Tres años y dos meses de prisión para un ladrón
A tres años y dos meses de prisión fue condenado un joven hallado culpable de varios delitos perpetrados en los últimos años en de Carmen de Patagones.
La sanción, impuesta por el Tribunal en lo Criminal Nº 3, a cargo de los doctores Raúl Guillermo López Camelo, Pablo Hernán Soumoulou y Daniela Fabiana Castaño, en ese orden de votación, recayó en Víctor Alberto Silva, alias "Tito", de 20 años.
Se responsabilizó al imputado de los cargos de robo de automotor, violación de domicilio (dos hechos, uno en calidad de coautor) y daño.
El primero de los hechos ocurrió el pasado 28 de abril de 2002, alrededor de las 6 de la mañana, cuando el sospechoso habría violentado la puerta trasera de un Fiat 147, patente WUN 951, estacionado en la calle Juan Domingo Perón 52, propiedad de Viviana Delia Zamboni.
Según se determinó en el debate, Silva habría sustraído del mismo una rueda de auxilio y dos relojes del tablero del rodado, habiéndose secuestrado luego el primero de los elementos en la casa de su madre.
El vehículo había sido empujado a mano hasta la intersección de Villegas y diagonal Catamarca, situación que fue advertida por la hija de la damnificada y su novio, quienes casualmente transitaban por el lugar y reconocieron la unidad.
En un primer momento creyeron que el auto estaba descompuesto y había quedado allí, aunque luego advirtieron que seguían empujándolo, por lo que decidieron darle alcance y lograron frustrar la sustracción del mismo, provocando la huida del ladrón, al que reconocieron como Víctor Silva.
Intruso. Por otra parte, se analizó la actitud del encausado en dos hechos en los que ingresó a propiedades privadas sin el debido permiso.
Uno de ellos se registró el 8 de junio de 2003, cuando en compañía de una mujer, tras hacer un boquete en una puerta, accedió a la vivienda de Anastasio Blicos, ubicada en Francisco Arro 905, la que transitoriamente, debido a una enfermedad del dueño, se encontraba sin moradores.
Allí se habría quedado a dormir, siendo descubierto al otro día por un familiar del damnificado, el que llamó a la policía y permitió la aprehensión de la pareja.
Silva fue reconocido por quien invocó a los uniformados, puesto que un familiar le habría vendido una propiedad a la familia del imputado.
Finalmente, el 9 de marzo de 2003, en compañía de otro sujeto ingresó en el inmueble de Iris Canero, situado en Mitre 45.
Tras ser sorprendido por el novio de la propietaria, se dio rápidamente a la fuga, aunque fue arrestado poco después, cuando intentó vanamente evitar la acción policial.
El Tribunal entendió que no se hallaron eximentes, tomándose como atenuantes la juventud del imputado y la poca intensidad del daño causado en cada uno de los hechos.
Sin embargo, se computó como agravantes la reiteración delictiva puesta de manifiesto por el joven y el mal concepto informado sobre él.
Silva llegó al juicio oral y público en libertad, por lo que se dispuso su inmediata detención.