Jairo, con la esperanza sobre rieles
BUENOS AIRES (Télam) -- Su primer álbum de estudio en cinco años acaba de editar Jairo. Y lo tituló Ferroviario, en honor a que es descendiente de una familia de trabajadores del ferrocarril.
"También fue pensado con aquella horrible sensación que nos asaltó cuando en época de Menem desmantelaron las líneas de trenes en el interior del país", dijo.
El cantante cordobés no grababa un álbum de estudio, con canciones nuevas, desde Balacera en 1999.
"A Ferroviario lo tomo como un álbum de fotos, en el que reconocemos a algunos de los nuestros. Varias de sus canciones ya las habíamos presentado en los recitales del verano en distintos lugares del país, y para mi asombro, en corto tiempo, el tema del mismo nombre pasó a convertirse en un himno del público, al estilo de Antiguo dueño de las flechas (Indio Toba), el Ave María o Balacera", aseguró.
Soldados de plomo, Desaparecidos, El fugitivo, Madre Zoraida, Mujeres, Espartaco del gladiador, El ángel de la cancha (con un relato de Víctor Hugo Morales en el mundial de fútbol Méjico 1986), Maldita sea, Los hermanos Estampida, La reina cobra, Guevarita y un bonus track de Ferroviario sólo con cuerdas y voz, completan la lista de temas del CD.
La producción corrió por cuenta de Yaco González, hijo de Jairo, y en la grabación participaron como invitados, entre otros, León Gieco en Tristezas de Amador y Sandro en Pulsera de oro macizo.
"A partir del tema Tristezas de Amador planeo realizar una obra conceptual, al estilo de mis anteriores trabajos sobre Carlos Gardel, Astor Piazzolla y Atahualpa Yupanqui", anunció.
"El caso de Sandro fue muy especial. Mi idea inicial era brindarle en el disco un homenaje con una canción, pero cuando hablé con él, me propuso ir a grabar y así lo hizo: salió un puro rock and roll como los de su primera época, con Los de Fuego", aclaró.
Luego subrayó el aporte de Yaco en el nuevo disco.
"Mi hijo, además de participar en mi banda, ha crecido mucho como productor. En este caso privilegió lo intimista y lo acústico, por ejemplo a puro rock and roll en Pulsera de oro macizo, como homenaje al `Gitano' Sandro, y a folk de guitarra y armónica en Tristezas de Amador.
Memoria. "En Ferroviario nos involucramos en las historias de la gente, tan infinitas y cercanas a la vez, en un diario musical e íntimo, sin ostentaciones de ningún tipo, que reúne en su condensado de imágenes algo que nos es común: la memoria genética".