Escuela Nº 63: un siglo junto a su comunidad
"Los chicos éramos muy humildes pero muy unidos, traíamos buenos ejemplos de nuestros hogares. Me acuerdo de todas las maestras, pero particularmente de la de primer grado, la señorita María Ester Iraldi, quien me enseñó a hacer sobre el renglón mis primeros círculos y palotes", rememoró Lidia Servidío, quien egresó hace 73 años de la EP Nº 63.
Su recuerdo fue uno de los tantos que enmarcaron el acto del centenario de la institución, ubicada en Vicente López al 1300, que se cumplió el viernes y que también incluyó la publicación del libro Quiero contarte, en donde se evoca la trayectoria del establecimiento.
El grupo de folklore de la escuela arrancó aplausos con el pericón nacional, dirigido por la ex docente Elba Bruno. Aunque el momento más emocionante se vivió cuando alumnos de la Escuela Nº 24, del barrio Maldonado, y de la anfitriona, lanzaron al cielo, con globos, mil grullas de papel, que según una leyenda oriental cumplen deseos, pidiendo por la paz mundial.
La fecha fue propicia para homenajear a ex directivos, ex cooperadores e integrantes del club de madres, en tanto que una banda de música de la Marina amenizó la jornada con temas populares.
Una orquesta infantil de alumnos interpretó melodías diversas, mientras que el coro integrado también por alumnos de la secundaria Nº 306 emocionó con la canción "Argentina, mi lugar".
"Mi padre, Atilio Sandroni, fue por muchos años presidente de la cooperadora, yo asistí a la institución allá por 1940, en la vieja casona de Vieytes 1320, luego fui maestra en la década del 60, aquí asistieron mis hijos y ahora mis nietos", evocó Norma Sandroni.
"Si algo caracterizó siempre a esta escuela es su relevancia dentro de la comunidad y el apoyo permanente de los padres, a través de la cooperadora y el club de madres" subrayó Mirta Pirchi de Barberio, actual directora, quien subrayó que más allá de nombres y fechas, destacaba el espíritu y una labor cotidiana de maestros y alumnos que jerarquizan a la escuela pública.
Un poco de historia.
La Escuela Nacional Nº 29, conocida como Manuel Belgrano, comenzó a funcionar el 24 de mayo de 1910, en Aldea Romana. Debido al despoblamiento del sector, al año siguiente fue trasladada a la esquina de Vieytes y Brasil.
Por entonces, el barrio se llamaba Las Quintas y así lo describió Jerónimo Villamayor, quien ejerció la dirección del establecimiento entre 1917 y 1938.
"En 1917, la edificación de Vieytes terminaba en Juan Molina. A partir de allí y a pesar de estar adoquinada la calle, causaba la impresión de entrarse a un callejón sin salida, bordeado a uno y a otro lado de cercos de tamariscos aún existentes, que causaban una sensación de indefinida tristeza, que iba desapareciendo para tornarse lóbrega desde las primeras horas de la tarde, agrandada a la noche por el silencio profundo".
La descripción es muy distinta al pujante barrio que se evidencia en la actualidad. Los cambios, obviamente, también incluyen a la escuela, ya que los 85 alumnos con los que contaba en 1911 se transformaron en los 850 que asisten en la actualidad, agrupados en 30 secciones.
Destacada visita.
María Isabel Benítez, bisnieta del perito Francisco P. Moreno, cuyo nombre lleva la institución, se regocijó de estar presente en el acto, así como en las Bodas de Brillante lo hiciera su madre. "Es evidente que valores como la educación y el respeto, que sostenía mi bisabuelo, están aquí siempre vigentes", expresó.