Pasó una rápida "casi" ola polar
Si bien no alcanzó a ser una ola polar --"las olas tienen mayor persistencia", explicó a este diario Daniel Dodero, de la empresa de servicios meteorológicos Satelmet-- la ciudad soportó ayer el ingreso de un "anticiclón polar migratorio", que derivó en una notable descenso de la temperatura, la cual se ubicó cerca de los 3 grados bajo cero a las 8 de la mañana en la zona periférica.
El mercurio, sin embargo, ni siquiera llegó al 0 en el centro de la ciudad, donde el termómetro se ubicó en 2,5 grados en su medida más baja. "El anticiclón se alejó rápidamente, con lo cual empezará a subir la temperatura", remarcó Dodero.
Esa condición climática se mantendrá en los próximos días, con la proximidad de una vaguada que anticipa jornadas "más calurosas y de mucho viento".
Consultado sobre las características de este invierno en relación con los anteriores, Dodero mencionó como particularidad la "falta de persistencia en las heladas".
"No hubo continuidad porque se verificaron explosiones de aire frío con intrusiones de aire cálido, con lo cual se armó un invierno desparejo", señaló.
Por último mencionó que a pesar de "cierta percepción" que puede tener la gente, este invierno "no es menos crudo" que otros.
"Muchas veces esa sensación se instala, pero cuando uno verifica las temperaturas encuentra la misma media", finalizó.
Datos sueltos. Bahía Blanca tiene, según mencionan algunos sitios de internet dedicados al clima, una temperatura media anual de 15,7 grados, con una máxima de 23,8 y una mínima de 9,4 en los momentos extremos del año.
Las precipitaciones suman poco más de mil milímetros (en unas 80 lluvias anuales), la humedad promedio es del 58% y la velocidad media del viento es de 20 km/h.
En relación al frío, la temperatura más baja de los siglos XX y XXI se registró hace 25 años. Fue a las 6.30 del 4 de julio de 1988, cuando el termómetro marcó 11,8 grados bajo cero.