El “Viagra” para mujeres sale al mercado en Estados Unidos
El "Viagra femenino" salió hoy al mercado en Estados Unidos después de que su comercialización se aprobase en agosto y tras meses de debate.
La flibanserina, que incrementa la líbido en las mujeres y su deseo sexual, se puede encontrar en farmacias de EE.UU. bajo el nombre comercial de Addyi, convirtiéndose así en el primer medicamento de este tipo disponible específicamente para el público femenino.
Pese a que los consumidores y los medios bautizaron a estas pequeñas píldoras de color rosa con el nombre de "Viagra femenino", su funcionamiento y efectos no son comparables al del medicamento para hombres.
"Addyi provee una opción de tratamiento a las mujeres premenopáusicas con desorden de deseo sexual hipoactivo, mientras que el Viagra está prescrito para el tratamiento de la disfunción eréctil", explicó la portavoz de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, Sarah Peddicord.
Addyi, a diferencia del Viagra, no modifica de ninguna manera directa la actuación de las mujeres en sus relaciones sexuales, sino que incrementa su apetito sexual, lo que llevó a parte de la comunidad científica a dudar sobre su naturaleza.
Foto: BBC
Son numerosos los médicos y farmacólogos que ponen en duda no ya solo los efectos del medicamento, sino la propia naturaleza del supuesto desorden sexual contra el que va dirigido la píldora.
"No existe una norma establecida científicamente para la actividad y deseos sexuales, y no hay pruebas de que el desorden de deseo sexual hipoactivo [al que va dirigido Addyi] sea una condición médica", explicó la profesora asociada de Farmacología de la Universidad de Georgetown Adriane Fugh-Berman.
"El desorden de deseo sexual hipoactivo es un típico ejemplo de un problema que fue patrocinado por la industria para preparar el mercado para un tratamiento específico", apuntó la doctora.
Fugh-Berman publicó en junio (dos meses antes de que Addyi fuese aprobado), junto a dos de sus colegas, Antonie Meixel y Elena Yanchar, un artículo en el "Journal of Medical Ethics" titulado "Desorden de deseo sexual hipoactivo: inventando una enfermedad para vender libido".
En él, las investigadoras acusan al desorden de deseo sexual hipoactivo de formar parte de una técnica de mercadotecnia en la que las compañías desarrollan las enfermedades al mismo tiempo que las medicinas.
La píldora modifica tres sustancias químicas claves para el cerebro, aumentando la dopamina y la norepinefrina y disminuyendo la serotonina, lo que hace incrementar la líbido en las mujeres y su deseo sexual.
Desde la FDA argumentan la necesidad de combatir el deseo sexual hipoactivo porque puede causar "angustia" en algunas mujeres, con lo que poner a disposición un "tratamiento farmacológico efectivo" puede acarrearles beneficios. (EFE)