Alberto De Mendoza: recordado por su humildad y maestría
BUENOS AIRES (EFE/TÉLAM) -- El fallecimiento del actor argentino Alberto de Mendoza, ocurrido ayer, en Madrid, a los 88 años, se convirtió en uno de los temas más comentados de la víspera en las redes sociales de la Argentina, donde sus colegas lo recordaron por su calidad como actor y su humildad como persona.
"Muchos argentinos lo van a tener en el corazón porque fue un gran actor", opinó Carlos Belloso, quien compartió cartel con De Mendoza en su último filme, La mala verdad, estrenado hace dos semanas con gran éxito en Buenos Aires.
"Fue un maestro porque todo lo que hacía era enseñanza", añadió Belloso, quien aseguró en declaraciones al canal Todo Noticias que el fallecido actor "saludaba a todo el mundo, era humilde".
De Mendoza, uno de los galanes del cine argentino y español, "estaba en todos los detalles, hasta en el vestuario, no solamente cuando pisaba el set", explicó.
Malena Solda, otra de las protagonistas de La mala verdad, cinta de Miguel Angel Rocca por la que De Mendoza recibió el premio al mejor actor en la sección iberoamericana del pasado Festival de Málaga (sur de España), afirmó que el intérprete era "una enciclopedia del cine".
"Gracias a él, a su paciencia y a su amor por el cine y por la profesión, fui aprendiendo mucho", reconoció la actriz, que valoró que De Mendoza, a pesar de que tenía "sus exigencias. Siempre estaba bien predispuesto para trabajar. Nos hacía crecer a todos y aprender", agradeció para la misma señal de cable.
En Twitter. Las reacciones por la muerte del actor se multiplicaron ayer en la web.
"Se fue un grande. A los 88 años, murió en Madrid Alberto De Mendoza. Trabajó en más de 150 filmes. Galán, duro y tierno", alabó el crítico cinematográfico Diego Battle en su cuenta de la red social.
El periodista Nacho Goano definió a De Mendoza como "un actorazo que encarnó a "El Rafa" en forma inigualable", al recordar su papel en una popular telenovela.
"Mi cariñoso recuerdo al Gran Alberto De Mendoza. Un beso muy grande a sus hijos, mis queridos Fabián y Belén. Actores como él ya no quedan", escribió el cantante Orlando Netti.
Sus hijos lo recordaron como "un hombre apasionado, temperamental, enamorado de su trabajo", según informó la asociación española Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión (AISGE).
De Mendoza, pionero entre los argentinos que triunfaron en España, falleció en la madrileña Clínica de la Luz, donde llevaba varios días ingresado debido a una insuficiencia cardíaca.
Los restos del actor, que protagonizó cerca de 200 películas, serán cremados hoy en el cementerio de la Almudena de la capital española.
La mala noticia
"Alberto de Mendoza, una de las grandes figuras del cine, el teatro y la TV iberoamericana de las últimas siete décadas, falleció a los 88 años", informó a poco del suceso Miguel Angel Rocca, director del filme La mala verdad, última labor del actor.
"En todo este tiempo no dejé de estar en contacto con él y con su familia y yo sabía cómo venía la cosa y él también lo sabía", señaló Rocca en referencia a la insuficiencia respiratoria que aquejaba a De Mendoza y por la que estaba internado en la Clínica de la Luz de Madrid y que le impidió asistir al estreno local de la película, el 1 de diciembre pasado.
Rocca, quien con La mala verdad gozó del último protagónico del intérprete dentro de una cinta en la que también tomaron parte Analía Couceyro, Malena Solda, Carlos Belloso, Norman Briski, Mario Alarcón y Cecilia Rossetto, reveló que Alberto "me dijo que todo lo que tenía que vivir lo había vivido".
El intérprete que en la televisión argentina brilló en tiras como El Rafa y El oriental, protagonizó cerca de 200 películas junto a Carmen Sevilla, Tita Merello, Sara Montiel, Graciela Borges, Alberto Closas, Jack Palance, Irene Papas y Peter Cushing, entre otros.
La cosecha. Alberto de Mendoza nació el 21 de enero de 1923 en el barrio porteño de Belgrano bajo el nombre de Alberto Manuel Rodríguez Gallego Gonzáles de Mendoza como hijo de padres españoles que lo dejaron huérfano a los 5 años por lo que fue criado por su abuela en Madrid hasta que la Guerra Civil lo devolvió a Buenos Aires.
Ese vínculo entre la Argentina y España signó toda una trayectoria artística que le permitió cautivar a públicos de Iberoamérica y Europa con un estilo recio y personal.
Su debut cinematográfico fue en 1939 como parte del elenco de Y mañana serán hombres, de Carlos Borcosque, apenas el puntapié inicial de un tránsito plagado de obras y reconocimientos.
Filomena Marturano, El jefe y El infierno tan temido, Pasó en mi barrio, La dulce enemiga, Don Juan Tenorio, Primero yo, María y la otra, Noches sin lunas ni soles, El secreto de Mónica, Los desesperados, Lola Mora y Cleopatra, forman parte de esa galería.
Sobre tablas brilló en piezas como Panorama desde el puente, Filomena Marturano (donde retomó junto a Tita Merello una historia que también brilló en cine en 1950 bajo la dirección de Luis Mottura), Don Fausto, Un tranvía llamado deseo, Engañemos a mi mujer, Violines y trompetas, Tovarich y Las últimas lunas.
En televisión, en tanto, su impronta quedó marcada en ciclos entre los que deben mencionarse a Yo y un millón, Tiempo cumplido, Curro Giménez, El pulpo, Hombres de honor y la saga de Alta comedia que encabezó en 1993.
El último reto. Para clausurar tan imponente labor de alcance internacional, Alberto aceptó despedirse con La mala verdad encarnando de manera notable a Ernesto, el mandamás de un núcleo familiar que completan su hija Laura (Analía Couceyro) y su nieta de 10 años Bárbara (Ailén Guerrero), niña cuyas conductas escolares ponen en alerta a Sara (Malena Solda) la psicóloga del colegio.
La trama inquietante, opresiva y sutil del filme de Miguel Angel Rocca, hizo que De Mendoza aceptara el reto, algo que para el director significó "un golpe de suerte".
El cineasta reveló que "nunca pensé en Alberto de Mendoza y cuando me enteré que estaba dispuesto a hacer de Ernesto, aclaré que teníamos una película muy chiquita y que no podía pensar en un actor que trabaja en euros, pero él mostró una predisposición increíble para sostener su decisión".
"La llegada de Alberto fue algo imprevisto y, hoy, increíblemente, es imposible pensar que a La mala verdad la podría haber hecho otra persona", confesó Rocca.
El realizador relató que "aunque parecía difícil dirigir a alguien como Alberto de Mendoza que tiene 150 películas sobre el lomo, tuvimos un gran rodaje. Trabajamos con su mirada, con la cosa chiquita, con sutilezas que él fue capaz de ir incorporando".
A modo de balance de la experiencia Rocca sostuvo que "por el lado personal, siento que haber rodado con Alberto es algo que me tengo que guardar toda la vida".