Bahía Blanca | Lunes, 08 de septiembre

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Petrobras recibirá el crudo desde Punta Alta

La construcción de un oleoducto de 42 kilómetros de extensión, para enviar petróleo crudo desde la terminal de almacenamiento de Oiltanking, en puerto Rosales, hacia la refinería de Petrobras en Loma Paraguaya, puede observarse al costado de la ruta nacional 3. Los caños utilizados son de 12 pulgadas (unos 30 cm) de diámetro y quedarán enterrados a profundidades que oscilan entre 1,5 y 6 metros.

 La construcción de un oleoducto de 42 kilómetros de extensión, para enviar petróleo crudo desde la terminal de almacenamiento de Oiltanking, en puerto Rosales, hacia la refinería de Petrobras en Loma Paraguaya, puede observarse al costado de la ruta nacional 3.


 Los caños utilizados son de 12 pulgadas (unos 30 cm) de diámetro y quedarán enterrados a profundidades que oscilan entre 1,5 y 6 metros.


 En ambas plantas, también deberán hacerse construcciones adicionales; básicamente, vinculadas con las unidades de medición y bombeo.


 El recorrido del ducto se inicia en la terminal de Oiltanking en puerto Rosales, continúa entre la Base Naval Puerto Belgrano y Ciudad Atlántida, en Punta Alta, y sigue junto a la ruta provincial 249, por una zona de campos y el barrio Pago Chico, hasta copiar la ruta 3, en dirección a Bahía Blanca.


 Bajo el puente del barrio 5 de Abril, el oleoducto avanzará por predios del ferrocarril hasta el paraje El Guanaco, donde retomará el sentido de la ruta 3 (Camino de Acceso Sur a Puertos), hasta llegar a la refinería de Petrobras.


 La obra, que es propiedad y responsabilidad de Oiltanking, tuvo fecha de iniciación el 2 de abril último y está proyectada su finalización para principios del mes de noviembre venidero. Sin embargo, el oleoducto no va a estar operativo hasta marzo del año entrante.


 Hernán Menichetti, gerente de Proyectos de Oiltanking y responsable de la obra, comentó que el proyecto se generó a partir de la necesidad de Petrobras de asegurarse el futuro abastecimiento de crudos.


 "El suministro de petróleo en barcos, a Petrobras no le es conveniente, porque no pueden ingresar embarcaciones de gran porte a la posta de inflamables. Generalmente, los que traen crudo desde el sur, en su mayoría, son grandes. Hasta ahora, esto se resuelve con el amarre de esos buques en nuestro puerto y, desde aquí, se lleva en barcos chicos hasta la refinería", expresó.


 Menichetti señaló que la inversión está a cargo de Oiltanking, pero que la innovación posibilitará a Petrobras reducir sus costos operativos.


 "La refinería tendrá disponibilidad permanente de crudo, que es lo que está necesitando a futuro, porque las proyecciones de las cuencas del Neuquén no son buenas. En algún momento, los yacimientos van a fluctuar su producción y lo que quede remanente de esas cuencas se va a utilizar en las refinerías emplazadas en Plaza Huincul y Mendoza.


 "Cuando eso ocurra, esta refinería va a perder mucho volumen del que hoy recibe desde Neuquén y va a necesitar otra fuente de abastecimiento. Incluso, pensando en un mayor plazo, cuando las cuencas de la Argentina estén bajas y se empiece a importar petróleo, siempre y cuando no aparezcan nuevas cuencas, la entrada del crudo al país va a ser esta terminal sobre la ría de Bahía Blanca. Desde aquí, lo vamos a poder enviar a cualquier refinería que se conecte con el oleoducto de Repsol que va a La Plata", opinó el gerente de Proyectos.


 El contrato entre Oiltanking y Petrobras establece consideraciones en cuanto a la posibilidad de venta del oleoducto, de ser utilizado sólo para Petrobras o de la distribución de crudo a otras refinerías o plantas.


 Al ser consultado si el ducto instalado permitirá absorber una mayor demanda que la prevista actualmente, el directivo manifestó que, tal cual se está construyendo, el ramal sólo permite el envío de crudo desde Oiltanking a Petrobras. Sin embargo, aclaró que, si la refinería ampliara sus instalaciones, por el mismo ducto se puede enviar más volumen de petróleo, sin tener que hacer obra adicional alguna.


 La firma contratista Minicic, de Rosario, Santa Fe, es la que está construyendo el oleoducto.

Ruta del crudo




 Oiltanking no procesa el crudo de petróleo. Sus prestaciones comerciales son el almacenamiento y transporte del mismo. En puerto Rosales, la empresa tiene capacidad para acumular 480 mil metros cúbicos, en 18 tanques.


 "Los productores, ya sean los de la cuenca neuquina o los de la cuenca del sur, explotan sus yacimientos, hacen sus negocios de venta con las refinerías y luego nos transfieren ese volumen de crudo que han comercializado, por oleoductos o por barcos. Nosotros lo almacenamos y lo despachamos por el oleoducto principal que va a La Plata, cuyo propietario es Repsol", indicó Menichetti.

Sobre riesgos




 La construcción de la obra no implica la rotura de veredas ni de pavimento. Si bien el ducto pasa siempre por las zonas de servidumbre de organismos públicos o de las concesionarias de los ramales ferroviarios, la presencia de zanjas abiertas en cercanías de viviendas obligó a la empresa a mantener un contacto con los vecinos.


 "Una obra en ejecución siempre llama la atención de los niños y de las mascotas, es por ello que, más allá de cumplir con la colocación de señales, informamos a las familias mediante folletos e instrucción personalizada", indicó Menichetti.


 En cuanto a la posibilidad de explosión del oleoducto, el directivo señaló que es nula, puesto que no se acumulan gases combustibles en él.


 "Si se rompiese el oleoducto, se derramaría el crudo, pero eso no generaría una explosión. No ha habido explosiones en oleoductos, en el país. Potencialmente, es más explosiva la instalación domiciliaria de gas de una casa que este tendido", manifestó.