Ola de incendios arrasa a Galicia
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MADRID (AFP-NA) -- La ayuda de la Unión Europea empezaba ayer a organizarse para acudir a luchar contra la ola de incendios forestales en España, mientras que el fuego también se hizo presente en Portugal y en Grecia, debido a la sequía reinante, pero también a la acción de pirómanos.
Un total de 73 incendios, de los que 17 están fuera de control, arrasan Galicia (noroeste de España), víctima desde el viernes de focos ígneos intencionados que causaron 3 muertos.
Un dispositivo aéreo y terrestre sin precedentes, según el ministerio de Medio Ambiente, está actuando en la región, víctima cada verano de incendios forestales masivos. Más de 1.200 militares se desplegaron para coordinar las evacuaciones y disuadir a eventuales pirómanos.
Un total de 53 aviones, 450 vehículos y 6.500 bomberos intentan apagar las llamas, pero la situación fue empeorando a pesar que se incrementaron los medios, según la ministra española de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que habló de terrorismo forestal.
Debido a la coyuntura, España solicitó a la Unión Europa 3 aviones Canadair, 5 helicópteros y 20 camiones de bomberos. En respuesta, Francia envió 2 aviones de lucha contra el fuego, Italia suministró 2 hidroaviones y Portugal unos 60 bomberos y 19 motobombas.
Portugal también es víctima de los incendios desde la pasada semana y 800 bomberos combatían ayer contra 12 fuegos importantes, 8 de ellos sin control.
El incendio que está requiriendo más medios comenzó el lunes cerca de la ciudad de Estremoz, en el distrito sureño de Evora. Frenado el martes, se reavivó y ayer estaba bajo control, tras haber devastado 4.000 hectáreas de eucaliptos.
En otro país mediterráneo afectado, unos 300 bomberos, 80 vehículos, 6 aviones y 3 helicópteros luchaban ayer en Grecia contra un gran incendio que quemó ya unas 300 hectáreas en la región de Corinto, al oeste de Atenas, donde 3 localidades fueron evacuadas.
El siniestro se ve favorecido por la sequía, que hace más peligroso el trabajo de los pilotos de los Canadair, obligados a descender a baja altitud por encima de los embalses para recoger agua.
Pero el clima no es la única causa. La policía portuguesa arrestó a 20 personas sospechosas de haber provocado incendios. En Galicia, 5 presuntos pirómanos fueron detenidos.