Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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Multitudinario adiós a víctimas de masacre de Winnenden

Alrededor de 900 invitados asistieron a la iglesia de San Carlos Borromeo, entre ellos la canciller, Angela Merkel; el presidente, Horst Kohler.

Miles de campanas sonaron en el suroeste de Alemania al comenzar hoy en Winnenden el multitudinario y emotivo funeral, en memoria de los 15 alumnos y docentes que fueron asesinados por un joven que ingresó a una escuela hace diez días.

Alrededor de 900 invitados asistieron a la iglesia de San Carlos Borromeo en la plaza de Winnenden, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente federal, Horst Kohler, y familiares de las víctimas y compañeros de la escuela.

La misa en su recuerdo fue oficiada por el obispo evangélico del estado, Frank Otfried July, y el obispo católico, Gerhard Fürst, consignó hoy la agencia de noticias DPA.

Durante el acto, hubo un momento conmovedor cuando se leyó cada uno de los nombres, y dos jóvenes transportaron una vela por el camino que conduce a la iglesia, donde las encendieron y las dejaron junto con una rosa amarilla sobre el altar.

Una hora después de comenzar el oficio religioso, la policía informó que se congregaron unas 7.500 personas en 11 sitios distintos en Winnenden, y miles en localidades próximas donde también hubo víctimas.

Si bien confirmaron que una multitud participó del funeral, la policía afirmó que no hubo 100.000 personas como se había anticipado.

El acto podía seguirse en grandes pantallas ubicadas en otras iglesias y estadios deportivos de la ciudad, y fue transmitido en directo por la televisión alemana.

En Winnenden, el duelo se apoderó de la ciudad: numerosos comercios colocaron carteles de "cerrado por duelo", y crespones negros fueron colgados de los árboles.

Unos 500 policías y 900 efectivos de los servicios de emergencia fueron dispuestos en el lugar para garantizar la seguridad, en tanto se cerraron calles y se desvió el tránsito.

La empresa alemana de trenes agregó vagones a las formaciones que se dirigen a la zona, donde cerca de 250 periodistas de diversos países llegaron para cubrir el funeral.

El miércoles de la semana pasada, Tim Kretschmer irrumpió en su antiguo colegio de la pequeña localidad de Winnenden, en el estado de Baden-Wüttemberg, y comenzó a disparar indiscriminadamente y asesinó a ocho alumnas, un estudiante y tres profesoras.

Poco después, en su huida de la policía, mató a otros tres viandantes antes de pegarse un tiro en la cabeza.

Los familiares de las víctimas exigieron hoy mediante una carta abierta, que la tragedia tenga consecuencias políticas.

"En nuestro dolor, en nuestra desesperación y en nuestra rabia no queremos permanecer sin hacer nada", dice la carta.

Los familiares quieren "ayudar a que nunca más haya otro Winnenden".

La carta está dirigida al presidente alemán, Horst Kohler; la jefa de gobierno alemán, Angela Merkel, y el ministro del Interior de Baden-Württemberg, Günther Oettinger.

En ella se pide que se obstaculice el acceso de los jóvenes a las armas, se limiten las escenas violentas en televisión, se prohíban los videojuegos de asesinos, se tomen medidas de protección en Internet y se reglamente la información que los medios puedan dar sobre este tipo de casos.

Mientras tanto, el autor de la masacre todavía no fue enterrado, y un portavoz  de la policía en Waiblingen dijo que "todavía no se sabe", cuándo y dónde será sepultado.

Ante la casa donde hasta hace dos semanas vivía Tim Kretschmer, desconocidos depositaron velas y mensajes. "No importa lo que haya ocurrido, siempre tendrás un lugar en mi corazón. Que descanses en paz", dice uno de ellos. (Télam)