Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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Adiós al mundo imaginario del gran Manuel García Ferré

BUENOS AIRES (Télam) -- La muerte de Manuel García Ferré causó profundo pesar en toda una generación que creció y disfrutó de sus personajes entrañables. El artista gráfico e historietista falleció el jueves a los 83 años, durante una operación del corazón que se le practicó en el Hospital Alemán de la Capital Federal, al que había ingresado previamente para hacerse un chequeo.

 BUENOS AIRES (Télam) -- La muerte de Manuel García Ferré causó profundo pesar en toda una generación que creció y disfrutó de sus personajes entrañables.


 El artista gráfico e historietista falleció el jueves a los 83 años, durante una operación del corazón que se le practicó en el Hospital Alemán de la Capital Federal, al que había ingresado previamente para hacerse un chequeo.


 El historietista nació en la ciudad española de Almería, el 8 de octubre de 1929, y se radicó en Argentina a los 17 años, huyendo del franquismo.


 Ya en Buenos Aires rindió las equivalencias del bachillerato que había cursado en España e ingresó en la Facultad de Arquitectura de la UBA.


 Para poder subsistir, trabajaba como free-lance para agencias de publicidad, y por las noches comenzaba a darle forma a su futura galería de personajes.


 García Ferre recorría con su carpeta de dibujos bajo el brazo las redacciones de las revistas, logrando en 1952 que el personaje Pi-Pío fuese aceptado en la revista "Billiken", de Constancio Vigil.


 Pí-Pío vivía en un pueblo llamado Villa Leoncia, lugar donde aparecerían por primera vez otros personajes que se volverían famosos, Oaky e Hijitus.

Años de gloria.




 Durante más de 30 años editó la revista infantil "Anteojito", tomando como imagen central para la revista al personaje que se había hecho popular con anterioridad, protagonizando una serie de dibujos animados publicitarios para la televisión.


 Durante 30 años, "Billiken" y "Anteojito" fueron las líderes del mercado del público infantil.


 En 1967 estrenó en televisión la serie de dibujos animados Hijitus, que se transmitió diariamente por Canal 13 hasta 1974, aunque esa emisora volvió a emitirla en 2012.


 Fue la primera serie televisiva de dibujos animados de la Argentina y la más exitosa de América Latina, en toda su historia.


 Su primera película fue Mil intentos y un invento (1972), Petete y Trapito (1975), Las aventuras de Hijitus, Calculín, El Libro Gordo de Petete, aunque estas dos comenzaron como series de televisión.


 Luego la siguió Ico, el caballito valiente, la exitosa y taquillera Manuelita, Corazón, las alegrías de Pantriste, y la última del 2012 fue Soledad y Larguirucho, con la reconocida cantante.


 A lo largo de su carrera, García Ferré creó una lista gigantesca de personas tales como Anteojito, Hijitus, Larguirucho, Antifaz --el tío de Anteojito--, Calculín y Chifuleta, entre muchos otros.


 Además de Villa Leoncia, García Ferré creo otro mundo imaginario que fue Trulalá, la ciudad en la que vivía Hijitus, en la que existían personajes como el Boxitracio, el profesor Neurus, Pucho y el comisario, famoso por sus frases "¡Marche preso, desacatau!" y "¡A repimporotear al calabozo!"


 El Patriarca de los Pájaros, Serrucho, Larguirucho, Gold Silver, el padre de Oaky, Gutiérrez, el perverso mayordomo y chofer de Gold Silver, fueron otros personajes.


 En ese mundo de cómics también destacaron La Bruja Cachavacha, la Marañaza, Pantriste, Petete, Pichichus, Ovidio, Pi-Pío, Paco Pum, Raimundo, Trapito y Kechum, entre otros.

Por los chicos.




 Sobre su trabajo, García Ferré explicaba cómo llegarle al público argentino al señalar que "mientras le des imaginación, le des aventura y le des personajes buenos y malos... El chico en esencia es bueno, travieso, pícaro, lo que pasa es que los mayores les informamos con otro método. Y creemos que son más inteligentes, porque les damos mucha más información, pero eso no quiere decir que estén maduros".


 "El chico tiene los mismos móviles siempre: la ambición, el querer, el poseer, el coleccionar... Los móviles de aventuras, de imaginación, de deseos, son los mismos", señalaba el historietista.


 Sobre su dedicación a la historieta, García Ferré dijo que "siempre me ha gustado hacer caricaturas, dibujos, muñecos. Cuando era chico me hacía mis propios juguetes con alambres, con maderas, me gustaba facilitar con las manos hasta la escultura. Tenía cierta técnica".


 Al describir a sus personajes, García Ferré los describió al señalar que "los valores que mueven a todos mis personajes yo los saco de la misma humanidad, los saco de la calle y la experiencia aporta muchísimo. La ilusión, la magia y el encanto que tiene el dibujo animado, en el cine me maravilla. Lo voy a seguir haciendo hasta que Dios me dé fuerzas".