La dinastía Vallejos sigue vigente con la asunción de Luciano “V”
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Por Gonzalo Martínez/ gmartinez@lanueva.com
Corrió la segunda semifinal, volvió a boxes, se bajó del auto y recibió el afecto de todo su equipo. Con un tímido "dale campeón" de fondo, abrazó a su mamá Guillermina, a su novia Agustina, tomó un poco de "Gatorade" azul y se fue a dialogar con su papá Luis.
"Vamos a trabajar", dijo.
Así fueron los momentos posteriores a la consagración de Luciano Vallejos en la Clase 1 del Invernal. Con su ritmo demoledor y la ausencia de pilotos que ofrecieron resistencia en fechas previas, como Roy Altamirano y Fernando Caputo, la definición restó en expectativa.
"¿Ya sos campeón? La jugaste de callado, eh", le dijo el despistado Maxi Hardoy cuando el ya consagrado recibía los saludos del equipo mientras colaboraba con la puesta a punto del auto N°66.
Es que nada cambió ni cambiará en la vida de Lucho después de levantar la misma Copa que se disputó con su viejo durante la última edición, y que finalmente quedó en poder del excampeón de Speedway.
"El midget es como todos los deportes. Siempre hay revancha, y lo sé. Si no es este año será el que viene o el otro. Y si no se da, mala suerte", manifestó una vez concluida la jornada.
Aquel 27 de septiembre de 2015 se observó, por primera vez en la historia de la categoría, una definición de campeonato entre padre e hijo. Y ayer la situación se repitió, pese a la diferencia prácticamente irremontable con la que comenzó la actividad en el Héctor Evaristo Plano.
-Volvió a quedar en familia. ¿Qué valor le das a este título?
-Estoy feliz por el momento que estamos pasando y contento por el campeonato. Lo que se hace en el invierno hay que plasmarlo en el verano, que es mucho más difícil. Tengo los pies sobre la tierra y sé que me va a costar, pero hay que seguir sumando experiencia.
"El año pasado no pudo ser pero se lo llevó papá. Él siempre la remó de atrás, con poco presupuesto. Disfrutamos los dos de la misma manera porque nos merecemos estas alegrías", agregó.
La dinastía Vallejos continúa vigente. Esta vez, debido a la asunción de Luciano V.
Otro motivo para festejar
En la Clase 2, también hubo festejo de la familia Vallejos. Sí, es cierto, ninguno participa en la divisional; pero el rendimiento del auto de Maxi Hardoy, ganador de la competencia decisiva, se debe en parte a la atención del chasis que se le realiza en el taller de calle Rincón.
"Esto es un empujón emocional muy grande. Estaba perdido con el auto hasta que me vine al taller de esta familia. A partir de allí, los resultados se volvieron a dar, pero no me los esperaba tan de golpe", contó el ganador de la prueba.
En pista, el triunfo fue para Víctor Ursino, quien le arrebató el primer lugar en los últimos metros en una maniobra que saldó la entrada. Sin embargo, un cono en el giro anterior, le privó el triunfo.
"El parate por la sanción me cambió la forma de pensar. Honestamente me venía afectando la salud, porque los resultados no se daban y me tuve que replantear si lo estaba disfrutando. Lo charlé con mi señora y decidimos ir a tocarle la puerta a la familia Vallejos", agregó.
-¿Mete mano el campeón?
-Confío en lo que hace Lucho porque sé que la tiene muy clara. Pintó el "6" en un Estival, fue subcampeón y ahora campeón en el invierno.
La corona del Grupo 2 se definirá en la última jornada. Marcelo Cecconi (99), José Collino (83),Víctor Ursino (76) y Hardoy (73,50), son los aspirantes.