Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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LO QUE CONJUGA CLAROMECO

Naturaleza y progreso Enrique Mendiberri "La Nueva Provincia" Con una clara señal de avance en sus servicios, año a año, Claromecó se va transformando en un centro turístico de características relevantes en la provincia de Buenos Aires. Considerado por sus características la capital turística del distrito de Tres Arroyos, donde se ubica como el más importante de sus tres balnearios (los otros son Orense y Reta), Claromecó ofrece paisajes diversos.

Naturaleza y progreso

Enrique Mendiberri
"La Nueva Provincia"



Con una clara señal de avance en sus servicios, año a año, Claromecó se va transformando en un centro turístico de características relevantes en la provincia de Buenos Aires.















 Considerado por sus características la capital turística del distrito de Tres Arroyos, donde se ubica como el más importante de sus tres balnearios (los otros son Orense y Reta), Claromecó ofrece paisajes diversos.


 Se caracterizan por playas de amplias dimensiones, muy similares a las de Monte Hermoso y el resto de la zona sur de la provincia de Buenos Aires, aunque todavía con una generosa presencia de la naturaleza que se resiste al avance de los ambiciosos proyectos turísticos que, inevitablemente, eligen a la localidad para cristalizarse.


 Es que en Tres Arroyos, la existencia de otros dos balnearios, de características menores, en cuanto a estructura, permiten mantener esa oferta mientras el desarrollo se instale en Claromecó.


 En verano, es el sitio elegido por miles de turistas de todo el país que, año a año, aumentan su número en busca de la paz que les permita volver a las agitadas rutinas laborales de la ciudad.


 Para lograr esa desconexión, Claromecó ofrece, además de las playas, zonas agrestes donde parar o estacionarse cuando el cuerpo requiere un cambio de paisaje. Así surgen el barrio Parque Dunamar y el Vivero Dunícola.


 El primero, considerado por sus habitantes "una localidad paralela", se extiende al oeste del arroyo Claromecó, ese límite natural en que muchos practican canotaje o buscan reparo, cuando el viento decide soplar sobre su superficie.


 En Dunamar, el sueño de Ernesto Gesell, hermano del creador de la popular villa turística bonaerense, avanza en cada temporada con inmuebles de diseños típicos, envueltos en los aromas de su rica flora natural.


 Sin apartarse de ese tipo de paisajes, en el Vivero Dunícola aparece el espacio ideal para realizar cabalgatas, compartir asados al aire libre en familia, con lugares aptos para el entretenimiento de los más chicos y el relax de los mayores.



Para no perderse

Ir a Claromecó invita a recorrer distintos puntos imperdibles, cargados de color, historia y aventura. Veamos:


1

Paseo del arroyo y sus siete cascadas

















 Es un camino paralelo al arroyo Claromecó, donde sus cascadas son el principal atractivo, junto a las ruinas de la turbina de gallegos y las instalaciones de la escuela agrícola, un establecimiento educativo modelo que funcionó hasta la década del 60.


 A través de ese sendero, también se puede llegar al viejo casco abandonado de lo que fue la estancia San Francisco de la familia Bellocq.


 En un tramo de apenas 4,5 kilómetros de extensión, antes de su desembocadura en el mar, ofrece un paseo con siete cascadas, de las cuales la última es la más importante en cuanto a su magnitud.


 A estos saltos de piedra se los puede recorrer navegando el río o bien por su camino vehicular.


2

Molino Eólico











 En tiempos donde la escasez de energía resulta una amenaza cotidiana, en las afueras del balneario surge como una obra de tecnología moderna que prevé el total de la energía que consume la localidad desde marzo hasta diciembre y un 50 por ciento en los meses de verano.


 Posee 56 metros de altura y lo sitúa entre los más altos de Sudamérica.


 Es controlado satelitalmente desde Dinamarca, por la empresa Neg Micon.


 Funciona con vientos mínimos de 4 kilómetros por hora y máximos de 100 kilómetros.

3


Golf Santana









 Los amantes de este deporte tienen asegurado su espacio en Claromecó.


 Santana ocupa 30 hectáreas y se trata de un campo en donde se alternan dunas y arboledas.


 La cancha consta de 9 hoyos y el par es de 70 golpes.


 Posee un house que se encuentra ubicado sobre la duna más alta del predio, dotado de un amplio salón con capacidad para 120 personas y todos los servicios de restaurante y confitería.


 De diciembre a marzo se juegan torneos todos los fines de semana.





Para quienes quieren desconectarse del estrés, Claromecó ofrece, además de las playas, zonas agrestes donde parar o estacionarse cuando el cuerpo requiere un cambio de paisaje. Así surgen el barrio Parque Dunamar y el Vivero Dunícola.




271

kilómetros separan a Bahía Blanca de Claromecó.