Fenómeno flogger en la ciudad
Si se le pregunta a un "flogger" qué es lo que lo diferencia de cualquier adolescente, lo primero que dice es la ropa. Fluorescente, brillante, colorida. Después, el peinado con flequillo y, a veces, piercings en el rostro.
Pero más que una cuestión de moda, el ser flogger tiene que ver con la cultura de la imagen y su difusión por la más poderosa arma de la era de la globalización: Internet.
Una vez creado su propio espacio desde la página: www.fotolog.com, cada flogger tiene la libertad de publicar (postear) sus fotos y difundir la dirección de enlace, para que habitantes de toda la ciudad, el país y el mundo, puedan verlas.
Para algunos es como llenar un álbum público con su propia imagen, la de sus amigos o hasta sus familiares.
Si se es "Cámara Gold", se tiene el permiso desde la página virtual para subir más de una foto por día y recibir más comentarios por parte de los visitantes que quieren dejar huella de su paso por la página.
Por último, se recurre a una ecuación simple: cuantas más visitas, más comentarios y más fotos, más popularidad.
Luciano Perico es bahiense y uno de los floggers más visitados de nuestra ciudad. Tiene 16 años y le dicen Wooqi.
"Tengo el fotolog (www.fotolog.com/electromodeee) desde principio de 2008 y debo tener cerca de 10 mil visitas por día. Quizás un poco más".
El reconoce que hay al menos tres chicos más cuyos espacios son tan populares como el suyo: el de Franco (electrofelix), de Antonella (electrowonder) y de Iván (ivanch0m).
"Antes de crear mi fotolog, me gustaba el hip hop pero no pertenecía a ningún grupo. Era un pibe de barrio común y corriente. Una vez que arranqué, todo fue un `flash' y terminé por cambiar mi imagen por completo".
Con fecha de expiación.
En nuestra ciudad hay tres puntos de encuentro para los floggers llegado el fin de semana: la esquina de Soler y Alsina, el shopping y la matinée del boliche bailable Chocolate.
"Cuando se empezó a hablar de `Cumbio' --Agustina Vivero, conocida como la reina del fotolog-- fue un boom y éramos tantos que nos quedaba chica la esquina", dice Luciano.
"Pero eso ya pasó. Ahora volvimos a ser los mismos que arrancamos con los encuentros".
Fue ahí donde Luciano conoció a sus amigos Leandro Arellano (17 años), María Alejandra Martín (14) y Brian Silveira (16).
Para ellos la reina Cumbio no representa a los verdaderos flogger, pero sí "el principito" Marco Emiliano Colom, quien en los últimos meses ha captado la atención de los flashes y cámaras televisivas.
"Ojalá fuera el próximo principito", dice Luciano. "El tema es que Bahía no es tan grande como Buenos Aires y los fotologs de acá no se difunden tanto. Sería muy difícil alcanzar las visitas que tiene él".
Para Luciano, la popularidad de su espacio no tiene ningún misterio. Todos los días sube fotos de él solo o con sus compañeros y amigos, y visita los espacios de otros floggers, donde deja su firma y enlace.
"Algunos ya hablan que se viene la generación de los facebookers --por el sitio www.facebook.com--. Ahí podés subir fotos, escribir en los `muros' de otros y hacer invitaciones.
"Creo que el movimiento de los flogger no va a durar como los `rollinga' --fanáticos de los Rolling Stones-- que existieron siempre. En unos años seguramente van a aparecer otros grupos que gusten más a los demás y se destaquen más que nosotros.
"Pero eso va a depender de las influencias de la sociedad de ese momento y cómo van a ser los nuevos adolescentes".
Su expresión.
Hoy la forma de escribir de los adolescentes llama la atención tanto en sus mensajes por celulares o el chateo.
Lo mismo sucede en los fotologs donde determinadas expresiones son también características de sus usuarios.
"Te mando un bso" (por beso), "se te re kiere neneh", "te re banqo", "te agregué en el feis" (Facebook), se pueden ver con sólo navegar unos minutos por estos sitios.