Al final, la abuela tenía razón
Laura Gregorietti
"La Nueva Provincia"
Si bien la medicina casera como tradición fue cambiando con el tiempo, hay clásicos que perduran a través de las generaciones.
Desde afecciones comunes como la tos o la fiebre, hasta el empacho o el mal de ojo --que no existen como tales para la medicina convencional--, encuentran remedio en casa.
Presentes desde siempre en el saber popular, según la Organización Mundial de la Salud el 80 por ciento de la población global los utiliza y en los últimos años la tendencia va en aumento.
Hierbas, extractos naturales y variados vegetales son protagonistas de recetas y secretos de antaño que pasaron de mano en mano y que, si bien no todos están comprobados científicamente, son seguidos al pie de la letra por abuelas, madres e hijas como recursos infalibles.
Pero también es cierto que no son fórmulas mágicas y no por ser naturales son inocuas. De hecho, muchos remedios farmacéuticos tienen su origen en los principios activos de las hierbas. Por lo tanto, hay que saber usarlas y tener en cuenta que no se trata de una solución milagrosa.
¿Superstición, creencia, mito o realidad? La mayoría se inclina por la primera. Pero... ¿quién no ha tomado un tecito de boldo o menta con limón para ayudar a la digestión, una manzanilla para el dolor de estómago o una interesante dosis de tilo para calmar la ansiedad o los nervios sólo porque algún mayor lo dijo?
A la vista está que algunas cosas que tomamos o hacemos sólo cuentan con el aval de una abuela experimentada, entrada en años y diplomada en la "Universidad de la Vida".
Además de los tés y los yuyos --varios de repulsivo olor y sabor, pero por demás efectivos-- muchas abuelas, tías o madres saben que medir el empacho o tirar el cuerito resulta una alternativa a tener en cuenta.
Las hierbas medicinales
Para la farmacéutica Beatriz Tablar, es tan grande la variedad de hierbas que se consume que resultaría imposible determinar cuál es la que más se vende.
"Hay muchas que ya son un clásico, como el boldo, la cola de caballo o la manzanilla, pero existen otras que mucho no se conocen como la uña de gato --utilizada para aumentar el sistema inmune, desinflamar y para los dolores de artritis o artrosis-- y la equinacea, que tienen muy buenos resultados", afirmó.
Con precios que van desde 1,50 pesos hasta 60 pesos, los yuyos representan una alternativa válida para colaborar a restablecer a una persona enferma.
"El único requisito que debe solicitar alguien que vaya a comprar estos productos es que la persona que lo atienda sea un farmacéutico, tal como lo solicita el ministerio de Salud de la Nación, porque si la persona afectada se encuentra tomando algún medicamento sus efectos pueden verse potenciados o anulados con ciertos yuyos", destacó.
El uso cuidadoso de hierbas medicinales puede ser beneficioso en algunos casos, siempre y cuando sea usado con cautela.
"Pero hay que tener en cuenta la posibilidad de intoxicación", dice el pediatra Carlos Wahren, editor de la publicación "Archivos Argentinos de Pediatría".
En el caso de los chicos, los riesgos se intensifican.
"El sistema metabólico está inmaduro y además es fácil equivocar la dosis, que se calcula de acuerdo al peso. En un niño pequeño la diferencia entre lo terapéutico y lo tóxico es muy chiquita".
El cuerito y el empacho
Menos común que las "pócimas de las abuelas", pero igual de efectivo, puede ser tirar el cuerito.
Al hacerlo, con una especie de masaje shamánico, se estimula una formación de nervios conocida como plexo celíaco o solar logrando que la digestión mejore. No es que se trate de algo mágico, sino que se está estimulando una zona nerviosa y de irrigación.
Para tirar el cuerito se toman con dos dedos la piel de la espalda y se comienza a tirar hasta que se produce un chasquido indicativo de la separación de un cuerito de otro, con lo que el empacho es definitivamente eliminado.
Pero, todavía más común que tirar el cuerito, resulta medir el empacho. Si bien la mayoría de los médicos no son afectos a estas prácticas, algunos reconocen sus virtudes.
"No sé bien de qué se trata o cómo se mide el empacho, pero he tenido la posibilidad de presenciar esta curación en un caso de un chico con atracones por el chocolate y de ver resultados en pocas horas, por lo que sería muy injusto negarlo. Sí recomiendo en caso de dolores muy notorios acudir rápidamente a un médico", destacó el doctor Pablo Rodríguez, desde Buenos Aires.
Para Justina, las enseñanzas llegaron a través de una compañera y de su mamá, que lo hacía desde que ella era una niña.
"Yo lo hago siempre invocando a Jesús y la Virgen, con una cinta. Lo ideal es concentrarse y rezar oraciones para tratar de modificar lo que está mal, aunque también se puede hacer a distancia".
Mientras que explica que ella puede aliviar el dolor porque le pide a Jesús que interceda a través de sus manos, aclara que no es necesario que la persona enferma sea creyente para lograr el alivio.
"Si la persona enferma no cree en estas cosas puede venir un intermediario. Yo sólo soy un instrumento porque el que alivia es Dios, la Virgen o quien vos invoques, no yo. De todos modos, si el dolor es muy agudo, lo mejor es ir a un doctor", dijo Justina.
Rumi también era muy chica cuando su abuela empezó a hablarle sobre el tema.
"Hace fácil... 20 años que curo el empacho. Recuerdo que fue mi abuela la que me introdujo en el tema y una prima de Córdoba quien, en Viernes Santo, me enseñó".
Siempre con mucha fe, cada vez que mide, Rumi le ofrece sus oraciones al Señor.
"Es por eso que luego el enfermo se alivia, porque pidiendo las cosas con fe todo resulta mucho más fácil. Además, resulta difícil expresar con palabras la alegría que te da ver bien a las personas que mediste. Tanto te compenetrás con la persona que llega un punto en que intuís lo que le está pasando antes de que te cuente".
Curar con fe
Hace más de 30 años, una señora de calle Darregueira al 800 le enseñó a María Elena los secretos de cómo medir el empacho y curar el mal de ojo.
"Tenía a mis dos nenes en la guardería y cada dos por tres venían empachados o descompuestos. Como la señora que me los curaba muchas veces no estaba, un 29 de junio, Día de San Pedro y San Pablo (no se puede enseñar cualquier día sino en determinadas fechas religiosas), me explicó cómo hacerlo yo misma".
Para ella, son requisitos indispensables la concentración y la tranquilidad.
"Procuro hacerlo cuando hay poca gente en casa y está todo tranquilo, y como medio se utiliza un centímetro o una cinta que no se estire".
Durante tres días seguidos, María Elena repite estas curaciones en la persona afectada.
"En mi caso, prefiero hacerlo en tres veces y en momentos en los que haya sol, porque da más energía. Con fe se pueden curar un montón de cosas, hasta el dolor de muelas que tan feo es, siempre que no haya una infección o algo más grave", destacó.
"Sé que los médicos no se lo explican y lo ponen en duda. Es más, yo tenía un doctor conocido que siempre me cuestionaba, pero cuando su hijo se descomponía me lo traía para que lo midiera", concluyó María Elena.
Tips para remedios más que caseros de la "nona"
* Para la constante tos es bueno hervir en alcohol puro unas cuantas cáscaras de naranjas y bebérselo en ayunas.
* Para la gripe o el resfrío, con hojas de eucalipto medicinal, hojas de níspero y azúcar negro, se hierve la preparación en agua hasta reducirse a la mitad para lograr la cura. Otra receta es a base de vino tinto, cáscara de naranja y miel; se calienta un poco y se ingiere tibio.
* Otra infusión que obra "milagros" es la de cola de caballo: refuerza uñas y cabellos, y resulta desinfectante, reafirmante y adelgazante, siempre que se tome una taza de mañana y de noche de manera habitual.
* ¿Inflamación de intestinos? Nada mejor que disolver una cucharada de maizena en agua calentita en la bañadera y darse un baño de inmersión. Resulta también muy útil para los bebés antes de acostarse. En la mayoría de lo casos garantiza un sueño placentero y calmo.
* Para rejuvenecer y combatir irritaciones, lo ideal es aplicar sobre la piel una infusión de té verde, cuyas propiedades curativas son muy numerosas. Se afirma que una o dos tacitas diarias ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, diversos tipos de cáncer, infecciones y la artritis, entre otras. Además, ayuda a bajar la tensión arterial y los niveles de colesterol, así como estimula la circulación sanguínea y lo más interesante: ¡adelgaza! ya que este tipo de té acelera el metabolismo.
* Otro truco para potenciar tus ojos, eliminando bolsas y ojeras, es introducir un par de bolsitas de té en agua caliente y dejar reposar durante una hora. Una vez que las bolsas se hallen bien frías, colocarlas sobre los ojos durante unos 15 minutos.
* Quien sufra de halitosis, debería probar una infusión realizada con una cucharadita de hinojo y otra de menta. Otra alternativa sería realizar una mezcla de albahaca y utilizarla como tónico bucal. Este mismo tónico, que se realiza hirviendo 100 gramos de hojas secas en un litro de agua, puede ser utilizado para la prevención de la caída del cabello.
* El mal aliento producido por comer mucho ajo se evita masticando luego una ramita de perejil y para quitarse el olor de los dedos hay que frotarlos con pasta dentífrica y lavar con agua y jabón.
* 50
veces más desinfectante que el alcohol de 90 grados, resulta el ajo, además de ser un poderoso antibiótico, microbicida y antimicótico natural.
Algunos yuyos y sus cualidades.
* Clavo de olor: digestivo y relajante.
* Eucalipto: refrescante y sedante.
* Jazmín: tiene propiedades relajantes, antidepresivas y afrodisíacas.
* Incienso: respiratorio, antiséptico y purificador.
* Lavanda: calmante y antibacteriano.
* Limón: bactericida, refrescante, depurativo y antiséptico.
* Melisa: respiratorio, antidepresivo.
* Romero: energético, estimulante y circulatorio.
* Rosa: armonizadora, reguladora de los órganos sexuales femeninos, astringente y afrodisíaco.
* Salvia: ansiolítico, relajante y antidepresivo.
* Sándalo: para los bronquios, afrodisíaco, desinfectante de las vías urinarias.
* Tomillo: bactericida, vigorizante y depurativo.
(*) Datos extractados de Internet