La hepatitis B tiene cura en el 40 por ciento de los casos
Alrededor de 300.000 argentinos padecen este mal, principal responsable de cirrosis y cáncer de hígado. Avanza en la efectividad de los tratamientos.
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Síntomas.
-- Orina oscura, pérdida del apetito, fatiga, hinchazón y dolor abdominal, picazón en todo el cuerpo, color amarillo en piel y ojos, náuseas, vómitos, fiebre leve y deposiciones color amarillentos o muy claro.
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¿Dónde?
-- El virus de la hepatitis está presente en la sangre, saliva, semen, secreciones vaginales y sangre menstrual de los pacientes infectados agudos o crónicos.
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¿Cómo?
-- Las vías clásicas de contagio más comunes de la hepatitis B son sexual, sanguínea y perinatal, de la madre embarazada al recién nacido. Como es un virus muy resistente fuera del cuerpo, puede ocurrir la transmisión horizontal, que es la que se observa en contactos directos, por lo general entre familiares de portadores crónicos del virus de la hepatitis.
BUENOS AIRES (Télam) -- Los estudios clínicos presentados durante el simposio realizado en el cuarto curso de hepatología del hospital "Dr. Carlos B. Udaondo" de esta capital, coincidieron en afirmar que cada vez son más las posibilidades de recuperación de los pacientes con hepatitis B crónica, ante la acción beneficiosa de los antivirales usados en el tratamiento.
La hepatitis B es una inflamación severa del hígado que cuando se agudiza provoca, según las estadísticas internacionales, más del 80 por ciento de los cánceres de hígado primario que ocasionan medio millón de muertes por año en el mundo.
El jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Muñiz y presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH), Hugo Fainboim, señaló que en el país hay unas 300.000 personas infectadas con hepatitis B.
Precisó que según los estudios realizados a dadores en bancos de sangre, se estima que el 0,8 por ciento de la población presenta una infección crónica por el virus que provoca la hepatitis.
Por su parte, el investigador del Centro de Asistencia e Investigación Clínica en Inmunocomprometidos de Rosario, Fernando Bessone, sostuvo que la hepatitis B crónica se cura en un 40 por ciento de los casos.
El investigador explicó que en la actualidad estos pacientes tienen varias opciones de tratamiento con drogas antivirales.
La hepatitis B puede ser aguda o crónica y en ambas situaciones, ser sintomática o asintomática, lo cual implica que muchas personas pueden haberse infectado sin saberlo y seguir con una infección crónica que puede depararle consecuencias graves.
Los datos difundidos en el simposio precisaron que el 1 por ciento de los casos agudos sintomáticos se presenta como una hepatitis severa, que requiere internación y control estricto.
La hepatitis B aguda se vuelve crónica cuando el virus continúa presente durante por lo menos seis meses de comenzado el cuadro clínico.
Los especialistas coinciden en que esa situación se registra en un 5 a 10 por ciento de los pacientes adultos inmunocompetentes y en un 90 por ciento de los recién nacidos.
El jefe de la sección de Hepatología del Hospital Italiano, Adrián Gadano, sostuvo que la hepatitis B crónica se manifiesta en personas cuyo sistema inmunológico no fue tan eficaz como para eliminar el virus en forma definitiva.
"No hay manera de predecir en qué pacientes la hepatitis B será crónica. Tampoco existen medicamentos que, administrados en la fase aguda de la infección, impidan el pasaje a la cronicidad de la hepatitis B", agregó.
Los médicos indicaron que hay poblaciones especiales, como los inmigrantes del sudeste asiático, en quienes se observa la portación del virus de la hepatitis B en alrededor de un 10 por ciento, mientras que en los pacientes con sida la prevalencia es de alrededor de un 8 al 12 por ciento.
Cuando la hepatitis es sintomática se presenta con las mismas características tanto en la A, B, C y E.
Antiviral.
En el encuentro médico realizado en Buenos Aires se presentó un nuevo antiviral denominado "Entecavir" que de acuerdo con lo señalado por el presidente de la Red Canadiense de Hepatitis Viral y de la Asociación para el Estudio del Hígado de Canadá, Morris Sherman, es el agente más potente para tratar la hepatitis.
La hepatitis B se puede prevenir por medio de la vacunación que se viene aplicando en el país desde hace unos 20 años.
La vacuna está incluida en el Calendario Oficial de Vacunación y protege a las personas que no tuvieron contacto previo con el virus.
También existen preparaciones con alta concentración de gammaglobulinas antivirales, que son indicadas después de la exposición al virus, por ejemplo en el post parto, en una relación sexual con un portador agudo o crónico o ante el contacto accidental con jeringas infectadas.