La novela que fue antes que el filme "El secreto de sus ojos"
El guionista y escritor del libro en el cual se basó El secreto de sus ojos, Eduardo Sacheri, aseguró que la película ganadora del Oscar al mejor filme extranjero tuvo tanta repercusión, entre otras cosas, porque "mostramos una época dolorosa con humildad y sin la intención de bajar línea".
"En la película la gente permitió dolerse en ese pasado", comentó el escritor de La pregunta de sus ojos, el libro en el cual se basó el largometraje que se consagró en Hollywood.
Nada de todo esto se imaginó cuando en 2001 Juan José Campanella leyó por primera vez uno de sus cuentos. Menos aún que dos meses después de publicar La pregunta de sus ojos a finales de 2005, el director le mandaría un mail conmovido por su obra. A partir de ahí, su vida cambiaría por completo.
Luego del gran trabajo que significó adaptar el libro a la película, llegó el estreno nacional y el momento en que Sacheri se encontró yendo al cine repetidas veces para mirar una y otra vez, el resultado de su propia obra.
"Me interesaba ver la cara de la gente, que es algo que como escritor no ves nunca", señaló Sacheri, quien sostuvo que aún está sorprendido por los más de 2,5 millones de espectadores que la disfrutaron.
"Me pasó algo que para mí todavía es emocionante: terminaba la película y la gente se ponía de pie y aplaudía", agregó.
Allí también se encontraban los que en la página web oficial de la película asegurarían haber vivido la entrega de los Oscar con el mismo nerviosismo que en una final de la Copa Libertadores o que compartirían con el resto la "felicidad" y "orgullo" de "todo un país".
Es que no hace falta más que "algo de lo cual sentirnos orgullosos para que nos juntemos", expresó en alusión al fenómeno argentino que se replicó además en Los Angeles, donde la comitiva nacional era una de las más numerosas.
No obstante la alegría y el entusiasmo, y como si lo estuviera explicando a uno de sus alumnos de Historia de la escuela de Ramos Mejía donde ejerce como profesor, Sacheri aclaró que a pesar de lo que pudo haber dejado en esas dos horas el filme, "todavía tenemos que reflexionar mucho" sobre la década del 70.
Ahora, tras el regreso triunfal del premio que recorrió el mundo, tocará encargarse de lo que viene.
Por un lado, la obra teatral basada en otro libro suyo, Aráoz y la verdad, que estrenará en abril en las salas de Buenos Aires, y por otro, de sus alumnos de Ramos Mejía y Pontevedra a los que seguirá enseñando que la Historia es necesaria para construir un mejor porvenir.
Estilo entretenido
Respecto de la novela original "hubo que corregir acontecimientos; hay cosas que suceden de forma diferente porque en cine son difíciles de mostrar", y en esa transformación tuvo que ver mucho el estilo "entretenido, vivo", que hace Campanella.
"En el guión estamos presos de lo cotidiano. Creo que ese fue el gran trabajo de la adaptación: que en esa cotidianeidad se respetara la hondura de esos personajes", explicó Sacheri.
Ahora, la novela reclama de nuevo su lugar preferente, no tanto como la historia policial de un asesinato contada en la película, "con sus intrigas y sus pesquisas", sino como "una exploración de la tragedia que ese crimen genera en cada uno de los personajes", dice Sacheri.
La novela de Sacheri (nacido en Buenos Aires, en 1967) se mueve a lo largo de treinta años de la Historia argentina, con un agente judicial como principal protagonista, náufrago entre un amor platónico y su búsqueda de la verdad, que acaban transformando su vida y que le permiten evitar en el último instante las rompientes de la autodestrucción.
Historiador de formación, Sacheri utilizó su conocimiento del sistema judicial argentino, donde trabajó un tiempo, para plasmarlo en esta novela.
Su héroe, Benjamín Chaparro (en el filme se le cambió el apellido), es agente de un juzgado de instrucción y su vida queda marcada por su amor secreto a una compañera, por una parte; y el esclarecimiento del asesinato de una mujer junto a la obsesión del marido hacia su asesino, por otra.
Cuando el protagonista se pone a escribir esta historia, rompe el maleficio de la desesperación que rondaba la novela y deja pasar "una bocanada hacia el futuro".
"Yo como autor-lector necesito que alguna puerta se abra hacia el futuro, necesito esa luz que rasgue el velo de la oscuridad", asevera Sacheri.
De relatos y novelas
El secreto (o la pregunta) de sus ojos es la primera novela de este profesor y licenciado en Historia que tuvo antes un notable éxito en Argentina con sus libros de relatos.
Muchos de esos relatos eran sobre el fútbol (Esperando a Tito y otros cuentos de fútbol, por ejemplo), tema que ahora espera retomar en un filme de animación de nuevo junto a Campanella.
"Desde hacía tiempo, yo sentía que quería escribir una novela. Esta historia de crimen ya la tenía en mente, pero era demasiado grande y compleja como para meterla en un cuento", refiere Sacheri.
Cuando se escribe un cuento, "uno se está largando a cruzar un río con la otra orilla a la vista. Será torrentoso, difícil, pero vos ves a dónde vas. Una novela es como el Río de la Plata. Vos sabés que del otro lado hay algo, pero no lo ves", añade.
Sacheri recordó que su experiencia como escritor llegó ligada a su "pasión" como devorador de libros.
"Para mí escribir es simplemente dar un paso al vacío en mi formación como lector. Necesitaba ver escritas ciertas cosas que no veía", añade.
Aunque su novela hecha película le ofrece una nueva dimensión, en referencia a sus futuras colaboraciones con Campanella, ello no le impide sentir cierta nostalgia.
"Mi deseo sería volver a mi cueva de escritor de ficción con una novela que tengo por ahí, pero de momento tendrá que esperar", subrayó Sacheri. (Télam)