"Nuestro sueño está cumplido", dijo Ojeda al final la misión
"Me siento emocionado porque realmente se logró un buen objetivo que fue el peregrinar por nuestros caídos en Malvinas", dijo ayer a este diario el cabo principal (RE) Salvador Manuel Ojeda, quien cumplió junto a otros suboficiales de la Armada Argentina, en actividad y en situación de retiro, y en su mayoría veteranos de la guerra de Malvinas, la "Peregrinación del Santo Rosario", en memoria a los caídos en dicha gesta.
La comitiva arribó ayer a la Iglesia Nuestra Señora de Luján, donde fueron recibidos por el intendente Néstor Starc y el comandante de Operaciones Navales, vicealmirante Carlos Paz.
Habían partido el pasado 3 de diciembre, desde el monumento a los caídos en Malvinas, en Ushuaia, y continuaron por la ruta nacional Nº 3, hasta Punta Alta, recorriendo más de 2.300 kilómetros, con un promedio de 40 kilómetros diarios.
El grupo estuvo integrado también por el suboficial mayor (RE) Carlos Rubén Faura, tripulante del entonces buque hospital "Almirante Irízar"; el suboficial mayor (RE) Juan Domingo Rüfanacht, perteneciente al Batallón Nº 1 de Infantería de Marina; y el suboficial principal (RE) Ramiro Romero, tripulante del portaaviones "25 de Mayo".
Además el suboficial mayor Humberto Adolfo Delgado, del destructor "Piedrabuena"; el suboficial principal (RE) Rodolfo Arjona, del crucero "General Belgrano", el suboficial principal Néstor Ricardo Buey, de la Base Naval Puerto Belgrano; el suboficial principal IM (RE) Héctor Coria; el suboficial mayor IM (RE) Orlando Villa y el cabo principal IM Diego Raúl Soria, del Batallón IM de Comunicaciones Nº 1.
"No olvidarnos". Ojeda, quien integrara durante la gesta austral el Batallón Nº 5 de Infantería de Marina, realizó la travesía utilizando una pierna ortopédica, ya que sufre una discapacidad producto de su acción en combate.
"Cosechamos todo tipo de experiencia, muy buenas, las cuales fortalecieron el espíritu de grupo que concretó esta misión. Creo que el sueño está cumplido", dijo.
"Pido, siempre, y como hice en todos los lugares a los cuales llegamos, por todos los caídos en Malvinas. A todos los veteranos de guerra les pido que se unan en un Santo Rosario para pedir por todos aquellos que quedaron en Malvinas. Eso es reivindicar la fuerza de Malvinas, no olvidarla y no olvidarnos de los héroes", indicó.
Luego sostuvo que (en cada lugar al cual llegaron) "nos recibieron muy bien, muy familiar. La gente muy afectiva. Familias que se paraban en el camino para proveernos de agua, sacar fotos, preguntar cuál era nuestra misión y con sólo abrir nuestra bandera argentina le dimos la respuesta a mucha gente".
Sobre si tienen intenciones de repetir la experiencia, respondió con una sonrisa: "Primero vamos a descansar y a reponer energías y Dios dirá qué vamos a hacer más adelante. Por ahora, el deber está cumplido, gracias a Dios".
Para el vicelamirante Paz fue trascendente que un grupo de ex combatientes haya realizado esta peregrinación, sobre todo en memoria de quienes han caído en combate.
"Tanto los caídos como los veteranos de guerra de Malvinas son un ejemplo. Han sido personas probadas en combate y son nuestros seres vivientes que permiten poner nuestra mirada en su desempeño", dijo.
El comandante de Operaciones Navales sostuvo que hoy (por ayer) se destacan (a los integrantes de la comitiva) de una manera especial, sobre todo a la luz de los últimos actos de la propiación ilegítima británica.
"Por eso, creo que es trascendente estas actividades como para reforzar nuestro reclamo de soberanía en las islas, no sólo por los caídos sino también para dar muestras cabales de que nuestras aspiraciones de soberanía en las islas se mantienen intactas", dijo.
Comentó que "estuvieron hablando sobre la posibilidad de continuar con esta peregrinación. Ya se hizo Ushuaia-Punta Alta, tal vez ahora puede ser Punta Alta-La Quiaca. Pero veremos. Si tuviera tiempo disponible sería un orgullo para mí sumarme (a la comitiva)".
Armados de pasión por la memoria. Frente a la parroquia María Auxiliadora de nuestra ciudad, el intendente Starc sostuvo que en pleno año del bicentenario de la Nación "terminamos de ser testigos de la construcción de un inigualable puente con la memoria de nuestra identidad. Y este puente al que hago mención simbólicamente es mucho más que la suma de voluntades, experiencias y esfuerzos de nuestros peregrinos".
"Fueron 2.349 kilómetros esperando nuevamente abrazar a los suyos y en memoria de aquellos que envueltos en nuestra enseña se inmortalizaron entregando su vida por nuestra soberanía", dijo, al tiempo que destacó con nombres propios a los miembros de la comitiva.
Starc dijo que "consustanciados con lo que significa, en forma latente, la causa Malvinas en este terruño, es que como ciudadanos puntaltenses nuestra emoción es muy grande, enterarnos de lo que ocurría en cada uno de los lugares a los cuales arribaban, con los rostros cansados y el alma encendida. Esto nos reconfortó en Punta Alta".
"Mientras que el mundo se debate en encontrar objetivos para salir del consumismo y la pérdida de valores, nuestros orgullosos ex combatientes, armados de pasión por la memoria, vuelven a darnos una lección a lo más profundo de nuestro sentir patriótico", indicó.
Emotivo mensaje. Durante todo su recorrido, los integrantes de la peregrinación repartieron banderas argentinas con la inscripción "No los olvides. Ellos dieron la vida por nosotros", en las diferentes instituciones y Centros de Veteranos de Guerra que visitaron, brindando además charlas de su experiencia en las Islas.
El responsable de Relaciones Públicas del Centro de Veteranos de Guerra y Familiares de Caídos en Malvinas de Punta Alta, Jorge Panagiotas, sostuvo que "el 24 de noviembre, cuando partieron de nuestra institución, iban cargados de un bagaje de ilusiones, de esperanzas y de anhelos. Pero lo que más pesaba en sus imaginarias mochilas era la fe en Dios y su señora Madre, la Virgen María".
"Con el firme propósito que cada paso que dieran lo harían por todos los camaradas que no pudieron volver al seno de sus familias, por aquellos que en estos casi 28 años nos fueron abandonando y también por quienes tuvimos la suerte de volver".
"Es por eso que en vuestros oídos lo único que debe resonar es ¡gracias camaradas! El sueño fue cumplido largamente. En este grupo hay veteranos de guerra y de los que no tuvieron la fortuna de participar en aquella gesta. Pero a todos los empuja el hecho de pertenecer a la Armada, plegándose a los actos de nobleza del resto de sus camaradas y sobre todas las cosas saber que nada queda atrás. El futuro está adelante y a ellos también les corresponde las gracias de todos nosotros".
Finalmente dijo: "A ustedes, que ya están en casa, y por todo lo hecho y el sacrificio, por los caídos en la guerra, por los que nos abandonaron y por los que volvimos, muchas gracias".