Bahía Blanca | Domingo, 10 de agosto

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Machín también luce su capacidad en "Montecristo"

El actor rosarino Luis Machín se crió haciendo teatro y hace unos años dio un salto a la televisión, donde sobresalió en cada uno de los personajes que le tocó componer, ganando popularidad y el respeto de un público que lo sigue de cerca, ahora en la exitosa telenovela Montecristo (Telefé), donde encarna al misterioso e inteligente León Rocamora.


 BUENOS AIRES (Télam) -- El actor rosarino Luis Machín se crió haciendo teatro y hace unos años dio un salto a la televisión, donde sobresalió en cada uno de los personajes que le tocó componer, ganando popularidad y el respeto de un público que lo sigue de cerca, ahora en la exitosa telenovela Montecristo (Telefé), donde encarna al misterioso e inteligente León Rocamora.


 Desde su notable capacidad interpretativa y sustentado en una sólida formación académica que puso en práctica en varios años de trayectoria, Machín supo darle vida a muchos personajes de la TV. Hoy se destaca en la piel de una criatura cargada de matices, que despista al televidente con sus dobleces porque "uno nunca sabe en qué está Rocamora", señaló Machín.


 Con la alegría de formar parte de una tira que aborda un tema tan delicado como el de los desaparecidos en el último gobierno militar en la Argentina, el actor sostuvo que "desde nuestro lugar ponemos el cuerpo a una historia de este calibre y con todo lo que eso conlleva, una temática que está emparantada de una realidad muy cara a los sentimientos de los argentinos".


 "La historia tiene personajes que están más cercanos a esta historia frontal y otros que funcionan para que la venganza de Santiago (Pablo Echarri) se lleve a cabo", explicó Machín, quien agregó que su relación con el protagonista en la ficción "está planteada desde un lugar de nobleza, no desde la traición; está a la par de él, en pos de poner en funcionamiento su venganza", acotó.


 En Montecristo, a Rocamora lo persigue Interpol por cuestiones del pasado y está plenamente enamorado de Victoria (Viviana Saccone), cuyo corazón está con Santiago.


 "De todos modos Santiago va a ser leal a su verdadero amor, Laura (Paola Krum)", comentó.

Lugar de excelencia




 Sorprendido por el suceso de la tira y el fanatismo que genera --"hacía mucho que una telenovela no provocaba algo tan fuerte en la gente", señaló--, Machín rescata el hecho de que el público haya recibido tan bien la trama que "de alguna manera pone en contacto a la gente con el pasado que compromete a los argentinos".


 Para Machín el género de la telenovela es "una posibilidad de poner en funcionamiento lo lúdico y un lugar de excelencia para el actor. Es muy atractivo de actuar por la cantidad de situaciones que tienen que darse para mantener la atención de la gente, se plantean juegos permanentemente y a mí me gusta pensar la actuación como un juego", indicó.


 "El juego no está desafectado de lo emocional, los chicos creen en lo que hacen cuando juegan, y la actuación radica en jugar con reglas de mucha exposición y de mucha entrega; jugar de verdad", definió.


 Conciente de que el reconocimiento de la gente es fruto no sólo de talento sino también del resultado de mucho trabajo, para Luis Machín "hay un público cautivo que ha ido creciendo con los años, es una popularidad por acumulación de acontecimientos artísticos".


 Con relación a cómo fue su desembarco en la pantalla chica, el actor contó que "resultó un proceso que se dio de una forma natural. En la `tele' me entrego más a que me seduzca la idea del programa; en otros espacios como el cine o el teatro la elección es más grande".


 Aunque "me crié haciendo teatro, considero que la televisión es un enorme ejercicio de la actuación que nos obliga a estar en movimiento. Uno debe tener el mecanismo muy aceitado para ser efectivo", subrayó.