¿Que necesitan los chicos para crecer sanos y fuertes?
Dra. Mónica Katz
Especialista en nutrición
Una escena que se repite: los chicos llegan de la escuela, van a la cocina, abren la heladera y buscan "algo" para comer.
Pero... ¿qué hay en tu casa? ¿Qué compraste? ¿Habitualmente los controlas para que no coman de más? ¿O los presionas para que terminen el plato porque son inapetentes o muy selectivos? ¿Los acompañas cuando meriendan o cenan?
Una nutrición saludable es el pasaporte a un crecimiento saludable. No importa si tu hijo es pequeño o adolescente; siempre es posible enseñarle a tomar decisiones para mejorar sus hábitos alimentarios.
Y no todo pasa por la elección de lo que comen, sino que el ambiente en el que lo hacen y la relación que se establece a nivel familiar con los alimentos también son factores fundamentales.
Para empezar, aclaremos que, por alimentación saludable entendemos aquella que es:
* Completa (incluye todos los grupos de alimentos).
* Variada (con diferentes alimentos de cada grupo; al menos 20 distintos por semana).
* Balanceada (con un poco de todo, en la proporción recomendada por el Plato de las Guías de Alimentación del Ministerio de Salud de la Nación).
* Compartida (en familia, con amigos).
* Adecuada (a la edad, las actividades y las preferencias de los chicos).
* Placentera (que incluya lo que les gusta en la "porción justa").
* Sostenible (que sea posible adoptarla como modo de vida).
Ahora bien, nosotros, los adultos, ¿cómo podemos ayudarlos? De mil maneras diferentes.
Por ejemplo, preparándoles un buen desayuno,que incluya lácteos, cereales o pan y frutas.
Si no lo consumen en casa, pueden hacerlo camino al cole, con una botellita de yogur bebible con cereales y fruta. Es importante que la mitad de lo que coman sean verduras y frutas, así que nunca dejen de incluirlas en todas las comidas.
Y que consuman al menos 3 lácteos por día (yogur, leche, postres lácteos, queso blanco, etc.).
Es cierto que no siempre es fácil lograr estas recomendaciones, pero es cuestión de tiempo y de crear el hábito.
En una de las comidas principales pueden ofrecerles pastas y cereales o tartas más verduras y en la otra carnes magras o pescados más vegetales y legumbres.
Una buena idea es tener a mano frutas y verduras listas para comer.
Es importante dejárselas a la vista.
Otra manera de involucrarles buenos hábitos es siguiendo los adultos una dieta saludable: ellos nos imitan.
Los padres que siempre están a dieta o quejándose de sus cuerpos pueden fomentar estos sentimientos negativos sobre sí mismos en sus hijos.
Limitar el tamaño de la comida e instalar como norma la porción justa es otra idea interesante.
En el mismo sentido, cuando un adulto está satisfecho debería decir: "Esto está riquísimo, pero estoy lleno y no voy a comer más". No es bueno sobornar a los chicos con comida.
En cuanto a las golosinas, les pueden ofrecer una al día, en la "porción justa". No compren ni almacenen cajas de estos dulces.
Tips saludables para familias:
a) Cocinar juntos: Aunque no sea todos los días, involucrarlos en la planificación y la preparación de los alimentos y asignarles tareas apropiadas para su edad para que no se lastimen ni se frustren. Al final de la comida, no olvidar elogiarlos.
b) Comer juntos: Compartir la mesa en familia es una costumbre saludable. Es una oportunidad para ofrecer nuevos alimentos y que los adultos sean el ejemplo. Intentar que sea un momento agradable en el que todos estén a gusto, sin discusiones ni sermones.
c) Evitar las peleas para la comida: La infancia es una oportunidad única para educar a nuestros hijos para que tengan una vida sana y la relación con los alimentos es una parte esencial de ese aprendizaje.