Taron Egerton, otro actor en pleno ascenso
En nuestro país el nombre de Eddie, "The Eagle" ("El Águila"), no es muy conocido, pero en Inglaterra fue algo así como un héroe nacional. Ahora su historia de esfuerzo y perseverancia ha inspirado a la película Volando alto, que se estrenó en cines locales.
El joven Taron Egerton -—quien protagonizó anteriormente Kingsman: El servicio secreto— se pone en la piel de Michael Edwards, el primer atleta británico que participó en unos Juegos Olímpicos de Invierno en la categoría de salto de esquí.
Edwards logró realizar su sueño gracias a la ayuda del retirado saltador de esquí Bronson Peary (encarnado por Hugh Jackman).
Desde chico el deportista fantaseaba con participar de las Olimpiadas y finalmente lo logró cuando consiguió formar parte del equipo británico para los Juegos Olímpicos de Calgary (Canadá) en 1988.
El actor inglés, de 26 años, afirmó que la cinta cuenta "la historia de una amistad entre dos personajes inusuales".
"Eddie está decidido a ir a los Juegos de Invierno y Peary es un tipo infeliz que ha perdido su camino. Son polos opuestos pero aún así ambos resuelven sus problemas mutuamente", explicó.
Además de ser el primer saltador de esquí británico en unos juegos olímpicos, Eddie conquistó el corazón del público cuando, a pesar de quedar último en la competición, celebró su marca mientras aleteaba sus brazos como si fuera un águila en pleno vuelo.
El carisma y la espontaneidad del atleta británico provocó que Egerton no se pudiera "resistir" a interpretar a un personaje "tan único y maravilloso", que rompe con la imagen típica del deportista debido a su bigote, sus gafas circulares y su pasión por beber leche a deshoras.
"La gente conecta con Eddie porque no se lo toma en serio, es divertido", sostuvo Egerton.
La película, dirigida por Dexter Fletcher, se convierte en una comedia familiar y alegre cargada con grandes dosis de humor de la que se desprende que lo importante no es ganar o perder, sino ser perseverante y luchar contra todos los obstáculos hasta conseguir la meta.
Como parte de esa superación personal, tanto Jackman como Egerton desafían sus temores y emprenden su viaje hacia el cielo tras saltar desde 70 y 90 metros de altura ataviados con unos coloridos equipos.
Egerton carga sobre sus hombros con todo el peso cómico de la película, en lo que supone un ejercicio de versatilidad al regalar escenas como su incursión en un sauna llena de deportistas noruegos o sus múltiples caídas en la nieve.
Tanto es así que durante el estreno europeo de Volando alto, en Londres, Jackman alabó el trabajo del protagonista --fue nominado a los BAFTA--, de quien llegó a decir que "llegará lejos" y será "uno de los grandes".
"El público amará a Eddie porque no se rinde ni un poco. No tiene dinero, nunca ha tenido una oportunidad y lo que consigue con tan pocos recursos es inspirador", apuntó.
Buscando al "Águila"
Resulta ser que la búsqueda por encontrar a quien encarnara a Eddie no les llevó mucho tiempo, ya que los productores tenían al candidato perfecto bajo sus narices.
Acababan de ponerle los toques finales a Kingsman, con Colin Firth, Samuel L. Jackson, Michael Caine, Mark Strong y Egerton, en el papel de Eggsy, el héroe del filme. Fue el primer papel cinematográfico de Egerton, quien que nunca antes había actuado.
Egerton ni siquiera había nacido cuando Edwards estaba volando por los cielos de Calgary, pero el joven actor no chistó ante la oportunidad. Una prueba con Jackman en Nueva York le siguió de inmediato, antes de que le ofrecieran el papel de manera oficial antes de la Navidad de 2014. Pero lo aceptó con una sola condición.
“No tenía interés alguno en parodiar a Eddie”, dijo Egerton. “Puede ser divertido, puede tener contratiempos, pero necesita un corazón y alma, y ser real y creíble”, acotó.
En su preparación para el papel, conoció al Eddie de la vida real, quien lo ayudó a conformar su actuación.
“Eddie es un tipo muy razonable, agradable y afable”, comentó. “Tiene optimismo, y está enfocado. Hay cosas acerca de Eddie que son heroicas”.
Egerton se transformó para el papel con la adición de una peluca sutil, los característicos lentes gruesos, un poco de sobrepeso, un acento bien particular y, hacia el final de la película, su icónico bigote.
“¡Pero también necesitaba ser muy inocente!”, comentó. “Hugh le aportó todo el peso y atractivo de estrella de cine, y a mí me dio el espacio para ser un poco excéntrico. Creo que logré plasmar lo que Eddie deseaba", subrayó.
La tradición del glorioso perdedor
Condenado al fracaso. "Eddie" Edwards, el miope ex trabajador de la construcción que nació en 1963 en Cheltenham, se convirtió en un héroe muy conocido en el Reino Unido, una muestra de la orgullosa tradición británica del glorioso perdedor.
En el fondo. Eddie contaba con experiencias previas cuando intentó realizar acrobacias saltando sobre coches y autobuses en moto en un intento por imitar la espectacular audacia del legendario Evel Knievel. Quería ser esquiador completo pero era muy caro, hasta que el salto en esquí lo atrapó: "Esto se ve muy bien", demostrando que la ausencia de riqueza, puede producir grandeza.