Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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Cuatro generaciones de Valacco

Como tantos hijos de inmigrantes italianos, Nazareno Valacco heredó de sus ancestros la cultura del trabajo. A sus casi 80 años, se levanta a las siete de la mañana y va al campo para dar las directivas del día y, tras una breve pausa para almorzar y recostarse un rato, retoma labores hasta que cae el sol.

 Como tantos hijos de inmigrantes italianos, Nazareno Valacco heredó de sus ancestros la cultura del trabajo. A sus casi 80 años, se levanta a las siete de la mañana y va al campo para dar las directivas del día y, tras una breve pausa para almorzar y recostarse un rato, retoma labores hasta que cae el sol.


 Lo ha hecho toda la vida, desde muy chico. Gracias a este esfuerzo supo forjar una familia que hoy se compone de tres hijos, nueve nietos y un bisnieto, Ciro, de dos meses de edad.


 Además, desde hace un tiempo, ya no está solo en sus labores. Otros varones de la familia lo acompañan. Su hijo Jorge y su nieto Agustín ponen en práctica todo lo que aprendieron de él en el cultivo del ajo y la cebolla.


 Nazareno, nacido en Médanos y uno de los más chicos de diez hermanos, conoció a su esposa Carmen cuando tenía 15 años y ella 14, en un baile cerca del pueblo. Tras la formalización del noviazgo, siete años después llegaron el casamiento y los hijos.


 Desde entonces vivieron un tiempo en el campo La Julita, herencia paterna, hasta que lograron primero mudarse al pueblo, y después al campo donde viven actualmente, desde hace casi 48 años.


 En 57 años de matrimonio --y entre cosecha y cosecha--, la pareja ha logrado conocer distintos lugares de la Argentina como San Luis, Mendoza, Bariloche (Río Negro), Santa Cruz, Tierra del Fuego y Misiones, entre otros destinos.


 Más allá de que los rindes han sido siempre variables, con buenas y malas cosechas, el "jefe" de la chacra no se queja y cuenta con entusiasmo cada detalle de la labor que aún desempeña con energía.


 "Hicimos trigo en la zona de Origone y nos fue regular. Hubo buenas cosechas pero tuvimos mala comercialización y un percance con un acopiador que se presentó a quiebra y no nos pagó nunca más", cuenta.


 "Luego vinieron años malos porque Villarino es una zona crítica para el trigo pero nos defendimos con hacienda. Después, cerca de la década del 80, nos volcamos al cultivo de la cebolla y empezamos a intensificar porque vimos que el negocio estaba acá", añade.


 Antes había cultivado ajo, producción que también lleva adelante en la actualidad.


 "Es muy difícil hacer ajo porque la gente está más práctica para el trabajo de la cebolla. Intentamos sembrar a máquina pero no tuvimos el resultado esperado", expresa.


 "Ahora nuestro principal cultivo es la cebolla. Hacemos ajo también para la exportación, pero es complicado competir con China porque tiene un ajo de buen tamaño", añade.


 En cambio --aporta-- si bien la cebolla es un cultivo que se lleva a cabo en otros puntos del país como Mendoza, San Juan y Santiago del Estero, el área de riego del Valle Bonaerense del río Colorado se destaca por la calidad.

Historia




 El padre de Nazareno Valacco llegó de Italia cerca del año 1900 y trabajó como verdulero, peón de campo y caballerizo.


 Ya instalado en Argentina, se casó, tuvo diez hijos y arrendó una quinta de 20 hectáreas a un tío que tenía más dinero.


 En 1947 se mudó con parte de su familia a Mayor Buratovich. Allí, Nazareno junto a otro hermano comenzó a comprar hectáreas --siempre en el distrito de Villarino-- y a trabajar en distintos cultivos.


 Conoció a Carmen a los 15 años y se casaron a los 22. Con ella tuvo tres hijos. Su esposa siempre se dedicó al cuidado de la casa, de los niños y de su jardín. Amante de la cocina, supo deleitar a la familia con sus delicias caseras, principalmente los quesos, dulces y salsas.


 En la actualidad, la pareja vive con sus perros Luna y Cani, en una casa lindera al campo que tienen en Mayor Buratovich.


 Junto a Vicente Valacco (sobrino) y su esposa Norma Monterubianessi, suelen pasear por distintos destinos mientras Jorge Valacco (hijo) queda a cargo de la chacra familiar.


 Uno de sus sueños es conocer Europa ya que, además de ser la tierra de sus ancestros, en Italia vive su nieta Lucía Hitce, quien se encuentra en pareja con el jugador de básquet bahiense Bruno Cerella.


Preocupación.
Los Valacco se muestran preocupados por un fenómeno del que no son las únicas víctimas en el pueblo: la inseguridad. En solo un año han sufrido el robo de 27 animales. Dicen que todos suponen quienes son los ladrones y hasta cuál es la modalidad del asalto, pero al no tener pruebas, no se puede acusar a nadie. "Cuando el ternero tiene cuatro o cinco meses tenés que venderlo para que no te lo roben. Los faenan y se los llevan a caballo", cuenta Nazareno.


Toda la familia.
Nazareno Valacco y Carmen Bertazzo tienen tres hijos: Jorge, Silvia y Marcelo. El primero está casado con Rosana, trabaja en el campo y es papá de Federico, Emiliano, Agustín y Franco y abuelo de Ciro. Silvia, por su parte, es esposa de Ricardo Hitce, vive en Bahía Blanca y es mamá de Lucía, Pilar y Francisco. Marcelo, el más chico de los hermanos, vive en Buenos Aires donde se desempeña como médico traumatólogo --especialista en columna en el hospital Italiano. Está casado con Mariel y es papá de Uma y Gala, de cinco y siete años.