Bahía Blanca | Miércoles, 02 de julio

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"Espejito, Espejito": un cuento de amor y humor

"Espejito, espejito ¿quién es la más bella del reino?". En el de las comedias románticas de los '90, el título perteneció a Julia Roberts, una estrella que veinte años después sigue brillando por su belleza con los aportes que le deparó la madurez. Parece inspirada en ella una parte del personaje de la reina-madrastra que le toca encarnar en Espejito, Espejito, del director indio Tarsim Singhn, una de las dos versiones del clásico infantil Blancanieves que depara 2012 para las pantallas internacionales.




 "Espejito, espejito ¿quién es la más bella del reino?".


 En el de las comedias románticas de los '90, el título perteneció a Julia Roberts, una estrella que veinte años después sigue brillando por su belleza con los aportes que le deparó la madurez.


 Parece inspirada en ella una parte del personaje de la reina-madrastra que le toca encarnar en Espejito, Espejito, del director indio Tarsim Singhn, una de las dos versiones del clásico infantil Blancanieves que depara 2012 para las pantallas internacionales.


 Aquí llegó entre los últimos estrenos, con el debut de la otrora "novia de Hollywood" en el rol de una villana tan aborrecible como simpática, una mujer que --a diferencia de su encarnadura--, se niega a comprender que perdió en la lucha contra el almanaque.


 Ocurre que el filme propone una actualización del cuento de los hermanos Grimm, con un perspicaz guión de Marc Klein y Jason Keller.


 Un prólogo dibujado en porcelana cuenta que Blancanieves creció consentida y protegida por su padre el rey y rodeada del aprecio de un pueblo que pasaba sus días cantando y bailando, hasta que apareció en escena una joven y bella reina, que terminó por tomar el poder, luego de deshacerse de su marido.


 Ambiciosa y derrochona, se casó varias veces por interés y en el presente del relato necesita, imperiosamente, encontrar un nuevo rico a quien exprimir. Aunque tiene como candidato a un conde maduro, la reina sigue pretendiendo a un joven caballero que la despose.


 Blancanieves, a quien desatendió y dejó al cuidado de los sirvientes, está cumpliendo 18 años. Su deseo de libertad y su curiosidad la llevan a escapar del castillo. Es entonces cuando la princesa ve por primera vez a su pueblo en la miseria y asediado por una banda de siete enanos malhechores.


 La aparición del apuesto príncipe de Valencia en escena; el descubrimiento de una banda de siete enanos malhechores y la transformación de Blancanieves en una suerte de Robin Hood que complota a estos marginales para luchar por la libertad de los aldeanos entraman en una historia que dosifica la villanía y la inocencia extremas del clásico con buenas cantidades de humor paródico.


 Julia Roberts, Lily Collins (Blancanieves), Armie Hammer (el príncipe) y Nathan Lane (el ladero de la reina) se lucen entre un elenco bien dirigido y respaldado en los aspectos técnicos.


 Espejito, espejito podría definirse como un cuento de amor y humor, con un guión que, además, reserva a los parlamentos de Roberts una suerte de abdicación en favor de nuevas bellezas que son y serán las protagonistas, aún cuando el espejo le siga devolviendo un bello reflejo.