Alquiler o pensión: una cuestión de fondo
Actualmente, el alojamiento en Bahía Blanca de un estudiante que no reside en esta ciudad cuesta entre 200 y 650 pesos por mes, dependiendo de que viva en una pensión o bien que alquile un departamento de calidad.
En el primero de estos casos, el costo mensual de un residencial oscila entre los valores anteriormente mencionados, teniendo en cuenta si se trata de habitaciones individuales o compartidas y, sobre todo, si la alimentación está incluida en el precio.
De acuerdo con lo expresado por los dueños de distintos residenciales de esta ciudad, los precios de alquiler de los departamentos hacen "imposible" la manutención de un estudiante.
"Por esa razón, los padres buscan habitaciones en casas de familia, pero eso no significa que terminen instalando a sus hijos en cualquier lado", aclaró Erica Córdoba, dueña de un residencial de señoritas ubicado en Belgrano al 300.
En este caso, a las estudiantes se les cobra 300 pesos la habitación, precio que incluye el uso de agua caliente, energía eléctrica, gas y televisión por cable. Además, les facilitan una cama, un colchón, ropa de cama, una biblioteca y un placard.
Allí mismo, en caso que se decida compartir la habitación, el valor mensual a desembolsar es de 200 pesos.
"Ellas tienen acceso a la cocina y pueden utilizar los utensilios que quieran. La heladera está dividida por estantes, de manera que cada una tenga el propio. El lavarropas es común para todas y la limpieza del baño (privado para las estudiantes) y del ala de la casa que ellas ocupan la organizan entre las chicas", remarcó.
Por supuesto, al momento de elegir este tipo de alojamientos, muchos padres priorizan la seguridad y la contención afectiva.
"Un padre me dijo que estaba más tranquilo si su hija se quedaba en una casa de familia que si le alquilaba un departamento para ella sola, por el tema de la seguridad y, además, por temor al libre albedrío", recordó.
"Hay chicas que son muy buenas, en ese sentido, y otras a las que hay que recordarles que vinieron a estudiar", añadió.
Mirta Videla, dueña de una residencia ubicada en la calle Entre Ríos al 1.000, tiene a su disposición habitaciones compartidas (por 450 pesos mensuales) o privadas (650 pesos), con desayuno y almuerzo incluidos.
Este lugar cuenta con dos habitaciones privadas, además de otras compartidas con camas. Cada una de ellas tiene placard y mesa de luz. Además, posee un living comedor grande.
En cuanto a los valores de los departamentos ubicados en la zona universitaria, dependen de la cantidad de ambientes con que cuenten y de la cercanía física respecto de la casa de altos estudios.
El valor de los de un dormitorio --los más requeridos-- oscila entre 350 y 550 pesos mensuales, monto al que hay que sumarle las expensas (dependen del tipo de edificio) y, por supuesto, los impuestos (gas, electricidad y, en algunos casos, tasa municipal).
"Muchas personas prefieren los edificios que cuentan con portero debido a la seguridad. Prefieren pagar expensas más caras para que alguien (un encargado o un portero) cuide el edificio durante las vacaciones, que es el momento en el que todos los estudiantes vuelven a sus localidades de origen", comentó Graciela Piqué, de la inmobiliaria bahiense Marini-Piqué.
Cecilia Raising, de Cappella Propiedades, coincidió con este análisis y dijo que esto se nota sobremanera cuando se trata de mujeres estudiantes.
"De cualquier manera, al momento de alquilar, los padres priorizan el precio", sostuvo.
De acuerdo con las consultas realizadas, en segundo lugar de la demanda se ubican los departamentos funcionales (es decir, que posee un ambiente, el cual puede incluir la cocina o no, y baño). Sin embargo, en este momento no existe casi oferta de estas unidades habitacionales, cuyo arrendamiento oscila entre los 380 y los 400 pesos mensuales.
Graciela Piqué aclaró que son muy pocos los casos en que se alquilen departamentos de dos habitaciones para estudiantes.
"No hay gran demanda. Los chicos, por lo general, vienen de a dos. Cuando son más, terminan peleándose y, al poco tiempo, quedan dos o terminan yéndose todos", ejemplificó.
Compra
Si bien la compra de departamentos no es tan importante como la de los alquileres, algunas personas prefieren adquirir uno en el momento en que sus hijos llegan a esta ciudad a cursar estudios superiores.
Cecilia Raising, de Cappella Propiedades, indicó que los departamentos de un dormitorio tienen un precio base de 75 mil pesos, mientras que, para los funcionales, este valor es de 55 mil pesos.
"En cuanto a los de dos dormitorios a estrenar, cuestan 150 mil pesos; usados, 120 mil. Sin embargo, se han construido pocos", aseveró.
De acuerdo con las consultas realizadas, estos valores pueden sufrir alguna variación, aunque estos son los costos más representativos.
Desde Girotti Inmobiliaria se señaló que, en la actualidad, hay una mayor compra de parte de inversores que de padres de estudiantes.
"A veces vienen familias que, con sacrificio, juntaron el dinero para adquirir, pero son los menos. Por lo general, muchas personas compran en diciembre y enero, para poder alquilar en febrero", informó.
Expensas
El valor de las expensas incluye generalmente la tasa por el consumo de agua corriente, el mantenimiento de los ascensores (en caso de que existan en el edificio), gastos de portería y la electricidad de los lugares comunes, como los pasillos o la recepción. El costo mensual suele variar entre 25 y 30 pesos; sin embargo, cuando el edificio cuenta con elevadores, puede oscilar entre 60 y 100 pesos.
¿Los alquileres son altos?
El valor de los departamentos a alquilar es una de las cuestiones que más se viene cuestionando últimamente en Bahía Blanca, pues el costo ha venido subiendo de manera sostenida.
En este caso, las opiniones se han visto divididas entre las inmobiliarias consultadas por este medio.
"Los precios están actualizados a lo que realmente cuesta cada departamento. Igualmente, los valores son más bajos que los de Buenos Aires, Córdoba o Neuquén. Creo que el de Bahía Blanca es un costo de mercado bastante razonable", indicó Cecilia Raising, de Cappella Propiedades.
Una fuente de otra importante inmobiliaria de esta ciudad recordó que los departamentos de un ambiente se alquilaban, hasta diciembre pasado, por 350 pesos. Sin embargo, hoy se piden entre 450 y 550 pesos.
"Los precios aumentan a fin de año y lo siguen haciendo conforme se acerca el comienzo de las clases; esto se debe a la demanda y a pedido de los propietarios, que desean ganar más dinero", señaló.
"Desde hace uno o dos años, el precio de los departamentos de un dormitorio es cada vez más alto. De cualquier modo, si fuera un precio excesivo, no se alquilarían", añadió esta fuente.
Graciela Piqué sostuvo que, si bien hay muchísima demanda, los valores son los mismos en noviembre de un año que en febrero del siguiente.
"No se juega con los precios o con el apuro de la gente --señaló--. Creo que se dicen cosas que no son reales. La gente no paga lo que no vale; si se pide mucho, se van a ir a otro lado", aclaró.
En cuanto al modo de pago, normalmente se realiza un contrato de dos años de duración, y se cobra (o no) el mes de anticipación o depósito, junto con la comisión inmobiliaria.
El valor de una boca lejana que alimentar
Según un sondeo de precios efectuado por "La Nueva Provincia" en los hipermercados Vea y la Cooperativa Obrera Limitada --ambos con sucursales en la zona universitaria--, un adolescente de la región que estudia en nuestra ciudad debe desembolsar aproximadamente entre 149 y 152 pesos por mes para poder acceder a una canasta básica compuesta por más de 80 productos de alimentación, limpieza e higiene personal.
En este relevamiento se tomó como referencia los valores de mercadería de primera y segunda calidad.
Con la intención de abarcar una franja de posibilidades económicas más amplia, en la encuesta comercial también se elaboró una canasta intermedia, que incluye 15 productos más que la básica, entre los que se destacan cortes de carne más caros y una mayor variedad de frutas y quesos. Además, en ella se considera un mayor volumen de consumo.
En este caso, los gastos de los estudiantes oscilan entre los 180 y 183 pesos mensuales, estimativamente.
En relación con la canasta completa considerada en este trabajo, contempla algunos productos más que la intermedia, aunque fundamentalmente se registra un incremento cualitativo respecto de la anterior (por ejemplo, se consideró el consumo de carne picada especial, aceite de oliva y gaseosas, entre otros productos).
El costo total de esta canasta ronda entre los 277 y 287 pesos por mes.
Comida chatarra
Miguel Carbajo, encargado del comedor universitario de nuestra ciudad --dependiente de la UNS--, explicó que allí se ofrece un menú del día compuesto básicamente por carne y ensaladas, pastas, pescado o pollo, que incluye además postre, pan y jugo, por 4 pesos.
"Sin embargo, se ven muchos chicos 'chatarreros', que eligen comer hamburguesas regularmente", indicó.
Consideró que durante los días de excesivo calor los jóvenes se inclinan por consumir comidas rápidas en mayor medida, en vez de platos calientes.
"Tratamos de ofrecer un menú bueno y variado; de hecho, está realizado por una nutricionista. Procuramos que los estudiantes ingieran alimentos con bajas calorías y muchas proteínas", dijo.
Añadió que el menú del día sólo aumentó 50 centavos en relación a 2005, mientras que el valor de los demás alimentos se incrementó en proporción a la suba de la carne y otros productos alimenticios.
Carbajo señaló que el tipo de alimentación varía según cada estudiante, ya que algunos chicos pagan 5 pesos para comer una milanesa y otros se conforman solamente con una empanada.
"Muchos jóvenes vienen al comedor por una cuestión de comodidad. Por ejemplo, cuando cursan a la mañana y deben continuar haciéndolo durante la tarde, o porque no se acostumbran a cocinar en sus casas", aseveró.
"La mayoría de ellos son clientes de casi todos los días", concluyó.
Ana Cabello, cajera del supermercado Comahue, ubicado en el barrio Universitario, reveló que, en general, las estudiantes no se preocupan por consumir alimentos saludables, debido a que comen principalmente salchichas de viena, hamburguesas y pizza.
"Los varones suelen cocinar platos más elaborados. A veces me preguntan cómo hacer determinada comida", aseguró.
Canasta
La canasta básica utilizada en el sondeo fue confeccionada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Los artículos de limpieza e higiene personal fueron anexados por "La Nueva Provincia". Fuente: http://www.indec.mecon.ar/nuevaweb/cuadros/74/cba4.xls
"Los chicos se las rebuscan para no gastar"
Los costos en fotocopias, libros de texto y material de estudio dependen de la carrera que cada estudiante curse, pero en el primer año de carrera los costos pueden ir desde 20 a 120 pesos por mes en la UNS y en la UTN.
De acuerdo con lo informado desde el CEIA (Centro de Estudiantes de Ingeniería y Agronomía), el costo promedio de fotocopias es de 20 pesos (unas 350 hojas por mes).
Sin embargo, para algunas cursadas se requieren materiales específicos, como aquellas relacionadas con el dibujo técnico, cuyo costo ronda los 100 pesos.
"Por lo general, los chicos se las rebuscan para no gastar, ya que se prestan materiales o los sacan de las distintas bibliotecas", sostuvo José Felice, presidente del Centro de Estudiantes de Abogacía (Ceab).
La ecuación es simple: un libro para una materia de cuarto año de Abogacía, que consta de tres tomos, cuesta entre 300 y 400 pesos; en fotocopias, ese valor se reduce aproximadamente a la mitad.
Según se informó desde el Centro de Copiado del Juan XXIII, las fotocopias de las carreras humanísticas --como psicopedagogía o psicología-- demandan entre 20 y 25 pesos por mes, entre todas las materias. El costo de las fotocopias para las tecnicaturas asciende a unos 25 pesos mensuales.
Por su parte, en el Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social, el promedio de gastos en fotocopias que deben afrontar los estudiantes es de unos 20 pesos mensuales, aunque es importante aclarar que algunas cátedras cuentan con menos teoría que otras, por lo que ese monto decrece.
Siempre hay gastos extras...
En el presente trabajo no se consideraron, para calcular los valores finales de mantener a un estudiante en Bahía Blanca, aquellos gastos que no son comunes a todos los jóvenes. Uno de ellos es el valor de una matrícula en un instituto de enseñanza privada.
En el Instituto Superior Juan XXIII, los estudiantes que eligen estudiar los profesorados en general deben abonar 627 pesos por año (en 10 cuotas mensuales), además de una matrícula de 70 pesos.
Esta entidad educativa no cobra inscripción y el costo de la matrícula es el mismo para todas las carreras.
Las carreras técnicas cuestan 796 pesos (10 cuotas anuales de 79,60 cada una), y los ingresantes a Locución --la carrera más cara--, tienen que desembolsar 1.305 pesos en nueve cuotas mensuales de 145 pesos. En tanto, durante el segundo y tercer año de carrera se pagan 11 cuotas de 130 pesos cada una.
En el Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social (ISCCS), donde se dicta la carrera de Periodismo, los alumnos deben abonar al año 10 cuotas de 72 pesos cada una, y una única matrícula del mismo valor.
Asimismo, el valor de los aranceles en el Instituto Rivière va desde los 140 a los 210 pesos --según la carrera paramédica que se estudie--, durante 10 meses al año, sumado a una matrícula de igual costo que la cuota mensual.
Además, los educandos tienen erogaciones de aproximadamente 60 pesos por cuatrimestre en concepto de instrumental médico, principalmente en la carrera de Mecánico Dental.
En el Instituto Pedro Goyena, las cuotas mensuales tienen un valor de entre 85 y 220 pesos, y se deben pagar durante 10 meses al año, mientras que la matrícula varía entre 100 y 220 pesos.
Aranceles y becas
Para obtener el carné universitario en la UNS, el alumno debe presentar su título de estudios secundarios y realizar una revisación médica.
Al realizar estos trámites, se le otorga su credencial universitaria, que lo convierte en alumno regular de la UNS, siempre y cuando no adeude materias de la escuela.
Si bien la casa de altos estudios no cobra aranceles para la inscripción ni para el cursado de sus carreras, sí se debe abonar uno mínimo precio para conseguir estos documentos:
* Certificado de alumno regular, 0,50 pesos.
* Certificado analítico, 1 peso.
* Fotocopia de legajo, 0,10 pesos.
* Certificado de alumno dado de baja, 2 pesos.
* Certificado de alumno con diploma en trámite, 1 peso.
* Certificado de alumno graduado, 2 pesos.
* Credencial UNS, 4 pesos.
* Duplicado de credencial, IUNS, 10 pesos.
La UNS otorga una ayuda mensual a alumnos de escasos recursos y ofrece residencias estudiantiles totalmente equipados para alojar a estudiantes de la zona.
Asimismo, otorga becas de alimentación en el comedor universitario y administra becas nacionales, por medio del Programa Nacional de Becas Universitarias del ministerio de la Educación.
En lo que se refiere a actividades deportivas, los alumnos, por un pago anual de 5 pesos, pueden practicar atletismo, básquetbol, escalada, fútbol, gimnasia, karate, tenis, tenis de mesa y vóleibol. Y, con un arancel diferenciado, buceo y natación.
Equipar el departamento
Otros de los gastos adicionales son los que derivan de la necesidad de equipar un departamento con electrodomésticos o muebles. Son considerables, según el sondeo realizado.
Por ejemplo, una heladera bajomesada cuesta 869 pesos; una común 929; y una con freezer 1.200.
Los televisores de 14 y 20 pulgadas cuestan 529 y 689 pesos, respectivamente, en tanto que el valor de un radiograbador con reproductor de discos compactos ronda los 200 pesos; el precio de un minicomponente es de 500 pesos, aproximadamente.
Para utilizarla con fines educativos, es posible que los jóvenes necesiten una computadora, cuyo valor ronda los 1.000 pesos, como mínimo.
Además, y haciendo referencia a electrodomésticos "de lujo" para un estudiante, un horno microondas cuesta cerca de 400 pesos; una plancha, 50 pesos; y un lavarropas automático, 900 pesos.
Con respecto al amoblamiento de los departamentos, desde la mueblería Altamira, de Bahía Blanca, se aclaró que, generalmente, los estudiantes de la zona trasladan algunos muebles propios a esta ciudad, por lo que no deben comprar la totalidad de los elementos necesarios.
En caso que deban comprar alguno de estos mobiliarios, los precios son aproximadamente los siguientes: una cama provista de un colchón y una mesa de noche, 250 pesos; una mesa con cuatro sillas de mediana calidad, 350 pesos; una biblioteca, 100 pesos; una mesa para la computadora, 130 pesos; un placard de dos cuerpos, 200 pesos; y una alacena de las mismas dimensiones, 100 pesos.
Hernán Guercio y Gerardo Monforte/Especial para "La Nueva Provincia"