Quedó aclarado el crimen del barrio Pampa Central
Adrián Andrés Gon, de 23 años, acusado de ser el ejecutor del homicidio de una mujer en el barrio Pampa Central, en el marco de un supuesto acto de venganza, fue arrestado anteanoche, cuando aparentemente se disponía a ingresar en el domicilio de su padre y, de esa manera, el caso quedó virtualmente esclarecido.
Más aún después que el propio acusado confesó su intervención en el sangriento episodio, aunque afirmó que existió una provocación verbal e intimidación con una botella por parte de la víctima.
De todas maneras, la policía continuaba ayer la investigación para tratar de localizar el arma blanca que habría utilizado el joven para apuñalar en el cuello y provocar el deceso de Celia Delfina Curuil (62), ataque que tuvo lugar en la casa de la mujer, ubicada en Pacífico 1329.
En ese mismo lugar, la noche del 4 de agosto de 2007, José Feliciano Gon (17), hermano del ahora detenido, murió de un tiro disparado --al parecer, de manera accidental-- por Pablo Daniel Leiva (25), hijo de Curuil.
Esa situación generó enfrentamientos entre ambas familias, ya que, para los Gon, Leiva --actualmente preso en la cárcel de Villa Floresta-- tuvo intenciones de ultimar al joven y no se trató de un homicidio culposo, como hasta el momento cree la justicia.
Según se informó desde la DDI local --cuyo personal efectivizó el arresto del presunto homicida, en la zona de Pacífico al 1200, a las 23 del lunes--, "la familia de Gon, vecina de Curuil, constantemente acosaba y agredían verbalmente (a la víctima), habiéndose tornado una situación de conflicto permanente".
Es más, la semana pasada, un hermano de Leiva habría sorprendido al imputado en la puerta de su casa, amenazando a Curuil con un cuchillo, aunque el muchacho logró desarmarlo y le explicó que ni él ni su madre tenían algo que ver con el antecedente fatal, pero está claro que no lograron persuadir al visitante.
Más allá de este cuadro indiciario, los investigadores lograron reunir el lunes al menos tres testimonios considerados clave para llegar a la captura.
Se trata de allegados al sospechoso, que "testimonian haber escuchado de boca de Gon manifestaciones autoincrimimantes".
Uno de ellos, tal como informáramos en la edición de ayer, habría escuchado al supuesto homicida cuando decía "me mandé la madre de todas las c...", en directa alusión al crimen.
El inspector Marcelo Medoro, jefe de la DDI, explicó que desde la fiscalía actuante, a cargo del doctor Gustavo Zorzano, se recibieron "precisas instrucciones" y los grupos operativos a su cargo "recabaron información que conducen indudablemente a la responsabilidad del hecho que se investigaba de Adrián Andrés Gon, de 23 años".
"Durante la tarde (del lunes) se hicieron distintas diligencias conducentes, hasta que en horas de la noche se hizo efectiva la detención de Gon, en circunstancias que quería ocultarse en la casa de su padre", afirmó la autoridad policial.
Buscan el cuchillo
Una vez atrapado Gon y al margen de su interrogatorio en sede judicial, la pesquisa policial se orientó a la localización del arma homicida, para terminar de cerrar el círculo.
A partir de la descripción de testigos y referencias que habría realizado el imputado a éstos, a media mañana de ayer se practicó un rastrillaje en un canal de desagüe que corre paralelo a las vías del ferrocarril, en la avenida Colón al 2200.
Personal de la DDI, peritos de la Policía Científica y bomberos del Cuartel Central revisaron el curso de agua y su entorno --cubierto por una profusa vegetación--, aunque no pudieron encontrar el cuchillo casero, tipo Tramontina, que habría utilizado el joven para terminar con la vida de Curuil.
A partir de algunos comentarios, se supo que Gon, una vez cometido el crimen, se habría "aguantado" en un edificio cercano a ese desagüe --en el cual funcionara en otros tiempos una empresa y que actualmente estaría usurpada-- y que, luego de cambiarse la ropa ensangrentada, se retiró.
El mismo o un allegado habría sido quien lanzó en ese sector el cuchillo --dentro de una bolsa de nylon blanco--, aunque la búsqueda de la víspera no arrojó los resultados esperados.
Un vocero de la Delegación Departamental de Investigaciones, al ser consultado desde esta redacción a última hora de la tarde, confió que el arma homicida aún no había podido ser encontrada.
El sospechoso dijo que no la quiso matar
Al declarar ante el fiscal Gustavo Zorzano, Adrián Andrés Gon admitió haber atacado con un cuchillo de su propiedad a Celia Delfina Curuil, pero aseguró que, previamente, existió una provocación hacia él por parte de la víctima.
"Dijo que él pasaba caminando por la calle Pacífico al 1300 cuando la mujer, desde la explanada de la casa, lo llamó y le dijo que se acercara, que le iba a entregar el DNI de su hermano, José Feliciano, porque no quería tener mugre en su casa", expresó a "La Nueva Provincia" un vocero de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 10, de Delitos Complejos, al hacer una síntesis del relato del acusado.
Gon, durante su exposición, en la que estuvo asesorado por el defensor oficial Eduardo Zalba, dijo que Curuil tenía en una mano el Documento Nacional de Identidad de su hermano y, en la otra, una botella de cerveza llena, situación que resultó, desde su punto de vista, una amenaza o intimidación.
"El imputado refirió que la mujer le entregó el DNI, empezó a insultarlo y criticarlo, manifestándole que el hermano se merecía lo que le había pasado, que no quería tener nada de los Gon en su poder y que no quería saber nada con esa familia", agregó la fuente.
Según el mismo narrador, el imputado extrajo el cuchillo que solía llevar en la cintura --tomó esa costumbre mientras realizaba tareas rurales en el campo-- y le dio "una estocada" a Curuil, pero aclaró que no fue su intención quitarle la vida.
"Afirmó que no la quiso matar, que lo que él quiso fue darle una estocada para que deje de manifestarse de esa manera, tras lo cual huyó del lugar, se fue a la casa de su madre, le entregó a ella el DNI, pidió ropa y salió, para refugiarse en distintos lugares", señaló el informante.
Respecto del arma utilizada para consumar el homicidio, a preguntas del instructor judicial, Gon indicó que "la tiró", pero que no recuerda exactamente dónde.
"Afirmó sentirse arrepentido por lo ocurrido, dijo que le había comentado a su padre --luego de enterarse del fallecimiento de Curuil-- que era su intención entregarse y que jamás pudo superar la muerte de su hermano menor", precisó el vocero.
"Reiteró que mató a la mujer sin querer, sin darse cuenta, que ella salió corriendo para adentro de la casa (de allí el hallazgo de manchas hemáticas en la cocina de la vivienda) y él salió en sentido contrario", concluyó.
Tremenda lesión. Un vocero judicial confió ayer a este diario que el fiscal Gustavo Zorzano sumó ayer, con la confesión de Adrián Andrés Gon, un contundente elemento incriminatorio. Previamente, el instructor tenía en el expediente indicios de enfrentamientos entre ambas familias y testimonios comprometedores. Por otra parte, se agregó al sumario el resultado de la autopsia, que reveló que Curuil sufrió una "lesión punzocortante de 2 centímetros y medio" que desembocó en la "rotura del paquete vascular del cuello" y el consecuente deceso.
Hallaron el arma con la que mataron al hincha
Debajo de una pileta de lona ubicada en una casa que había sido allanada la semana pasada, personal del gabinete de prevención del delito de la seccional Quinta incautó, en la tarde de la víspera, el arma que habría sido utilizada para matar al hincha de Olimpo.
Se trata de una pistola calibre 11.25 (conocida comúnmente como 45), color negro con cachas de plástico del mismo tono y tres cartuchos intactos en su interior (dos de marca FLB y el restante CBC).
El arma, cuya numeración de serie fue limada y no registraba marca de fabricación, fue secuestrada en la vivienda de Patricios 2046, ubicada aproximadamente a 150 metros del lugar donde el pasado 26 de febrero fue ultimado Daniel Enrique Guzmán, de 38 años, uno de los líderes de la hinchada olimpiense.
Como se informó ampliamente en anteriores ediciones, por el hecho está detenido Elio Bruno Erbín (31), domiciliado en Holdich 1937, quien el viernes pasado prefirió guardar silencio cuando compareció ante el fiscal Christian Long, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 5.
El arma en cuestión fue hallada debajo de una pileta de lona azul, que contenía agua hasta una altura aproximada de diez centímetros.
Los uniformados ya habían allanado la casa, con resultado negativo, pero en la continuidad de la tarea investigativa fue observada la concurrencia al lugar de personas no habitués al sector.
Luego de contar con la anuencia de Luis Eduardo Guzmán (28) --hermano de la víctima--, domiciliado en Holdich 2167, el personal policial pudo pasar de esa vivienda en construcción, contigua a la casa allanada, a la que se ingresaron por los fondos, con la autorización de su moradora, identificada como María Andrea Luna (31).
El dato preciso que manejaban los investigadores, ameritó que la comisión policial llegara al lugar con un perito, cuyo informe será remitido en la mañana de hoy al fiscal que entiende en la causa.
En cuanto a la situación de Luna, trascendió que la fiscal citaría a la mujer con la finalidad de recibirle declaración testimonial.