Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

Cartas y sugerencias

Tragedia ferroviaria




 De concesiones y subsidios, habría que investigar cuánta responsabilidad les cabe en la tragedia ferroviaria de la estación Once. No es invirtiendo la carga de la responsabilidad que los libera de las consecuencias de la tragedia. No es cortando por el hilo más fino que se zafa; aquí, son todos responsables, unos por acción y otros por omisión, pero todos son partícipes necesarios para que la tragedia se produjera.


 Se debe investigar el destino y efectivo empleos de las multimillonarias cifras de los subsidios. La permanente y angustiante decadencia, a pesar de los fondos destinados al ferrocarril, Aerolíneas, petróleo, gas... La falta de capacidad para desarrollar políticas de desarrollo de transporte y energía, tan vitales para nuestro país.


 No hay ningún ciudadano argentino, salvo los funcionarios, que ignore las terribles condiciones en que se viaja. El Congreso; mudo; la CGT, muda.


 La presidenta guarda silencio; ahora saldrá el superman de la justicia, que arregla todos los entuertos de los que hoy ocupan las sillas del mal llamado gobierno.

Marcos Attias
Capital Federal

Llamado a la solidaridad propietaria









 Propietarios: tengan muchísimo cuidado a quienes les alquilan sus casas o departamentos, ya sea particular o con alguna inmobiliaria no tan de confianza. Hagan contratos hiperminuciosos antes de poner la firma, y pónganla, obviamente, a tiempo.


 Me acaba de pasar, además de robarme varios muebles y espejos valiosos de la familia, arrancar de cuajo lavamanos y artefactos de cocina, ménsulas con alacenas engrampadas, romper la casa a todo nivel, no pagar agua, luz ni gas y adeudar alquileres por más de un año, tuve que padecer también amenazas de muerte, insultos, degradaciones y golpes...


 Está todo acreditado en la justicia, en la que nunca creí en demasía, salvo honrosas excepciones como la de mi letrado; mucho menos, en este hipotético país donde la compra-venta de la mayoría de los funcionarios públicos es moneda corriente. Aunque sé positivamente que todo vuelve y se paga en este mundillo terrenal.


 Creo, también, que la carga de ser un energúmeno mental prefabricado desde su materia prima, el excremento nato, tampoco es una tarea simple de portar, con nombre y apellido, en sus tristes vidas. Así que no sean crédulos como yo: este tipo de sujetos los arruinará sin culpa ni cargos, junto a sus defensores, "individuos" de la misma calaña.


 Investiguen sus garantías a fondo, casas rentadas con anterioridad, sueldos y, obviamente, a ellos mismos, ya que suelen repetir los mismos patrones, dañando y viviendo de la gente, sin abonarles jamás un peso. Si nosotros no hacemos algo, nadie lo hará. Tendríamos, entonces, que unirnos todos los bahienses que fuimos tan brutalmente timados e impedir que siga habiendo aliados a este tipo de "personas", saber quiénes son y dónde viven, ya que no merecen continuar deambulando en libertad por las calles de nuestra ciudad, ni del mundo, estafando la honradez y bonhomía del resto de los habitantes.


 Ergo, dejo bien en claro que cualquier cosa que le llegase a ocurrir a mi familia o a mí, la única responsabilidad recaerá sólo sobre estos seres, cuya data está cuidadosamente resguardada bajo el amparo de la ley. Igualmente, la verdad, honestidad intelectual, dignidad e integridad moral que uno posee siempre estará por encima de tales escorias humanas.

Ana Cecilia del Río ([email protected])
Bahía Blanca