Mabel Manzotti continuará hasta que el cuerpo aguante



-- ¿Qué la motiva después de 50 años a subirse a un motor-home, una suerte de carromato moderno, y emprender camino con su arte?
-- ¡Yo creí que iba a ser mucho más fácil y mucho más divertido esto de subirse y que te lleven!
-- Entonces fue el desconocimiento.
--Más o menos... Mi debut en el motor-home fue rumbo a Montevideo. Todos se fueron en avión, pero yo quise probar. Me acosté en la cucheta y la primera vez que me desperté pensé que dormir en un vehículo en el que no se notaba el movimiento, era maravilloso. La segunda me enteré de que estábamos parados en la aduana uruguaya desde hacía horas, con problemas de papeleo. Llegamos más de 12 horas más tarde de lo previsto, cuando todos nos esperaban desde la mañana.
-- Nada de eso la hizo desistir de la experiencia.
-- Nooo, lo paso muy bien. Siempre existe temor de iniciar una gira con gente que uno no conoce, pero entre nosotros, de entrada se armó una corriente de simpatía y de buena convivencia, fundamental para llevarse bien sobre el escenario.
-- ¿Imaginó un momento para terminar esta carrera o seguirá mientras el cuerpo aguante?
-- ¡Hasta que el cuerpo aguante! ¡Mirá a la China (Zorrilla)! China, que odia a los aviones, lo hace; como yo, que me abrazo a los pasajeros de al lado y rezo rosarios. ¡Si China lo hace, por qué no yo!
Sobre historias cercanas
-- ¿Qué cuenta "El alma de papá"?
-- Habla de la posibilidad que tiene un hijo de, una vez que su papá falleció y antes de que se lo lleven, poder hablar con él, desde la imaginación.
"El hace las preguntas que nunca hizo y el padre responde según su conveniencia, pero trasluce que las cosas que su madre decía no estaban tan erradas. Aunque, más allá de todo, el hijo lo único que quiere saber es si su padre lo quiso".
-- Esos son los roles que juegan Eduardo Blanco y Juan Manuel Tenuta. ¿Mabel Manzotti y Javier Lombardo qué función cumplen en esa escena?
--"Mabel" es la madre, como todas las madres una pesada. Pero es la que saca las papas del fuego y trabaja. Con un marido soñador y poeta y un hijo que sigue los pasos del padre, ella y Elenita, la hija que salió como ella, se las ingenian para mantener la casa.
-- La obra es una pintura en la que los hombres son unos vagos y las mujeres las únicas realistas.
-- ¡Se dice en la obra eso!: "Usted no entenderá mucho de las cosas del alma, pero para las cosas prácticas, no hay como usted".
-- ¿Cuánto de eso hay en la cotidianeidad?
-- No todos los hombres son poetas, soñadores y trasnochadores como el marido de Doña Clara. Pero que la mujer es muchas veces quien ayuda a que el marido salga adelante, es tan verdad como el sol de noche y la luna de día. En el elenco tenemos como ejemplo a la mujer de Javier, que todos los fines de semana se queda sola con dos varones, sin abuelos que la ayuden ¡Y hay que poder con dos varones sola! Ahí tenés una mujer que respalda".
-- Y usted que trabajó toda la vida en un oficio nada sencillo como el de actriz, con horarios muy raros...
--...Y compaginados con los de la docencia que ejercí por muchos años, acostándome a las 2 de la madrugada y levantándome a las 6 para llegar a la escuela, cosa que hoy no podría...
--...Pero podría no haber sido una trabajadora.
-- No. Siempre fui una laburante. Yo empecé a trabajar muy joven, desde que mi papá me dijo que si quería mi propio perfume, trabajara y me lo comprara. Desde entonces no paré, y no sé si fue una suerte o una desgracia, tener mi plata y solventar mis cosas desde muy chica. Pero no me arrepiento de nada.
-- Por su descripción, su padre fue un señor estricto.
-- La estricta era mi mamá. El era `cabezón' pero menos estricto de lo que lo hacíamos. El Conservatorio de Arte lo cursé a sus espaldas, con la complicidad de mi madre y mi hermano, por los prejuicios que sobre la carrera de actriz habían hace 50 años. Se lo conté poco antes de que falleciera, en el '78, y yo había terminado en el Conservatorio en el '59. El me preguntó porqué no se lo había dicho antes. "No hubiera dicho nada", me respondió.
--Se lo confesó antes de que se fuera .¿Le hubiera gustado decir algo más, como el personaje de "El alma de papá"?
-- Como gustar... Sí. Pero las dos muertes de mis padres fueron anunciadas y me dieron tiempo para despacharme sobre cosas que no hubiera mencionado en otro momento.
María Inés Di Cicco
En pocas palabras
* Un personaje pendiente: "Ninguno. Pensar en cosas pendientes crea frustraciones y la vida por sí misma da tantas, que para qué agregar una más. Vivo a medida que la vida viene, y con el trabajo es igual".
* La historia más linda que contara: "Tuve muchas, que incluso vinieron a Bahía Blanca. Nunca hice nada que no me gustara".
* La televisión actual: "Estoy viendo y participando de algunos programas que me gustan, con rotación de actores e historias. Las tiras son aburridas y repetitivas y hay otras cosas que copiamos y mal, tanto que hasta resultan `berretas'".
* El cine: "Con él me reconcilié después de muchos años. Lo último que había hecho fue Besos en la frente, hace 12 años, y el año pasado filmé con Horacio Fontova y con Dady Brieva. Me dio mucho gusto trabajar con chicos jóvenes, salidos de escuelas de arte, que tienen fervor por un trabajo y que lo hacen con preciosidad".
* El momento de descansar y el de empezar de nuevo: "Mi casa está en el campo, en Cañuelas. Disfruto de la primavera y del verano, y en el invierno, cuando el frío te entumece, es el momento de activarse por otro lado. Pero, ¿parar? Creo que no puedo parar".
Ultima función. Esta noche, a las 21.30, en el Teatro Municipal, será la última presentación en Bahía Blanca de El alma de papá, con Eduardo Blanco, Juan Manuel Tenuta, Mabel Manzotti y Javier Lombardo. Mañana estarán en Coronel Dorrego.