"Es probable que me muera en una cancha de bochas"
Es el `nene mimado' de las bochas bahienses. Con 84 años recién cumplidos, Omar Bournaud guarda en cada rincón de su corazón su amor fraternal por las lisas y las rayadas.
Su vida siempre estuvo ligada a San Martín. Ahí creció, se formó y siempre jugó. Y pese a que pasaron seis décadas, sigue arrimando, y los muchos que lo ven dicen que "está mejor que nunca".
"Esta es una de las primeras notas que me hacen. Siempre leo el diario, ahora me van a cargar...", comentó este "joven" con ganas de seguir calzándose las alpargatas y de escuchar ese repetitivo ruido a tablas.
Un ejemplo, en todo sentido...
--¿Cuantos años con las bochas?
--Más de 60. Me gusta demasiado. Es una adicción que llevo adentro desde hace más de 60 años. En realidad, todas las personas tenemos un cable a tierra en la vida, y el mío es este deporte.
"No hay nada mejor que juntarme con mis amigos y disfrutar de un `asadito' después de los partidos. Sucede que los problemas aumentan con el correr de la vida y el club es un buen refugio para sacar las esquirlas de los malos momentos cotidianos".
--¿Siempre con los mismos colores?
--Toda la vida con la camiseta de San Martín, por respeto al barrio y a la institución que quiero desde siempre. Hasta jugué en la primera cancha, la que estaba ubicada en Undiano y Teniente Farías. La levantamos con sangre, sudor y lágrimas. Fue a mediados de la década del '30.
"Siempre colaboré con la institución. Me considero un `tapa-agujeros'. Cuando falta algúnjugador me llaman inmediatamente para completar el equipo".
--¿Jugó al fútbol en Pacífico y estuvo a punto de debutar en Primera?
--Sí, tengo una historia muy particular. Mi tío (Abel Bournaud) era presidente de Pacífico y él quería insertarme en las divisiones menores. Jugué en cuarta especial, segunda y reserva. Pero un día llegó la chance de debutar en Primera. Y enfrentábamos a Huracán, en la vieja cancha de Pacífico.
"Ese día terminé de atajar en reserva y el entrenador me dijo que iba a ser titular con los mayores. Estaba lloviendo de manera torrencial y el barro cubría la cancha. La pelota no picaba y el árbitro suspendió el partido. Me quedé con una bronca... Culpa del agua no debuté en Primera".
--¿De donde saca las fuerzas para seguir jugando a las bochas?
--Lo primero que quiero hacer cuando me levanto a la mañana es jugar a las bochas. Mi pobre señora está cansada de todo esta historia, aunque es más fuerte que yo. Pero este amor se lo debo a mi "viejo", fue un gran jugador y excelente consejero.
--¿Puntero o bochador?
--Puntero. En algún momento le tiraba a la bocha, pero aún con 84 años no pierdo las mañas. Muchos piensan que estoy para el hogar del anciano, pero todavía tengo bastante hilo en el carretel.
--¿Hasta cuando va a seguir arrimando?
--Probablemente me voy a morir en una cancha de bochas. Si fuera por mí, jugaría hasta el último día de mi vida.
"En la actualidad, soy el jugador más "viejo". De todas maneras, no hay referencias exactas sobre antecedentes de jugadores con más edad. Mis compañeros me dicen abuelo. Y para mi es como una caricia por todo el cariño que me brindan.
--¿Quién era Abel Bournaud?
--Por encima de todo, un gran bahiense. Una persona que desestimó infinidades de cosas por esta ciudad. Fue un referente en el ambiente basquetbolístico, aportó muchísimo en el automovilismo de la ciudad y la región y colaboró permanentemente con el fútbol de la Liga del Sur.