Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Una fiesta para agilizar la memoria cautivó a Bajo Hondo

"Lo bueno, si es breve, es dos veces bueno", reza un viejo proverbio que calza a la medida para definir al "Reencuentro histórico del automovilismo en Bajo Hondo", desarrollado el último sábado en la vecina localidad. Fue la novedad de un atardecer distinto para los habitantes del pueblo y sus alrededores, también compartido por numerosos aficionados de nuestra ciudad y Punta Alta, quienes se acercaron para rememorar y darle forma a un capítulo especial dentro del historial de este deporte mecánico en esta parte del país.

 "Lo bueno, si es breve, es dos veces bueno", reza un viejo proverbio que calza a la medida para definir al "Reencuentro histórico del automovilismo en Bajo Hondo", desarrollado el último sábado en la vecina localidad.


 Fue la novedad de un atardecer distinto para los habitantes del pueblo y sus alrededores, también compartido por numerosos aficionados de nuestra ciudad y Punta Alta, quienes se acercaron para rememorar y darle forma a un capítulo especial dentro del historial de este deporte mecánico en esta parte del país.


 "Nuestro objetivo principal era que los jóvenes rescaten el pasado automovilístico y, a su vez, hagan un poquito de eslabón en esta cadena que nos toca continuar, para que todo esto no se pierda en el tiempo. Estoy orgulloso de que mi hijo sepa de un `Pepe' Antinori, a quien mi viejo me hizo conocer cuando yo era chico", sostuvo José Luis Insausti, uno de los organizadores, en referencia al objetivo del encuentro.

Entrada simbólica




 Con el sol ya ocultándose en el horizonte, se comenzó a vivir la fiesta mecánica, que se puso en marcha con los acordes de la mejor melodía para un oído tuerca: el inconfundible ruido de un motor con escapes libres. En este caso, los numerosos aficionado y testigos presenciales comenzaron a palpitarla cuando se hizo escuchar el ronco rugido del Ford V-8 (F100), anticipando la aparición en el fondo de la calle de la famosa galera de los hermanos Emiliozzi.


 El legendario auto arribó como antaño lo hiciera en cada meta de los grandes premios argentinos, es decir, con muchísima gente aglomerada junto a la línea de llegada y la clásica bajada de la bandera a cuadros, que estuvo a cargo del senador Roberto Molini.


 Completaron la llegada simbólica la coupé Ford 1934 de Daniel Canella; los dos Renault 12 --el oficial y el muleto-- preparados para rally de Javier José Otz; y la réplica de una coupé Torino, que intervino en la famosa carrera de Nürburbring (Alemania).


 La caravana ingresó a un parque cerrado improvisado frente al Centro Social Brisas del Sur, donde tomaron ubicación junto a otros vehículos deportivos para su exhibición al público.


 Para deleite de los presentes, y a pedido de estos, en algún momento se puso en marcha nuevamente el motor del auto de los Emiliozzi, cuyas aceleraciones amenizaron esta parte del encuentro automovilístico.

Una exhibición diferente




 El último vehículo en ingresar a dicho sector fue un Fuerza Limitada del '27, con el cual participara José Antinori en la primera parte del siglo pasado. Fue el segundo en la escala de interés por parte de los visitantes; incluso, algunos se subieron al habitáculo de esta verdadera reliquia para tomarse fotografías tomados al volante.


 En otro sector estaban estacionadas la coupé Dodge con que Alberto Palma compitió en el TC, entre los años 1986 y 1989, y una moto de speedway similar a la que utilizó Ricardo Rodríguez en las temporadas locales de 1976 a 1994.


 Complementando la muestra, en el parque el público se pudo ver las unidades de los pilotos que actualmente representan a Bajo Hondo en las diferentes categorías mecánicas de la región.


 De esta manera, junto al Sport Prototipo de Insausti --construido integramente en el pueblo--, se exhibieron el karting de Jéssica López, mientras que en otro sector estuvieron el Renault 12 de rally de Otz, y el midget de Gustavo Javier Orozco.

La carne, lo más elogiado




 Hubo elogios unánimes para el asador, Hugo Razkin, presidente del Brisas del Sur, quien confesó que su secreto consiste en "elegir buena carne y disponer de un buen fuego". "Si bien fuimos cinco en la organización, acompañó todo el pueblo. Pudimos haber contado con más público, ya que vino mucha gente sin tarjeta y se quedó afuera. Fijamos el jueves como cierre para la venta porque nos encontramos a 35 kilómetros de Bahía Blanca y no podemos salir a última hora a comprar las cosas. La repetiremos una vez al año, pero con diferente automovilismo, debido a unos cholulos se enojaron porque trajimos la Ford de los Emiliozzi. Por eso, la próxima vez traeremos una Chevrolet", aseveró.

"Estamos muy contentos"




 "El clima acompañó y vino mucha gente, por lo que se cumplieron las expectativas, así que estamos muy contentos. Comenzó a organizarse en noviembre, pero la concretamos cuando pudimos conseguir la galera de los Emiliozzi. Debo destacar que colaboró todo el pueblo y, como ustedes pudieron observar, los jóvenes se encargaron de atender las mesas", aseveró Gustavo Orozco.

"Superó las expectativas"




 "La fiesta superó ampliamente las expectativas. Debemos agradecer a todos los que vinieron a compartir esta celebración, organizada por los pilotos actuales, para de alguna forma tributarle un reconocimiento a las precursores de este deporte en el pueblo", comentó Luis Gismondi, uno de los organizadores.

Video y gran asado




 Las actividades programadas prosiguieron en las instalaciones del club Brisas del Sur, donde se habilitó una muestra dedicada a los representantes del pueblo, tanto históricos como contemporáneos.


 A través de la galería de fotos y de las numerosas revistas --tanto deportivas como especializadas-- se pudo apreciar diferentes momentos en la trayectoria deportiva de los homenajeado. Incontables trofeos y plaquetas dieron testimonio silencioso de la calidad de estos deportistas.


 La fiesta pasó a su etapa culminante en el interior del club, donde se ubicaron cinco filas de mesas que se extendieron a lo largo del gran salón, todas colmadas de bulliciosos comensales.


 Previo al asado, en una pantalla gigante, se proyectó un video con una reseña histórica de los pilotos de la localidad. Así fueron desfilando figuras como Mariano Zweeldyk, Ernesto Marderwall y José Antinori, en Fuerza Limitada del 27; de Rafael Zweeldyk, Francisco "El Pibe" Palma y Alberto Palma, en el midget; y de Ricardo Rodríguez, en el speedway.


 Antes del postre se mostró a los actuales exponentes, como el midgista Gustavo Orozco, quien también incursionó en el motocross; José Luis Insausti, del Sport Prototipos; Javier José Otz, doble subcampeón del Rally Bonaerense; los kartistas Federico y Julián Insausti, David Alejandro Orozco, Bruno, Gastón y Carlos Giner, y Brenda y Jessica López, esta última actual campeona del certamen regional de Médanos.


 El menú se completó con finas masas de confitería, acompañadas de sidra o cerveza, que sirvieron para extender la sobremesa de esa noche particular para Bajo Hondo.