Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

Un tiempo después

--¿Todo tiempo pasado fue mejor? Román: --Depende. El ascenso con Villa Mitre fue el logro más importante de mi carrera. Eso sí, estaba más rellenito, je, je. Ochoa: --Ese año fue impresionante. Me recibí de licenciado en pegar patadas, je, je. "Hablando en serio, se formó un grupo humano excelente. ¿Qué quiero decir? No éramos amigos, aunque sí grandes compañeros. En esa temporada puedo asegurar que pasamos por todos los estados de ánimo".

 --¿Todo tiempo pasado fue mejor?


 Román: --Depende. El ascenso con Villa Mitre fue el logro más importante de mi carrera. Eso sí, estaba más rellenito, je, je.


 Ochoa: --Ese año fue impresionante. Me recibí de licenciado en pegar patadas, je, je.


 "Hablando en serio, se formó un grupo humano excelente. ¿Qué quiero decir? No éramos amigos, aunque sí grandes compañeros. En esa temporada puedo asegurar que pasamos por todos los estados de ánimo".


 Gilardi: --Era nuestra última oportunidad. O ascendíamos o esa camada se quedaba sin nada. En las temporadas anteriores fuimos de mayor a menor. Acá (por esa edición del Argentino "A" 1998/99) se dio exactamente al revés. Ese proceso fue inolvidable. Además, en la final, con Douglas, hice el gol más importante de mi carrera. Y eso que jugué 10 minutos (risas).


 Dicen que la historia siempre deja marcas en la vida de un ser humano. La memoria colectiva suele ser el termómetro de medición del grado de emoción sobre un acontecimiento que marcó y atrapó tiempo atrás a miles de personas.


 Es evidente que una pelota de fútbol moviliza masas y encuadra situaciones insospechadas. Es que en los clubes de barrio, donde todo cuesta el doble, esos triunfos inolvidables tienen una connotación cuantiosa, que se jerarquiza con el paso del tiempo y se atesora como algo propio.


 El 31 de julio es fecha patria en el barrio de Villa Mitre. Es que una década atrás, existió un inolvidable grupo de jugadores, animándose a escribir unos de los capítulos más gloriosos del fútbol liguista.


 En un mismo año, esa escuadra pasó del desencanto a la ilusión. De Obberti a la dupla Román-Azurmendi. De ser goleado a golear. De mantener la categoría a ascender. De canchas semivacías a estadios repletos. De fastidios e impotencias al delirio absoluto. Y de futbolistas foráneos a jugadores propios.


 A 10 años del primer ascenso de Villa Mitre al segundo escalón del fútbol argentino, Julio Román (DT), Jorge Ochoa y Pablo Gilardi desafiaron sus memorias, volvieron el tiempo atrás; y reconstruyeron hechos y situaciones de un equipo inigualable.

"Obberti no nos conocía"




 --¿Cuándo tomaron conciencia del logro?


 O: --Personalmente, con el paso del tiempo. Ese ascenso fue el puntapié inicial a una etapa de renovación institucional. El club empezó a trascender a nivel nacional y entiendo que fue un premio al esfuerzo a esa camada de jugadores.


 --¿Por qué fracasó Obberti (Alfredo)?


 G: --No nos conocía. Los resultados no ayudaron, el clima se iba poniendo tenso y estábamos francamente a la deriva. Al poco tiempo llegaron Julio (Román) y "Cata" (por Osvaldo Azurmendi), arreglaron todo, el equipo jugaba bien y ganaba. De local era imbatible y afuera éramos durísimos.


 "Siempre digo que ese grupo mereció ascender mucho antes. Por una cosa o por otra encontrábamos varias piedras en el camino. Pero ese año, el plantel quería ascender sí o sí. De todas maneras, el club, en ese momento, no estaba preparado para jugar en la `B' Nacional".


 --Julio, ¿cómo hicieron para revertir esa situación?


 --Simplemente era poner cada ficha en su debido lugar. No hicimos magia. Ellos --señalando con su dedo índice a Gilardi y Ochoa--, lamentablemente, ascendieron demasiado tarde.


 "La clave de ese plantel era la confianza. El punto de inflexión fue animarnos a ir más allá. Se fueron dando los resultados, el equipo transmitía seguridad, sólo pensábamos en el día a día y cuando nos dimos cuenta, estábamos en el Repechaje".


 --Llegaron a Tandil para enfrentar a Douglas, ¿cuál fue el mensaje hacia los jugadores?


 R: --Que no desaprovecharan esta oportunidad y que quedaran en la historia del club.


 --Esas palabras sirvieron de estimulación, ¿también pudieron ejercer una presión?


 R: --Era un plantel maduro. Sabía que iban a captar el mensaje positivamente. Ellos eran conscientes de que el ascenso estaba en sus manos. Hicieron más de lo muchos pensaban.


 --¿Y por qué aceptaste ese reto?


 R: --Sentí que el club me necesitaba. Jamás pensé en lo que podía venir. Alfonso Rodríguez (dirigente del club) me preguntó si quería agarrar. Y le dije: `cuente conmigo'. Nos encontramos en la estación de servicio del cual era propietario. Me habló como hincha y me dijo: `Julio, me conformo con salvarnos del descenso'.


 "Por supuesto, interiormente sabía que Villa Mitre estaba para mucho más. Lo abracé, se tranquilizó y ahí empezó esta historia. Rescatamos al `Negro' Carrizo (Sergio) de `profe', charlamos con Osvaldo (Azurmendi) y al otro día estábamos trabajando".

Renunció y ascendió...




 --"Vasco", ¿cómo vivieron esa transición?


 O: --Cuando viajamos a Monte Hermoso, en medio de la pretemporada, hablé con Obberti, en una habitación. Me dijo que a varios chicos del plantel, incluido yo, no nos iba a tener en cuenta.


 "Estaba Ayala (Hugo) y, en algún tramo del torneo, hasta jugué de carrilero por izquierda. Era un técnico que no se identificaba con los jugadores locales. El se manejaba con los de afuera. Típico de entrenador foráneo. Ojo, no le hicimos la cama ni mucho menos. Respetábamos su decisión, aunque jamás la compartimos".


 --¿Imaginaban un cambio radical en poco tiempo?


 O: --Nosotros siempre supimos que teníamos material para ascender. El punto central estaba en el convencimiento.


 "El cuerpo técnico entrante respaldó esa idea. Julio nos dijo ni bien llegó: `De la puerta para adentro somos los mejores. De la puerta para afuera somos un equipo más'. Y fue nuestra última chance. Después me tocó jugar el Nacional "B" con 29 años, sentía el desgaste y no lo disfruté demasiado".


 O: --(interrumpe)... Cuando vencimos a Huracán Corrientes estábamos contentos porque íbamos a tener una semana más de cobro (risas). Jugamos con Douglas y sabíamos que teníamos posibilidades de cobrar el mes entero. Era así de j... Jamás cobramos una suma elevada de dinero. Nadie hacía una diferencia económica.


 --Julio, ¿por qué renunciaste previo al viaje a Tandil?


 --Simple. Mi idea era viajar el jueves a la tarde y tener una noche más de concentración. Jugábamos el sábado. Queríamos hacer noche allá (por Tandil). La dirigencia dijo no. Me planté y renuncié. Se armó un revuelo impresionante. Los hinchas venían a mi casa ofreciéndome plata para poder viajar. Al otro día, sabía que había hecho macanas.


 "Esperamos (con Azurmendi) y nos presentamos al otro día en la práctica. Si me decían que me fuera, estaba bien porque horas atrás había dado un paso al costado. La dirigencia hizo oído sordo. Dejé todo como estaba. Salimos el viernes a la mañana, ganamos y todos felices. Es más, el `Dani' Paz y el `Negro' López durmieron todo el viaje de ida (risas).




"Había hambre de gloria"









 --Pablo, no tuviste demasiada continuidad en la parte final del torneo debido al notable rendimiento de Martín Carrillo, ¿cómo fue remarla de atrás?


 G: --Me la banqué porque un compañero estaba mejor que yo. Ese año no tenía el nivel de temporadas anteriores. Es difícil mantenerse en un club tantos años y en un mismo nivel.


 "De todas maneras, no ascender hubiera sido una cuenta pendiente muy grande en mi carrera. Después de la final perdida con Olimpo, en el '96, nos costó muchísimo recuperarnos. Ahí estábamos en la flor de nuestra edad. No se nos dio. Tratamos de no bajar los brazos. Y, a la larga, cumplimos".


 --Julio, ¿qué significó para vos ese ascenso?


 --Lo máximo. También fue inolvidable el campeonato del '91, como capitán del equipo. Fue emocionante ver jugar en las finales al "Negro" Luna, Minor (Diego) y Langol (Gabriel). El nivel de Martín (Carrillo) me gratificó.


 "En ese momento, todavía pensaba como jugador. No vendíamos humo. El tema era pasársela al que más sabía, ser prolijos, alimentar a `Dani' (Paz) y llegar con continuidad al gol. Había mucha hambre de gloria".


 --Julio, ¿Cómo era la cábala del saco?


 --Si ganábamos un partido de visitante, me ponía un saco todos los partidos. Me parece que el gestor de esa cábala era "Paquillo" (Sánchez). Cuando hacía frío, me tenía que poner pulover abajo, je, je.



El plantel, uno x uno

JugadorPJGolesExp
Sandro Elmo Andreani8----
Hugo Alfredo Ayala2----
José Carlos Cárdenas10----
Martín Javier Carrillo1915--
Gustavo Marcelo Coronel2241
Lautaro Marcelo Cossia61--
Javier Sergio Galeano4----
Pablo Rubén Gilardi225--
Fernando Alberto Iglesias21--
Gabriel Alejandro Langol14----
Carlos Julio López24-38--
Lucas Gonzalo López2----
Mauricio Miguel Luna7----
Mario José Martínez 193--
Diego Antonio Minor2----
Mario Daniel Ocampo4----
Oscar Jorge Ochoa213--
Néstor Daniel Paz2113--
Víctor Walter Paz1-1--
Juan Fermín Ponte12--
Emiliano Fernando Ramoscelli19----
Gastón Gabriel Salas231--
Luis Eduardo Sánchez2431
Rómulo César Severini711
César Atilio Soutullo1421
Nicolás Javier Venticinque1----
Gabriel Alejandro Wentland22----
Carlos Atilio Yulita122--
Víctor Isidro Zwenger23--1

Base de datos: Eduardo López.