Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Cayeron los dueños de una farmacia

Los dueños de una farmacia del barrio de Liniers fueron detenidos ayer, acusados del desvío de 247 kilos de efedrina presuntamente a un cartel mexicano que tenía un laboratorio de metanfetaminas en Ingeniero Maschwitz, informaron fuentes policiales. Según los investigadores, la efedrina que fue encontrada en julio en poder de los "narcos" corresponde a la misma partida comprada por la farmacia San José de los Corrales, que pertenece a los dos nuevos sospechosos apresados: Guillermo Alberto Salomón (50) y su hermano Héctor Daniel Salomón (51).

 BUENOS AIRES (Télam) -- Los dueños de una farmacia del barrio de Liniers fueron detenidos ayer, acusados del desvío de 247 kilos de efedrina presuntamente a un cartel mexicano que tenía un laboratorio de metanfetaminas en Ingeniero Maschwitz, informaron fuentes policiales.


 Según los investigadores, la efedrina que fue encontrada en julio en poder de los "narcos" corresponde a la misma partida comprada por la farmacia San José de los Corrales, que pertenece a los dos nuevos sospechosos apresados: Guillermo Alberto Salomón (50) y su hermano Héctor Daniel Salomón (51).


 Con estas dos detenciones, ya suman 14 las personas presas, nueve de ellas mexicanas, a disposición del juez federal de Campana, Federico Faggionatto Márquez, en tanto que otras cinco permanecen prófugas.


 Los Salomón fueron detenidos ayer a la madrugada en sus respectivas casas, ubicadas en Juana de Arco al 4200, de Ciudadela, y en Máximo Paz al 900, de Castelar, en procedimientos ordenados por el magistrado y realizados por personal de la división Tráfico de Drogas Ilícitas de la policía bonaerense.


 La farmacia San José de los Corrales, ubicada en la avenida Rivadavia al 10.900 de Liniers, según los pesquisas, fue allanada el 29 de agosto, cuando se secuestró documentación relacionada a la compra de 247 kilos de efedrina y pseudoefedrina en clorhidrato y sulfato.


 Además, se secuestraron computadoras y más de cuatro kilos de clorhidrato de efedrina de la partida 196.107, la misma que fue hallada en poder de los mexicanos cuando se allanó el laboratorio de Ingeniero Maschwitz.


 Los investigadores determinaron que la empresa importadora de esa partida de efedrina fue Unifarma S.A., situada en Céspedes al 3800, en la Capital Federal, la cual también fue allanada el 28 de agosto pasado por los efectivos antidrogas.


 En ese procedimiento se encontró documentación sobre la venta de 247 kilos de ese precursor a San José de los Corrales y otro cargamento de 200 kilos a Carlos Edelmiro González, considerado como "triangulador" de esa sustancia.


 González es uno de los prófugos en la causa que lleva Faggionatto Márquez, quien procura determinar si las operaciones del cartel mexicano está vinculado con el triple crimen de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35).


 Hasta el momento, el juez acreditó contactos entre Forza y el argentino detenido Daniel Tarzia (61) y con uno de los prófugos, sindicado como el líder de la banda de "narcos", el mexicano Juan Martínez Espinoza.


 A los prófugos ya mencionados se le suman Jorge Alberto Ochoa, dueño de la distribuidora droguería Masterfam S.A., y de quien se sospecha que importó 650 kilos de efedrina que pudo haber pasado al mercado ilegal, y Héctor Germán Benítez, quien compró casi tres toneladas de ese precursor a otro de los procesados por el juez: Raúl Ribet.


 El restante sospechoso de integrar la banda "narco" y que está prófugo de la Justicia desde el 21 de julio es el italiano Antonio Procopio.

Doce allanamientos




 En tanto, los investigadores realizaron ayer unos 12 allanamientos en busca de descubrir la "ruta de la efedrina" que terminó en el laboratorio de Maschwitz.


 Seis de los operativos fueron realizados en oficinas de la Capital Federal y los restantes en las localidades bonaerenses de Villa Martelli, Ramos Mejía, Tigre, Ciudadela y La Plata.


 En procura de determinar el camino que siguió la efedrina, el juez le tomó ayer declaración a tres empleados de la empresa F&S Group, dedicada a la fabricación de aceites para cueros.


 Los tres testigos fueron interrogados sobre su relación con el ex funcionario municipal de General Rodríguez detenido por el caso, Carlos Manuel Poggi, quien dijo haber trabajado para esa firma como asesor en la implementación de las normas ISO 9001.

Coche con amenazas




 Un automóvil con carteles que alertaban sobre la colocación de una bomba y con amenazas a un supuesto narcotraficante generó tensión ayer en el barrio de Flores y en principio se asoció el hecho al triple crimen de General Rodríguez, por la cercanía con el lugar donde apareció la camioneta incendiada de una de las víctimas, Damián Ferrón.


 La Brigada de Explosivos concurrió y, tras una paciente inspección al automóvil, un Fiat Uno blanco, se comprobó que se trataba de una falsa alarma.


 Pegada del lado interno de las ventanillas se encontraron las siguientes leyendas --impresas con letras de computación-- que generaron alarma: "Orlando Zapula, traficante de heroína; pagá lo que debés"; "si abren, va a explotar".


 El coche, de dos puertas, estaba estacionado a unas diez cuadras de donde apareció la camioneta de Ferrón y cerca también del sobre hallado el pasado 27 de agosto con chequeras a nombre de Unifarma, la empresa de Ariel Vilán, el joven que se suicidó arrojándose al vacío y que tenía vinculaciones comerciales con el asesinado Sebastián Forza.


 Un día antes se había efectuado en la zona un allanamiento en una droguería de la avenida Juan B. Justo, que estaba también a nombre de Vilán.


 Estas circunstancias hicieron que se relacionara este hecho con el caso del triple crimen, pero hasta ayer no se había podido confirmar esa vinculación, ya que tampoco se encontró nada en el interior del auto.


 El rodado tenía la ventanilla del conductor abierta y sus patentes no eran las originales, ya que se comprobó que pertenecían a un Renault 9 (DyN).