"Malas palabras son el hambre, la guerra y la desocupación"
Aunque sus monólogos siguen siendo atrevidos, el humorista Jorge Corona aseguró que comparado con el lenguaje que hoy se estila en la televisión, él se siente un inocente.
Junto con la vedette Marixa Balli, el actor y cómico Jorge Tristán, el mago Lisandro Carret y las bailarinas Eva y Romina, Corona hará esta noche dos funciones de la revista Papanatas, a las 21.30 y 23.30, en el Rossini Teatro Bar.
"La revista responde siempre a la misma fórmula: sketches, monólogos, chicas con poca ropa, cantantes y todo lo que sea necesario para entretener. Eran cosas que ya hacían Carlos Petit o Alejandro Romay. Claro que eran otras épocas. Petit, por ejemplo, trajo bailarinas del Lido de París que eran una atracción impresionante. Sí es condición que las chicas sean lindas y pulposas, que se vean bien, pero que también bailen bien", comparó y concluyó.
"La revista --agregó-- no es un género marginal. Tiene cierto costado de ese estilo, pero que viene de la mano de algunos tabúes. Pero el tango mismo fue marginal al comienzo y sin embargo se transformó en la música nacional".
Corona dijo creer que la sociedad y la revista cambiaron en forma paralela.
"Yo las digo, pero la verdad es que hoy soy como Pipo Pescador, porque hay artistas que están en primera línea y que dicen cosas más fuertes que lo que puedo decir yo. Incluso en televisión es posible ver y oír cosas mucho más fuertes y no son muchos quienes se sorprenden", entendió.
El humorista para quien las "malas palabras" son "hambre", "guerra", "desocupación", "corrupción" o "violación", comentó que con la madurez aprendió a distinguir entre lo que se puede decir y lo que no.
"Cuando uno es joven hace cosas que maduro no haría. Con el tiempo uno se va asentando y se da ese cambio que hace que las cosas sean menos vertiginosas. A mí me ayudó mucho mi mujer, Mónica. Antes de ella no pensaba. Ahora estoy bien parado y sé donde estoy. Sé cómo son y cómo se ven las cosas realmente", confesó.
Finalmente, aseguró que desconoce cuál es el camino para ser un capocómico.
"Creo que uno nace con eso y va evolucionando y creciendo en este trabajo como en cualquier otro. Antes yo no hacía sketches sino monólogos. Era el cortinero de la revista, como lo fueron Pepe Arias o José `Pepitito' Marrone, mientras armaban la escenografía del cuadro siguiente, cuando aparecía el capocómico de la revista, el que se llevaba todo", recordó.
Las entradas están disponibles en la sala o llamando al 451-2998.