Nunca es tarde para ser mamá
Una brasileña de 65 años dio a luz el jueves a un bebé perfectamente sano que fue concebido sin ayuda de técnicas artificiales.
MACEIO (EFE) -- "¡Por fin tuve un niño después de parir tres hijas..!", exclamó María Quiteira da Silva, una humilde campesina y ama de casa del nordeste de Brasil que enviudó hace dos semanas, que se casó cuando tenía más de 50 años y que el jueves tuvo a su cuarto hijo, el primer varón.
Su hija mayor tiene ahora 10 años.
María, residente en el poblado de Maribondo, a 86 kilómetros de Maceió, capital del estado de Alagoas, trajo al mundo al niño en el hospital de Nuestra Señora del Buen Consejo de la localidad de Arapiraca, en un parto que apenas duró 15 minutos.
El médico Ulysses Pereira, que asistió a la mujer, confirmó la edad de la paciente mediante su documento de identidad, según indicó ayer el diario Gazeta de Alagoas.
El bebé pesó al nacer 3,250 kilos y mide 51 centímetros. El padre de los cuatro niños y compañero de trabajo de María Quiteira en una huerta familiar, murió hace 15 días y la familia se quedó sin sustento.
Ella vive de limosnas y, debido a sus dificultades, tuvo que "donar" sus dos hijas mayores a otras familias y no ha sabido más de ellas. Le quedaba sólo su hija menor, Victoria, de cuatro años de edad.
Los registros de la parturienta más vieja del mundo los encabeza la rumana Adriana Iliescu, de 67 años, que en enero pasado dio a luz en Bucarest a la niña Eliza María, quien pesó al nacer 1.450 gramos.
Pero, a diferencia de Da Silva, Iliescu no quedó embarazada por métodos naturales, sino tras un tratamiento hormonal de nueve años y un complicado proceso de fertilización in vitro con implantación de embriones, como ha destacado la prensa brasileña.