Bahía Blanca | Viernes, 25 de julio

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Nicolás Mucci fue profeta en su tierra

El joven médico veterinario Nicolás Mucci fue uno de los tres técnicos que llevaron adelante un logro que revolucionó al mundo al incorporar, vía transgénica, dos proteínas de origen humano en una vaca (Rosita Isa) para que la leche producida sea, al menos, un poco más parecida a la materna.

 CORONEL DORREGO (A) -- El joven médico veterinario Nicolás Mucci fue uno de los tres técnicos que llevaron adelante un logro que revolucionó al mundo al incorporar, vía transgénica, dos proteínas de origen humano en una vaca (Rosita Isa) para que la leche producida sea, al menos, un poco más parecida a la materna.


 Nacido en esta ciudad, Mucci cursó hasta quinto grado en la escuela rural de Calvo para completar los estudios primarios en el Colegio San José de la localidad cabecera y la secundaria en el ex Colegio Nacional.


 El investigador estuvo en Dorrego para brindar una charla en la Casa de la Cultura ante una importante concurrencia --organizada por el INTA local y el Centro de Formación Profesional Nº 401-- y recibió un reconocimiento de parte del intendente municipal Fabián Zorzano.


 "Empezamos a soñar con esta posibilidad en el año 2005, pero antes, cursando materias relacionadas con animales que se podían cruzar transgénicamente, parecía una utopía llegar a este logro", subrayó.


 "Comenzamos a trabajar con cabras, pero no se llegó el objetivo final y, a partir de allí, se puso en marcha la experiencia con bovinos", dijo.


 Mucci mencionó que pertenece a un grupo de biotécnicos de la Unidad Experimental de Balcarce, donde cada científico tiene asignadas subáreas.


 "Realicé un posgrado de fertilización in vitro y después comenzamos a desarrollar técnicas de clonación, y de la mano de ésta se efectuó el trabajo en transgénicos. A partir de allí, surgió la sociedad con la Universidad de San Martín y llegamos a este resultado", señaló.


 Tras mencionar que la ternera nació hace más de un año y ahora se aguarda que se cumpla con el objetivo final, que es la obtención de leche para amamantar a los niños, con las mismas proteínas que la leche materna.


 "La leche de vaca casi no contiene lisozina y la actividad de la lactoferrina es específica de cada especie. Además, tiene propiedades antifúngicas, antibacteriales y antivirales, lo que genera gran impacto en el sistema inmunológico de los infantes", explicó.


 "Cuando se consume leche de vaca, las proteínas presentes naturalmente sólo son una fuente de aminoácidos. Para que cumplan una función tienen que ser de origen humano", aclaró.


 Indicó que la obtención de células transgénicas con genes humanos incluidos en su ADN se realizó mediante métodos de ingeniería genética.


 "Es ahí donde se encuentra lo novedoso del trabajo, ya que se logró incluir dos genes humanos en un solo sitio del genoma bovino, pudiendo expresarse así ambas proteínas sólo en glándula mamaria durante la lactania", resaltó.


 "Para llevar adelante los estudios específicos que restan por realizar para confirmar que la leche es activa y saludable para el consumo humano, se requerirán inversiones público-privadas y el desarrollo de un marco legal que ampare los alimentos provenientes de animales genéticamente modificados", explicó.