Colas, diálogos y una desagradable
¡Qué insufrible hacer una cola!
¿Por la demora?
No. Por lo que habla la gente.
(Pensé esa mañana)
* * *
Esta semana me conminaron (no importa quién) a hacerme el documentito nuevo.
Hacia Las Heras al 100 partí a las 6 de la mañana.
Llegué a las 6 y media y ya había como 40 personas. Exactamente 46, según me enteré al recibir a las 8 el número 47 de mi turno.
* * *
En la calle:
--¿Está cola es para el documento?
--Sí.
--¿Usted sabe qué había que traer?
--El documento viejo y 35 pesos.
--Uuuhhh, yo traje más papeles.
--Y... lo que pasa que no explican bien. Yo también traje más cosas por las dudas. Porque seguro que algo más siempre te piden, eh...
--Uno se cura de espanto (¡Sí, la dijo!).
(Dos mujeres, grandes, se hicieron amigas en la cola).
* * *
Adentro había que esperar. Pero siempre había algún diálogo para entretenerse. O para hartarse de las frases hechas.
--El otro día fui a hacer la VTV, 75 números me comí.
--Uuuhhh, el otro día fue mi suegro... me contó.
--Daba la vuelta por (tiró un lugar del que ni me puedo acordar el nombre).
--¿Tardaste mucho?
--Y... perdí toda la mañana.
--Yo fui en octubre, porque ahora les agarra el apuro a todos.
--No, yo fui ahora porque no me di cuenta. Mi señora me avisó que estaba por vencerse.
--Pero ¿viste el pozo que hay a la salida?
--Sí, son unos delincuentes. Te cobran 130 mangos y lo hacés m... en ese pozo.
--¿Y a mí? ¿Lo que me pasó? La primera vez me dio que tenía un amortiguador mal, pero pasé igual. La segunda vez me había olvidado de arreglarlo y cuando llegué me acordé. Pero me dio que estaba bien. No sé cómo hacen el control.
--Bueno, a mí pasó lo mismo con los frenos: primero me daba una diferencia entre uno y otro y después me dieron bien. Son retruchos.
(Dos hombres, jóvenes, se hicieron amigos en los asientos del Registro de las Personas).
* * *
La atención fue buena. Bah, como corresponde. Una vez entregado el número, me dijeron que vuelva a las 9. Volví a las 9. Y a las 9.45 estaba afuera. Todo bien, excepto por esa chica...
--Disculpame, ¿vos trabajás acá? --le pregunté.
--Eeeeehhh, seee --contestó sin pararse.
--La gente no puede entrar, ¿por qué no abrís la otra hoja? Así la gente puede entrar más cómoda.
--Yo soy empleada del Banco, es una disposición del Registro...
La dejé. Yo también estaba apurado. Me había invitado a tomar mate uno que conocí en la cola.