Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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Está cerca el encuentro entre la Iglesia Católica y la Ortodoxa Rusa

El cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, afirmó que todo da a entender que se acerca el encuentro entre Benedicto XVI y el Patriarca ortodoxo ruso, Alejo II, ya que las señales de reconciliación son muchas.

 CIUDAD DEL VATICANO (EFE) -- El cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, afirmó que todo da a entender que se acerca el encuentro entre Benedicto XVI y el Patriarca ortodoxo ruso, Alejo II, ya que las señales de reconciliación son muchas.


 "Roma y Moscú están más cerca. Todas las cosas parecen que van en dirección de un posible encuentro entre Benedicto XVI y el patriarca Alejo II. No hay una agenda concreta, pero las señales de reconciliación son muchas", dijo Kasper.


 Kasper, que acaba de regresar al Vaticano de un viaje de nueve días por Rusia, donde fue recibido por Alejo II, agregó que se está en el comienzo de una nueva situación y de una nueva realidad en la que la conflictividad del pasado parece que se desvaneció.


 Agregó que recibió una acogida inesperada, "impensable hace un año" y que Alejo II le entregó un mensaje de agradecimiento al Papa.


 "Muchas cosas cambiaron para mejor. Los ortodoxos buscan una cooperación sobre los valores cristianos, las raíces comunes de Europa, la familia, la bioética, la moral y los derechos humanos, que constituyen una prioridad absoluta y en estos temas tenemos una posición similar", señaló Kasper.


 Alejo II, según Kasper, le insistió en la necesidad del diálogo ortodoxo-católico y abogó para que el mismo facilite nuevos contactos entre las dos iglesias.


 Con motivo de la visita de Kasper, Benedicto XVI envió un mensaje a Alejo II en el que expresó su estima y aprecio al compromiso del patriarca ruso en mejorar las relaciones entre ortodoxos y católico e invocó la ayuda de Dios para que puedan recorrer juntos el camino hacia la unidad plena.

Historia




 Oriente y Occidente se separaron con el cisma de 1054, con las excomuniones del papa León IX y del patriarca Miguel Celurario. Los separan razones teológicas, como el rechazo de los ortodoxos al primado de la Iglesia de Roma y la negativa de la infalibilidad del Papa. Los ortodoxos no reconocen la validez de los sacramentos católicos, al contrario que la Iglesia católica que sí admite, desde el Vaticano II, los de la Iglesia ortodoxa. Los ortodoxos culpan a Roma de proselitismo y de intentar expandirse en territorios hasta ahora bajo su control. Visto que el primado de Pedro es uno de los escollos, Juan Pablo II dijo en varias ocasiones que estaba dispuestos a que teólogos y expertos discutieran ese tema para buscar una solución que fuera aceptada por todos.

En 2010 volverán a exhibir el Santo Sudario




 El Santo Sudario, la misteriosa sábana que algunos cristianos creen que fue la vestimenta con la que enterraron a Cristo pero que otros señalan como una mentira medieval, volverá a exhibirse en 2010, según anunció ayer el Papa Benedicto XVI.


 El Papa, quien por tradición es el dueño de la tela, dijo que espera visitar el Santo Sudario en la norteña ciudad italiana de Turín, donde está guardada enrollada en una caja plateada, "si el Señor me brinda vida y salud"


 La última vez que el Sudario fue exhibido públicamente fue en el jubileo católico del año 2000.


 La tela mide 4,4 metros por 1,2 metros y tiene la inexplicable imagen --inquietantemente revertida como un negativo fotográfico-- de un hombre crucificado.


 El Sudario muestra el frente y la espalda de un hombre con barba y pelo largo con los brazos cruzados en el pecho y tiene marcas de lo que parece ser sangre de heridas en las muñecas, los pies y el costado


 Fue mostrado sólo cuatro veces durante el siglo XX


 En 1988, pruebas con carbono de laboratorios de Inglaterra, Suiza y Estados Unidos indicaron que el Sudario databa de entre los años 1260 y 1390, lo que implicó que era falso y no podía ser la vestimenta con la cual Cristo fue enterrado.


 Pero los científicos no pueden explicar la razón por la que la imagen aparece en la tela.


 La mayoría acepta que no pudo haber sido pintada o impresa y algunos dijeron que los análisis de 1988 pudieron haber tenido fallas y que la presencia de bacterias impregnadas por el paso de los siglos pudieron haber alterado los resultados.


 Algunos pidieron que se realicen nuevas pruebas con técnicas que no existían en 1988.


 La historia del Sudario es larga y controversial. Después de aparecer en Oriente Medio y Francia, fue comprado por la ex familia real italiana Saboya para su trono en Turín en 1578.


 En 1983, el ex Rey Umberto II se la legó al fallecido Papa Juan Pablo II, antecesor de Benedicto XVI.


 El Sudario se salvó de la destrucción en 1997, cuando un incendio devastó la Capilla Guarini en la catedral de Turín, donde se guardaba. La tela fue salvada por un bombero que puso en riesgo su vida.


  La Iglesia Católica no aclama que el Sudario es auténtico ni que es una cuestión de fe, pero dice que debe ser un poderoso recordatorio de la pasión de Cristo.


 Cuando vio el Sudario en 1998, el Papa Juan Pablo II pidió a la comunidad científica que siga investigando para encontrar respuestas adecuadas a las preguntas relacionadas con la tela.