Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Condena para responsables de Enron

Un jurado de Texas encontró ayer culpables a los ex presidentes ejecutivos de Enron, Ken Lay y Jeffrey Skilling, de mentir sobre los problemas financieros de la compañía, en un veredicto que los puede enviar a la cárcel por varias décadas Los fallos de este escándalo financiero, que sacudió a Washington y Wall Street, fueron una gran victoria para los fiscales estadunidenses, en su batalla por mandar un mensaje a las empresas del país de que deben ser claras en su accionar.


 HOUSTON (Reuters) -- Un jurado de Texas encontró ayer culpables a los ex presidentes ejecutivos de Enron, Ken Lay y Jeffrey Skilling, de mentir sobre los problemas financieros de la compañía, en un veredicto que los puede enviar a la cárcel por varias décadas


 Los fallos de este escándalo financiero, que sacudió a Washington y Wall Street, fueron una gran victoria para los fiscales estadunidenses, en su batalla por mandar un mensaje a las empresas del país de que deben ser claras en su accionar.


 Lay, de 64 años, y Skilling, de 52 años, fueron admirados como dos grandes líderes de empresas, pero cayeron en el ostracismo ante la decepción que acarreó el colapso financiero de la empresa, que le costó miles de millones de dólares a los inversionistas, y generó miles de despidos a sus empleados.


 Ambos ex ejecutivos se vieron afectados cuando el juez de distrito Sim Lake leyó el dictamen en un abarrotado tribunal.
Skilling miró al suelo y Lay suspiró junto a su esposa.



 Lay fue condenado por seis cargos de conspiración y fraude, y enfrenta un máximo de 45 años en prisión. Skilling fue encontrado culpable de 19 cargos de conspiración, fraude, uso de información privilegiada, y de haber hecho falsas declaraciones, los que, en conjunto, pueden significar hasta 185 años de cárcel. Sin embargo, el ex ejecutivo no fue condenado en otros nueve cargos criminales


 En un juicio separado, el juez distrital de Estados Unidos, Sim Lake, halló a Lay culpable de los cuatro cargos de fraude bancario, por haber utilizado de manera ilegal 75 millones de dólares en préstamos personales para comprar acciones.


 Cada cargo enfrenta una sentencia máxima de 30 años, pero expertos dicen que Lay podría tener una pena de seis meses por cada caso, debido a que pagó los créditos y no hubo daño económico a los prestamistas


 Skilling se mantendrá libre por una fianza de 5 millones de dólares, mientras que el juez dijo que Lay deberá pagar una fianza de 5 millones de dólares y entregar su pasaporte para permanecer fuera de la cárcel, hasta la sentencia fijada para el 11 de septiembre


 El abogado de Skilling, Daniel Petrocelli, prometió luchar contra su condena.
"Tendremos una fuerte y contundente apelación", dijo a periodistas el defensor.



 Enron, que llegó a ser una de las siete principales empresas de Estados Unidos, quebró en el 2001, tras quedar al descubierto que utilizó operaciones fuera de la ley para esconder deudas e inflar sus ganancias.


 Los fiscales sostenían que Lay y Skilling sabían que las grandes ganancias informadas por Enron eran artimañas financieras, pero sostuvieron que todo el mundo se mantuvo callado, debido al alto precio de la acción, incluso cuando el comercializador de energía se encaminaba hacia el abismo.

Lujo, llantos y duras consecuencias. Lay y Skilling culparon a la cobertura de la prensa y a los robos de Fastow por la crisis financiera que hundió a la compañía, a la que convirtieron en un poderoso intermediario de energía a partir de un negocio de gasoductos.




 Los fiscales dijeron que ambos ganaron cientos de millones de dólares con Enron, y que vivían en el lujo mientras conducían a la compañía a la quiebra.


 Lay se llevó a casa 220 millones de dólares como pago por la venta de acciones de Enron, entre 1999 y 2001, y Skilling obtuvo 150 millones de dólares, dijo el asistente del fiscal de Estados Unidos, John Hueston, en sus argumentos de apertura.


 Lay usó el dinero propio y de la compañía para ganar influencia política, a través de fuertes donaciones a candidatos, particularmente a republicanos y en especial a la familia Bush.


 El ex ejecutivo fue el mayor donante del presidente George W. Bush, quien antes del escándalo de Enron lo trataba cariñosamente de "Kenny Boy" (muchacho Kenny).


 Los fiscales construyeron su caso subiendo en la cadena de mando, para asegurarse declaraciones de culpabilidad y cooperación de actores clave, muchos de los cuales testificaron que Lay y Skilling encabezaron con conocimiento la gigantesca estafa en Enron.


 El testigo clave fue Fastow, quien con lágrimas habló al jurado de sus fechorías y dijo que Skilling y Lay estaban involucrados a fondo, en lo que describió como un encubrimiento masivo de los problemas financieros de Enron.


 Fastow se declaró culpable de conspiración a cambio de una sentencia de cárcel de 10 años, que probablemente comenzará a cumplir pronto.


 La caída de Enron generó dudas sobre la calidad de la supervisión de las empresas, y fue seguida de inmediato por escándalos en empresas como HealthSouth, WorldCom, Global Crossing y Adelphia.