que Baroni fue alcanzado por el principio de confianza hacia sus colaboradores y que, de esa forma, se limita el deber de cuidado. "No existe prueba alguna que acredite que existiera algún indicio por parte de los profesionales Casalini, Calió o Rivadeo como para que el encartado tuviera motivos para pensar que no se comportarían de modo precavido, es decir sin descuidar las reglas de atención que le asistían", cerró.+

   Ahora, la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal tendrá que sortear para saber cuál de los juzgados en lo Correccional llevará adelante el debate.

   "Ante la circunstancia probada de los contagios y la aseveración de que ello pudo haberse producido por una contaminación de los fluidos administrados por vía endovenosa, es decir, el pasaje del virus en el proceso de administración de fluidos, jeringas, agujas y llaves de tres vías, o a la contaminación deequipos endoscópicos o pinzas de biopsias que pudieran transportar partículas virales de una persona a otra, de no mediar un proceso de esterilización eficaz (...) es dable afirmar, al menos con el grado de probabilidad que amerita esta etapa procesal, que durante los estudios hechos a las víctimas de autos no se cumplieron con las normas y protocolos que administran los estudios en cuestión", explicó la jueza en la resolución a la que accedió La Nueva.

   De lo contrario -aseguró- "no se hubieran producido los contagios".

   Todos los pacientes afectados fueron a la misma clínica, los días 5 y 10 de septiembre de 2012, se atendieron con el mismo gastroenterólogo y anestesista y con idéntico mecanismo de sedación, aunque realizaron diferentes tipos de endoscopía.

   En consecuencia, el patrón común son los médicos intervinientes y la anestesia utilizada.

   Stemphelet tuvo en cuenta la declaración de las víctimas que tuvieron lesiones graves pero sobrevivieron (Gastón Piazza, Mariano Antonio Palma, Victoria Giaggiotti, Valeria Zappacosta y Mario Engraf), de las hijas de Mónica Graciela García Suárez -la mujer fallecida- y de otros pacientes que se atendieron en el instituto en esos dos días.

   También atestiguaron funcionarios de Región Sanitaria y del Ministerio de Salud provincial y se destacó la pericia del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que concluyó que "la vía de trasmisión pudo ser por falla en algunos de los eslabones obligatorios para la desinfección de los endoscopios o por contaminación durante la manipulación y administración de anestésicos".

"Hombre prudente"

   "Entre los fundamentos para dictar el sobreseimiento total de Baroni, la jueza dijo que "hizo todo lo que un hombre prudente pudo haber hecho".Sostuvo, en ese sentido, que emprendió la clínica en 2009, con varios consultorios, las habilitaciones correspondientes y el contrato de "profesionales capaces y probos que durante más de tres años desarrollaron sus distintas tareas profesionales de acuerdo a la división de tareas que a cada uno le correspondía".

   Aseguró que no advierte cuál debería haber sido la conducta esperada en el caso de Baroni.

   "A no ser que la acusación pretendiera que el director estuviera en cada uno de los estudios que realizaba Casalini lo que, además de inhumano e irrazonable, hubiera sido imposible, toda vez que no podría estar atendiendo en su consultorio y a la vez controlando a su colega con el cual no tenía ninguna relación de subordinación", afirmó.Stemphelet entendió que Baroni fue alcanzado por el principio de confianza hacia sus colaboradores y que, de esa forma, se limita el deber de cuidado.

   "No existe prueba alguna que acredite que existiera algún indicio por parte de los profesionales Casalini, Calió o Rivadeo como para que el encartado tuviera motivos para pensar que no se comportarían de modo precavido, es decir sin descuidar las reglas de atención que le asistían", cerró.