"Tavo" Kupinski, un guitarrista versatil y solvente
BUENOS AIRES (Télam) -- Gustavo "Tavo" Kupinski, el guistarrista de Los Piojos y Las Pelotas, quien falleció anteayer en un accidente, era un instrumentista versátil, con oficio y solvencia que, a fuerza de esos atributos, supo ganarse el reconocimiento de sus pares en el ambiente del rock.
Kupinski, quien perdió la vida a los 36 años, tocaba la guitarra --su principal instrumento-- desde los 9 cuando comenzó a aprender lenguaje musical siguiendo la huella de su padre, pianista.
Oriundo del barrio porteño de Palermo, pero afincado en el territorio bonaerense de El Palomar, Kapinski abordó la música desde miradas diversas. Por eso, además de la guitarra, estudió canto y bandoneón.
"Soy zurdo mental", repetía. Y explicaba: "De chico le cambié las cuerdas a la guitarra de mi papá y arranqué".
Su inclinación estética, según confesaba, lo acercaba a grupos o solistas como Sumo, Divididos, Las Pelotas, Rolling Stones, Stevie Ray Vaughan, Peteco Carabajal, Bob Marley, Bob Dylan y Neil Young, entre tantos.
Su momento de mayor reconocimiento público se asoció a su ingreso a los Piojos en 1992 en reemplazo de Pablo Guerra, quien se marchó con Los Caballeros de la Quema.
Con Los Piojos, Kupinski grabó once discos y participó de todo el ciclo hasta el concierto final, en River, el 30 de mayo de 2009.
Cuando se dio la salida de "Piti", en diciembre del 2008, Kupinsky reclamó cambios en la vida interna de la banda, un pedido que fue rechazado por el cantante, el bajista y el manager.
Esos cambios no se produjeron y colaboraron a precipitar el final de la banda. Cumplido el ciclo de Los Piojos, Kupinski conformó Revelados, junto con Pablo Guerra, con quien no llegó a grabar en estudio. Al mismo tiempo, se sumó a Las Pelotas, convocado por Germán Daffuncchio.
Revelados tocó por última vez el 18 de diciembre, en Hurlingham, y Kupinsky tenía agendados conciertos en Neuquén con Las Pelotas y luego la presentación en el Cosquín Rock, con ambos grupos.