Donde los monjes conviven con un lagarto y un mendigo
Los monjes. El mendigo. El lagarto. Los viejos. Los monstruos.
Los guías turísticos y lugareños del Cañón del Atuel, a 37 kilómetros de San Rafael, Mendoza, ya le han puesto nombre a las formaciones rocosas del lugar.
Es que el viento y el agua han hecho lo suyo durante siglos. Y el resultado es de lo más variado: jardines colgantes, ciudad encantada, la torta de hojaldre, un hongo...
El recorrido es de unos 160 kilómetros de ida y vuelta desde la ciudad y por caminos pavimentados que acompañan el río.
Pero el tramo principal se concentra entre los embalses de Valle Grande y El Nihuil, para terminar en el cañón, en cuyas gargantas naturales se construyeron presas que regulan el caudal y permiten generar energía eléctrica.
La mayor parte de ella abastece a la provincia de Mendoza y está interconectada a la red nacional de energía.
El mejor rafting.
El rafting que se puede practicar en esta época del año en el río Atuel es considerado uno de los mejores y para cualquiera, pues no se requiere experiencia. Ese, de hecho, es uno de sus mayores atractivos.
Y la primavera es la estación ideal, porque es la época en la que el caudal del río ha alcanzado uno de sus máximos niveles, producto de las aguas de deshielo de la cordillera del sur de Mendoza.
En el sector del cañón el cauce se angosta y corre entre altísimos paredones rocosos.
Pero no es lo único. La usina hidroeléctrica Los Nihuiles tiene un lago artificial de alrededor de 10.000 hectáreas donde el windsurf, kayakismo, esquí acuático, motonáutica, canotaje y pesca de pejerrey son opciones más que viables.
Igual que en el embalse de Valle Grande, donde también se puede hacer pesca deportiva, buceo, paseos en lancha y botes a remo.
Aprovechando la geografía, hay alternativas de cabalgatas, caminatas y mountain bike.
Y si lo que se busca es riesgo, hasta se puede practicar rappel, escalada e, incluso, vuelos en parapente.
La leyenda del cañón.
Cuenta la leyenda que en el sur de la provincia de Mendoza vivía una tribu: la del cacique Talú.
Su gente llevaba una vida pacífica, hasta que una gran sequía empezó a castigar la zona.
Pronto empezaron las muertes.
Entonces, Talú reunió a sus hombres y partió a buscar agua.
En el camino conoció a una muchacha que vivía sola en un valle. La invitó a vivir con su pueblo y ella, que se llamaba Clara y era huérfana, aceptó.
Luego decidieron casarse y nació su hijo: Atuel.
Sin embargo, la sequía seguía y la desesperación en la tribu aumentaba.
Enterados de lo que ocurría, los hombres blancos decidieron atacar y tomar el territorio. Todos los pobladores, incluido Talú, fueron asesinados.
Pero Clara y Atuel caminaron hacia las altas montañas. Ascendieron hacia una cumbre y rogaron por agua. Como pasaba el tiempo y nada ocurría, ella decidió ofrendar a los dioses su vida y la de su hijo.
Antes de morir, a ambos se les cayó una lágrima y de ahí brotó un caudaloso río que se abrió paso por la tierra reseca, hasta llegar a la aldea.
El río volvió a traer vida al lugar.
Por las noches se escuchaba un ruido parecido al llanto de un chico.
Todos comprendieron que el agua había traído el espíritu de Atuel y decidieron darle su nombre al río.
El circuito del río Atuel
Recorriendo la ruta provincial 173, que está totalmente pavimentada, se puede hacer el circuito turístico del río Atuel, comenzando el recorrido a pocos kilómetros del centro de San Rafel y avanzando por los siguientes puntos:
A
Valle Grande
La vegetación frondosa y el paredón de la presa Valle Grande, con un inmenso espejo de agua, verde son una tentación para nadar, pescar, bucear y hacer esquí acuático, remo, motonáutica, windsurf y safaris fotográficos.
A la vera del río hay campings, cabañas, hoteles y proveedurías.
También, opciones de turismo aventura, como rafting, kayak, canotaje, rapel, escaladas y parapente, entre otras.
B
Cañón del Atuel
El viento y la lluvia son los mejores artistas.
A través de los siglos, la roca esculpió todas las formas posibles. Sólo basta mirar.
Dos lagos artificiales contribuyen a realzar la belleza dentro del lugar: el Aisol y Tierras Blancas. También el complejo hidroeléctrico Los Nihuiles, cuyas tres centrales generan una potencia de 260.000 Kw/h.
C
El Nihuil (Villa turística)
Emergiendo del Cañón del Atuel aparece el lago del dique El Nihuil, donde el pescador tiene una variada especie ictícola con la que entretenerse.
Sobre el margen derecho está la villa con todos los servicios para el turista; sobre el izquierdo, el Club de Pescadores de San Rafael ofrece camping, proveeduría, cabañas, restaurant y pileta de natación.