Comer como viajar

Mariana Kiehr

No es sencillo definir el concepto de comida étnica.

Quizás porque prácticamente todo aquello que escape a la forma tradicional de alimentarnos en materia de productos y formas de cocción puede pertenecer a esta clasificación, asociada a la comida foránea. Podemos decir sencillamente que comida étnica es aquella comida específica de una región o comunidad del planeta.

Por lo general, si bien el concepto es completamente abarcativo, se lo suele utilizar para hacer referencia a comidas o gastronomías que quedan por fuera de la típica comida occidental o de raíces europeas.

En tiempos como los que corren, con fronteras de muros cada vez más altos y alambres de púa ultra resistentes para mantener a cada uno en su lugar, hablar de valoración de cada etnia a través de su comida resulta un tanto contradictorio.

Sin embargo, las gastronomías de culturas no dominantes a nivel mundial han logrado traspasar los puestos de control fronterizo con fuerza y presencia arrolladora. Recientemente, la CNN comunicaba que en los Estados Unidos ya se venden más tortillas de maíz, base de la cocina mexicana por excelencia, que panes de hot dogs o hamburguesas. Me pregunto qué opinará Donald Trump al respecto.

La etnia no es solamente la raza a la que se pertenece, sino también todo el trasfondo cultural que hace que esa raza sea diferente a las demás.

Haciendo un recorrido histórico, fue Jacqueline Kennedy quien impuso la comida francesa en la Casa Blanca a mediados de los 60 y fue precisamente al fin de esa era cuando se inauguró la primera cadena oficial de comida étnica típicamente japonesa, "Benihana", actualmente con más de 80 franquicias alrededor del mundo.

La clave de estos locales es la fusión de la comida de otros rincones, con el gusto o costumbres locales, minimizando así el impacto cultural.

Comida árabe, comida mediterránea, comida china, comida japonesa, comida brasilera, comida peruana, la lista parece no terminar jamás. Cada uno de estos lugares, como espacios alternativos, ofrece la experiencia de viajar, a través de los sabores, a lugares exóticos, lejanos, misteriosos y desconocidos, sin problemas de visa y gastando mucho menos.

En nuestra ciudad, en los últimos años, y sumándose a esta tendencia mundial, creció la oferta gastronómica étnica, no sólo en locales con servicio en el lugar, sino en la modalidad delivery, es decir con reparto domiciliario.

Algunas propuestas para comenzar a probar: Jardín Zen desde Av. Alem 1346 ofrece sushi y comidas del mundo. En la vereda de la comida oriental también encontramos On Wok, desde Fuerte Argentino 571, con comida oriental y americana, y Sushi Club desde Av. Alem 272. Para comer en casa se suman Sushi & Roll Bahía (Sushirollbahia en Facebook) en el 4565959 y Sushi La Terraza (4527603). Jalisco Resto Bar desde Alfonsina Storni 1870, frente al paseo de la mujer, ofrece delicias exclusivas mexicanas para comer en el local o para delivery para no perderse.