Francisco juega su propio partido desde Italia
El papa Francisco deseó que el Campeonato Mundial de Fútbol, que se inició ayer en Brasil, sea una "fiesta de solidaridad entre los pueblos" y que se desarrolle con "un espíritu de verdadera fraternidad".
En un videomensaje leído en portugués, el pontífice afirmó que su "esperanza es que, además de una fiesta del deporte, este Mundial se pueda transformar en una fiesta de la solidaridad entre los pueblos".
"Esto supone, sin embargo, que los partidos de fútbol sean considerados por lo que son esencialmente: un juego y al mismo tiempo una oportunidad para el diálogo, el entendimiento, de mutuo enriquecimiento humano".
El Papa deseó que se pueda disfrutar "de un maravilloso Mundial, con un espíritu de verdadera fraternidad".
El pontífice, reconocido fanático del fútbol e hincha del club San Lorenzo de Almagro, destacó al deporte como "una herramienta para comunicar los valores que promueven el bien de la persona humana y ayudan a construir una sociedad más pacífica y fraterna."
Durante el mensaje grabado, el ex arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio envió un "afectuoso saludo" a los atletas que se disputarán la Copa del campeonato mundial, a los organizadores y a los espectadores del evento y pidió pensar en "la lealtad, la perseverancia, la amistad, el compartir, la solidaridad".
A horas de la apertura oficial del Mundial, el Papa reconoció que el fútbol "puede y debe ser una escuela para la formación de una 'cultura del encuentro' que conduzca a la armonía y a la paz entre los pueblos", por lo que llamó a "superar el individualismo, el egoísmo, todas las formas de racismo, de intolerancia y de instrumentalización de la persona humana".
El pontífice también enumeró tres lecciones de la práctica deportiva que, consideró, pueden aplicarse para contribuir a la paz, entre ellas, "la necesidad de 'entrenarse', el 'juego limpio' y el respeto entre los adversarios".