Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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El camino de Utopians

En tiempos difíciles para las bandas chicas, el grupo rockero se afianza y graba en Estados Unidos el disco sucesor de Trastornados. Entrevista con la cantante Barbie Recanati.

Agencia Télam

El grupo rockero argentino Utopians se encuentra en Texas, en el mítico estudio Sonic Ranch, grabando junto a los productores Hernán Agrasar y Eduardo Bergallo, el sucesor del exitoso y poderoso Trastornados.

La banda liderada por la guitarrista y cantante Barbie Recanati trabajó durante todo enero y parte de febrero en Buenos Aires para tener las canciones listas, ya que decidieron grabar el álbum en una consola Neve de cinta, al igual que lo hacen los estadounidenses de Foo Fighters.

Recanati junto al guitarrista Gus Fiocchi, Larry en batería y Mario Romero en bajo, se esforzaron para dejar listas 15 canciones y llevarlas al estudio ubicado a pocos kilómetros de la ciudad fronteriza de El Paso, donde grabarán el CD.

Ansiosa, hiperkinética, Recanati charló obre la oleada de bandas lideradas o integradas por mujeres que sacude y conmociona a la escena rockera local, también de política y del crecimiento de su grupo.

–- Sentís que formas parte de una movida de bandas de chicas o con chicas como líderes?

–-Al principio me costaba medir eso porque soy medio masculina en muchas cosas y no les prestaba atención a los prejuicios. Pero con el tiempo y desde otra perspectiva te das cuenta que muchas mujeres que tocaban con Charly García, Fito o Las pelotas estaban opacadas por tanta masculinidad.

“Esta bueno que tengamos la posibilidad de mostrarnos. Es un momento curioso para lo femenino en el rock argentino, no le doy más lugar que eso porque soy la primera que no quiere hacer diferencias y no me gusta diferencias y no me gusta hablar sobre lo especial que es ser mujer en el rock”.

–-Pero para los productores y los medios hay como una mirada especial. Vorterix armó una super banda femenina para grabar grandes clásicos rockeros.

–-Sí, eso estuvo genial, por suerte me invitaron y estuve con Lula Bertoldi y Brenda Martin de Eruca Sativa, Luli Segovia de Cirse y Silvana Colagiovanni, que es una baterista increíble y que toca con muchos músicos grossos.

“Con el correr de los años y de compartir encuentros, festivales y shows hemos armado un fuerte vínculo con otros grupos. Para mí fue especial porque por primera vez grabé sin mi banda, y tocar con mujeres fue muy grato. Silvana, Luli y Brenda son de las más talentosas. Y con Silvana pegamos tanta buena onda, que cuando nuestro baterista se fracturó un brazo, ella vino a tocar varios shows como invitada y la onda fue genial.

“Me gusta que estemos en un lugar tan alto en este momento pero está bueno que lleguemos como músicos no como mujeres, es crucial eso. Hay que mantenerlo claro. Estamos por el arte y no por el sexo con el que nacimos.

“Lo que quiero decir es que el rock de Eruca, de Utopians y de Conor Questa lo podría hacer un hombre y sería bueno igual. Lo que buscamos decir es que no somos la novedad porque somos chicas, aportamos novedad desde las canciones y la música. Eso genera una diferencia”.

El día a día

–-¿Sobre qué escribís en las letras? ¿Se mete la realidad, la política, le prestas atención a esos temas?

–-Para mí las letras tienen una importancia crucial, hablan mucho de hechos mundanos de cada persona, del día a día y de nuestras vidas. Algo que une a Utopians es la falta de interés político, despotricamos contra las injusticias, contra la desocupación, contra la represión, pero nos gusta estar al margen de las internas políticas. Estamos comprometidos desde lo artístico que puede ser algo valorado por un montón de gente.

–-La banda creció mucho en estos últimos años. ¿Los asusta o satura semejante exposición?

–-No, nos sentimos aun exhaustos de tocar. El camino ha sido largo, pero ahora nos encontramos con diferentes posibilidades técnicas y profesionales, nos acompaña un staff fijo que nos ayuda a ser mejores músicos, tenemos equipos que podemos llevar a todos lados. Cosas que en los primeros siete años no nos pasaron, no teníamos backline ni modo de contratarlo.

“Y eso se ve reflejado en esta posibilidad de grabar el disco en Texas. Trabajamos con un equipo a cinta, así que tenemos que estar muy aceitados, por eso ensayamos tanto las canciones. Y eso nos encanta".