Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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Salarios: el sector del transporte ya solucionó lo suyo

Las legislativas del 28 de junio se transformaron en la clásica bisagra del antes y el después. La incertidumbre sobre el futuro creada en torno a la votación va congelando rápidamente la toma de decisiones importantes, aunque también hay casos en los que se apuran definiciones, a pesar de que tengan plazos efímeros.

 Las legislativas del 28 de junio se transformaron en la clásica bisagra del antes y el después.


 La incertidumbre sobre el futuro creada en torno a la votación va congelando rápidamente la toma de decisiones importantes, aunque también hay casos en los que se apuran definiciones, a pesar de que tengan plazos efímeros.


 En el sector del trabajo se combinan cuestiones que quedarán postergadas para después y las que son resueltas para que no sean víctimas de la fiebre electoral, que sube espectacularmente.


 El punto más preocupante es el salarial: sindicalistas y empresarios apuran coincidencias de diverso tenor, aunque con la salvedad de que después de mitad de año, si no hay cambios bruscos en el rumbo, se retomarán las tratativas.


 Desde el gobierno, con la anuencia explícita o tácita de la dirigencia "K", se fijó un techo de aumento no superior al 15%. También hay rubros en los que prendió la alternativa de la suma fija.


 Entre las novedades de los últimos días surgió el acuerdo de un sector importante, el del transporte de pasajeros --colectivos, trenes y subtes--, donde se pactaron mejoras que, en pesos, significan de entre 300 y 400 pesos.


 En porcentajes, se estaría dentro de la pauta pretendida por la Casa Rosada para mantener a raya las variables. Según trascendió, las puntadas finales del acuerdo se habrían dado en la secretaría de Transporte --que depende del ministro de Planificación Federal, Julio de Vido-- y se homologará en la cartera laboral.


 Por el lado estrictamente político, se desprende que uno de los hombres fuertes del gobierno se puso a la cabeza para sostener el máximo interés oficial de acordar con un sector fundamental para el sostenimiento de la paz social.


 También hay otra cuestión, siempre envuelta en polémica: los subsidios del Estado para evitar que los mayores costos empresariales se trasladen al valor del boleto.


 Como el acuerdo, según las fuentes, tendría vigencia hasta agosto, pensar a cinco meses vista es, en medio del fragor político desatado durante las últimas semanas, un estéril ejercicio de futurología.


 Otras actividades también están acordando o a punto de hacerlo --calzado y encargados de edificios, por ejemplo--, aunque se sigue mirando atentamente a sindicatos de mayor peso, como los camioneros de Hugo Moyano.


 De acuerdo a las negociaciones de los últimos ciclos, los gremios más poderosos o con actividades más prósperas pueden maniobrar con adicionales, horas extras y otros rubros que engordan los haberes más allá del límite.


 Así como se aceleran las discusiones para cerrar pactos antes del "sprint" final rumbo al 28 de junio, otros temas siguen con destino de freezer.


 Los accidentes de trabajo son de los aspectos más relevantes. Por desinteligencias entre las partes, la reforma no pudo ser concretada hasta ahora. Para actualizar el sistema, hubo negociaciones y hasta intentos de borrador en ámbitos de negociación multilateral, pero infructuosos.


 Consecuentemente, ya no queda ni un micrón de margen para pensar que puede haber nueva ley en lo inmediato. Por supuesto, además, que las especulaciones sobre el futuro también dependerán de cómo quede dibujado el nuevo Congreso.


 Y ni hablar del empleo en negro, el rebrote de la desocupación y la merma en la actividad económica por el cóctel entre desmanejos locales y los efectos de la crisis global.


 Conclusión: en las trece semanas que quedan para las elecciones es imprescindible escuchar para ir solucionando, entre muchos otros, los dramas del trabajo, y no sólo recibir el repiquetear de las letanías que jalonan la disputa por el poder.


ARCHIVO LNP

Hugo Moyano, un cultor de la presión permanente.